Sin hacer mención al aborto, el presidente Alberto Fernández contó que durante su encuentro a solas con el papa Francisco le pidió "ayuda en el tema de la deuda", y sostuvo que el sumo pontífice le dijo que “siempre lo va a ayudar”.
“Le pedí que todo lo que pueda hacer para ayudarnos lo haga y lo va a hacer”, consignó el mandatario en la conferencia de prensa que ofreció en la residencia de la embajada argentina ante la santa sede.
Ambos tienen en la agenda varios temas de interés común, entre ellos el alivio del inmenso peso de la deuda externa. De hecho, el Gobierno se encuentra en plena negociación con el FMI para reestructurar su deuda con ese organismo crediticio.
En otro orden, el mandatario dijo que con Francisco comparte "una suerte de obsesión, que es terminar con la disputa entre los argentinos", y sostuvo que los dos están de acuerdo con que "la Argentina tiene que terminar sus tiempos de disputa".
"Los argentinos tenemos que respetarnos y terminar con la locura de no hacerlo. Es un país en el que hace mucho tiempo todo es blanco o negro, y donde el de la vereda de enfrente no merece respeto, pero no hay nadie en la vereda de enfrente, sino simplemente alguien que piensa distinto", aseveró el mandatario.
En ese contexto, calificó de "muy grata, más que grata" la reunión con Bergoglio y reafirmó que para él, el religioso es "muy importante".
Fernández tuvo en breve contacto con los periodistas antes del encuentro con el papa y allí descartó que la legalización del aborto pueda ser uno de los temas a tratar durante la audiencia.
“Esos temas (por el aborto) no son temas que tenemos que abordar con él”, contestó el Presidente al ingresar a la santa sede.
El encuentro duró 44 minutos, casi el doble del tiempo que el pontífice le había dedicado en su momento a Mauricio Macri.