El passaglismo custodia, desde hace tiempo, el poder político en San Nicolás. Atomizado, el peronismo reunido bajo el paraguas del Frente de Todos busca ponerle fin a un sello dinástico que se ha amoldado al poder de turno y a la agenda electoral. Con las elecciones 2021 como norte, los distintos sectores del peronismo diagraman un mapa de desafíos: darle continuidad a la unidad moldeada en 2019 y encontrar una figura que sintetice los diferentes criterios.
La exsenadora Cecilia Comerio fue la última candidata a intendenta que el peronismo nicoleño respaldó, pero su figura y la unidad de los distintos sectores no alcanzó y, en las urnas, el respaldo se lo quedó Manuel Passaglia, hijo de Ismael, intendente desde diciembre de 2011 hasta abril del 2017 cuando, previa deserción del Frente para la Victoria (FpV), acordó con la entonces gobernadora María Eugenia Vidal sumarse a su espacio y conducir el Instituto Provincial de Viviendas. No era el primer movimiento de Passaglia, un dirigente con gran capacidad de adaptación partidaria y a la agenda de demandas: ya había incursionado en el PRO y moldeado su discurso al calor del reclamo vecinal.
El cambio de nombre en el despacho municipal y el escenario sanitario de la pandemia devolvió el diálogo entre oficialismo y oposición. A Ismael Passaglia, el peronismo encolumnado del Frente de Todos (FdT) le reconoce, en reserva, su capacidad de gestión, aunque no las formas. El cambio de mando confirmó -una vez más- que su apellido es fuerte en las urnas y plantó el desafío al peronismo opositor: moldear la unidad, fortalecerse para salir de la minoría parlamentaria y sintetizar en una o en un dirigente la propuesta del Frente de Todos.
HCD. El oficialismo es mayoría en el Concejo Deliberante. Controla 11 bancas. Enfrente, una oposición diversa y dividida en tres espacios: Unidad Ciudadana, con tres ediles (Germán Jaime, de La Cámpora; Muriel Engelbrecht, del PJ, y Jesús Gómez, de la UOM); Frente Renovador, con dos (Luciano Pastocchi y María Florencia Vázquez), y Frente de Todos, con cuatro concejales (José Corral, del Frente Renovador; Paola Enrico, del Movimiento Evita; Maximiliano Cabaleyro, de Camioneros, y Bibiana Giglio, de Movimiento Mayo). La división, dicen, solo es estratégica.
“Hicimos lo imposible para ser un solo bloque, pero no logramos ese consenso”, contó a Letra P Engelbrecht, presidenta del bloque de Unidad Ciudadana, quien explicó que la división responde, también, a “tener mayor peso en labor parlamentaria”.
“Tenemos un intendente muy fuerte y en el Concejo Deliberante el oficialismo es mayoría. Si unificábamos, perdíamos espacio”, explicó Pastocchi, el titular de la bancada renovadora. El massista señaló que, a la hora de las reuniones en labor parlamentaria, el armado actual les permite que sean tres los opositores presentes, uno por cada espacio, y dos del oficialismo: el presidente del cuerpo y el conductor del bloque de Juntos por el Cambio.
El edil destacó que la división es estratégica y que, a la hora de votar, los nueve se mueven en bloque. “Trabajamos muy bien, en sintonía, acompañándonos entre nosotros”, coincide su par de Unidad Ciudadana.
REFERENTES. Aunque varias figuras tuvieron aspiraciones, la candidatura en 2019 se definió a favor de la camporista Comerio. Sus dos mandatos en el Senado bonaerense y el triunfo del FdT a niveles nacional y provincial no alcanzaron para arrebatarle la conducción a los Passaglia. En San Nicolás, analizan que el corte de boleta no obedece solo a la fortaleza del armado oficialista. También, encuentran que la resistencia a un cambio quedó a atada a la visión conservadora del nicoleño promedio. “Hubo un doble rechazo: a los pibes de La Cámpora y al género”, indicaron.
Comerio, directora de Red Buenos Aires de la ANSES, es una referente, pero no conduce al peronismo. Son varios nombres los que pugnan por esa comandancia. Uno es el exdiputado Lisandro Bonelli, del Frente Renovador, quien en la elección pasada consiguió que su espacio encabezara la lista de concejales y consejeros escolares. Bonelli, sobrino del ministro Ginés González García, es jefe de Gabinete del Ministerio de Salud de la Nación y uno de los canales de diálogo con los gobiernos nacional y provincial.
Dividido, el peronismo local levanta banderas por otros dirigentes. En San Nicolás, mencionan al presidente del PJ local, Rubén Andino; al referente del Frente Ciudadano, Gabriel Maurino; al exdiputado provincial Andrés Quinteros y al dirigente sindical de la UOM Naldo Brunelli.
OBJETIVO 2021. La rueda electoral del próximo año es una nueva oportunidad para el peronismo nicoleño. Sin un nombre ordenador desde el liderazgo del caudillo José Díaz Bancalari, encolumnarse detrás de una figura que sintetice propuestas, aúne criterios y capte parte del voto passaglista es un desafío.
El único camino es la unidad en el Frente de Todos. “Estoy convencida de que el trabajo debe seguir siendo la unidad, no desgastarnos. Hay que copiar y pegar el gesto de Alberto (Fernández) y de Cristina (Fernández de Kirchner)”, señaló Engelbrecht a este medio y afirmó que no le han podido ganar a Passaglia porque el peronismo está desordenado. “Necesitamos una nueva forma de conducción que llegue con la legitimidad que da el recorrido, la institucionalidad, el respeto”, advirtió.
En la misma línea se expresa Pastocchi: “Hay que mantener la unidad como sea y buscar consensos más allá de las diferencias ideológicas que podamos tener internamente. Tenemos que hacer lo posible para que haya espacio para todos”, indicó y evaluó que, más allá del poder de adaptación de Passaglia a la agenda y al color partidario, la ventaja que ha sacado el oficialismo se la proporcionó el propio peronismo: “Años atrás, hemos tenido internas feroces, hemos hecho las cosas al revés de lo que teníamos que hacer. Eso ahora cambió. Tenemos que reconocerle a Cristina, a Alberto y a Sergio (Massa) su capacidad de ver lo que necesitábamos. Por eso, tenemos que seguir en la senda de la unidad”.