En un contexto de marcada convulsión financiera que recién encuentra señales de tregua por estos días, los coletazos también parecen observarse en el pulso financiero bonaerense. A pesar de lograr en los últimos meses bajar sostenidamente las tasas y extender los plazos de la deuda en el mercado local, los resultados correspondientes al décimo tramo del programa de Letras del Tesoro de la Provincia de Buenos Aires –que se emitirán este viernes- marcan una interrupción de ese proceso.
A pesar de mantener un esquema de plazos de similar extensión a los recientes, en lo que refiere a tasas de interés, las mismas vuelven a posarse por encima de la barrera del 30%, cuando meses atrás algunos instrumentos llegaron a emitirse perforando el piso del 25%, algo que no se registraba desde inicios de 2018.
Puntualmente, las propuestas alcanzaron un nivel de $ 10.781.937.260, mientras que la Provincia decidió adjudicar $ 7.141.233.954, que tendrán su emisión este viernes. En Letras a 28 días a descuento se adjudicaron $ 4.287.405.869, en Letras a 90 días a descuento se adjudicaron $ 2.460.861.138 y en Letras a 182 días con cupón de interés variable se adjudicaron $ 392.966.947.
A diferencia de casos como el del mes pasado, cuando se registraron Letras emitidas a una tasa de interés implícita del 22,9%, en esta oportunidad, el instrumento más corto registró una tasa del 30%, mientras que las Letras a 90 días cerraron con una tasa de interés del 35,88%.
En sintonía con la estrategia nacional, la Provincia de Buenos Aires apunta al desarrollo del mercado de capitales doméstico en un contexto donde escasean las fuentes de financiamiento. Con ese cometido, sobre todo a partir del segundo semestre de este año, se aceleró en un ordenamiento en este campo que ya se venía dando apenas iniciado el gobierno de Axel Kicillof.
Desde diciembre, la actual gestión había logrado bajar la tasa en más de 20 puntos, además de la reconstrucción de la curva en pesos “con rendimientos reales positivos pero a la vez sostenibles”, según especificaron en Hacienda, donde vienen haciendo foco –para contrastar con el pasado vidalista- en “una nueva política de financiamiento responsable”, teniente a recuperar “una estructura de deuda sostenible”. La emisión de Letras de este mes, en medio de un contexto convulsionado, da cuenta de un freno en la reducción de tasas.