No se detiene el temido efecto dominó sobre las empresas que orbitan el planeta Techint en su distrito madre, Campana. Tenaris-Siderca (siderúrgica emblema del Grupo comandado por Paolo Rocca) avanza en su política de ajustar sobre la labor de varias de sus contratistas que, al depender de las tareas que realizan en esa planta, no tardan en girar telegramas de despidos a sus trabajadores. Luego del caso de Ferrua SRL, que aplicó un proceso de despidos tras cancelar Tenaris el contrato que tenía con esa firma hasta 2021, en las últimas horas otra empresa que brinda servicios en la siderúrgica comenzó a notificar a sus trabajadores que en diciembre quedan en la calle. Se trata de la tercerizadora Loberaz, a cargo del mantenimiento eléctrico y mecánico de Siderca durante los últimos 15 años.
Aunque los problemas con suspensiones y reducciones salariales comenzaron con la pandemia, el martes pasado las cosas se agravaron cuando citaron a los delegados a la puerta de la planta para informarles de un nuevo recorte. Según detallan los operarios, el nuevo plan de suspensiones para continuar con la vinculación laboral llegaba al 50% del sueldo. “Nosotros hemos rechazado ese acuerdo por considerarlo un ataque a nuestra condición laboral y calidad de vida. En un año sin paritarias y con inflación galopante, la oferta patronal es una burla”, enfatizaron los representantes de los 75 trabajadores de Loberaz.
La respuesta a ese posicionamiento comenzó a conocerse el viernes último, con telegramas de preaviso, notificando que a fin de año no se renovaban los contratos. “Los contratistas, junto con los contratados somos la primera variable de ajuste ante las crisis que dicen tener las empresas”, apuntan los operarios.
En diálogo con Letra P, Fernando Petrollini, uno de los delegados de Loberaz, detalló que este lunes siguieron llegando a varios trabajadores los telegramas avisando que el 20 de diciembre la empresa termina el contrato y no piensa renovar. “Por el hecho de que Siderca no le da trabajo, Loberaz dice que es inviable la situación”, expresó el delegado que, al dar cuenta de panoramas similares en otras contratistas de Siderca, advirtió: “Ellos le van cerrando el grifo a las empresas que, automáticamente, empiezan a despedir”.
Como respuesta, el mismo viernes por la tarde comenzaron a manifestarse los operarios de Loberaz frente a Siderca, algo que repitieron este lunes por la mañana en la portería de la planta, junto con personal despedido de otras empresas. Para este martes, tienen previsto una reunión en la seccional local de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) para evaluar los pasos a seguir en el reclamo por frenar la nueva ola de despidos que allí asoma y poder seguir trabajando luego del 20 de diciembre.
No es la primera vez que un contexto de crisis dispara suspensiones en esta contratista. En 2009, por ejemplo, se recuerda haber trabajado con la mitad del plantel suspendido. Pero en la actualidad, el escenario es más complejo, ya que menos de un 10% de los trabajadores de Loberaz estaba acudiendo a diario a realizar labores de mantenimiento en Siderar. Pero en la representación consideran que se trata de tener una mejor predisposición: “Mantenimiento siempre hay para hacer, lo vemos porque estamos dentro de la planta, vemos los galpones que hay cosas para reparar”, expresó el delegado gremial.
Por otro lado, en un mensaje conjunto de los trabajadores de Loberaz en Siderca, se enfatizó que el efecto de sus nuestros despidos “afecta luego al obrero de planta que, flexibilizado, debe absorber nuestras tareas, que continúan realizándose, demostrando lo necesario de nuestra fuerza de trabajo”.
En tanto, le pidieron a la conducción de la UOM que eleve el “reclamo unánime por reinstalación, que ponga en marcha plan de lucha para enfrentar los despidos, ya que nuestras tareas –afirman– no se discontinúan y nuestro despido es una clara represalia por no aceptar otra rebaja salarial. Queremos nuestra reincorporación y nuestro salario al 100%”.