Tequila, uno de los boliches emblema de Punta del Este, llora este 2020 por la ausencia de una fiesta clásica del este uruguayo. El ítalo argentino Cristiano Rattazzi, titular de la FIAT, decidió suspender por primera vez en muchos años el evento que reunía allí a buena parte de la política y los empresarios que veranean en esas playas. La razón: “No quiere ostentación cuando hay crisis en Argentina y el sector autos es uno de los más golpeados”, contó a Letra P un invitado frustrado. Rattazzi, uno de los CEOs que militaron más fuerte a favor de Cambiemos, se acercó con declaraciones elogiosas a Alberto Fernández. “Entiende la política y el cambio de época”, dicen los que lo conocen.
Rattazzi suspendió la fiesta que venía haciendo en Tequila.
Este estilo “gasolero” en Punta del Este llevó muchas de las estridencias públicas y eventos grandes a la faz privada. Desde Navidad se multiplicaron los asados y comidas en casas particulares. Y se empezaron a dejar ver, de a poco, los políticos que juegan de local: cero peronismo, proscripto en sus vacaciones y refugiado en otras playas bonaerenses, y mucho del gobierno saliente de Mauricio Macri.
Circularon, con diferentes perfiles, estados de ánimo y funciones futuras el ex ministro de Transporte Guillermo Dietrich, la ex ministra de Desarrollo Social Carolina Stanley, su esposo y ex mano derecha de María Eugenia Vidal, Federico Salvai, y los hermanos Augusto y Horacio Rodríguez Larreta. También, el ministro de Gobierno porteño Bruno Screnci, Fernando Elías, segundo del Banco Ciudad y hombre de Diego Santilli, y Ezequiel Fernández Langan, diputado del PRO y sobrino político de Macri.
En Punta del Este, Larreta alojó al matrimonio Salvai-Stanley.
Los Salvai-Stanley, por lo que se charló en diferentes eventos, tienen futuros diferentes. Con una estadía que durará hasta el 10 de enero en la residencia de los Larreta, la pareja aseguró que el bonaerense “se irá a la actividad privada”. Stanley, en tanto, duda de si seguir trabajando cerca de Macri. “Está charlando”, contaron los que cenaron con ellos una de las últimas noches.
El que aprovechó el Este para edificar fue Dietrich: el ex ministro aclaró que está trabajando para Macri y para lo que se viene. “Es y será el armado de su futuro”, relataron entusiasmados dirigentes del PRO.
Otro que se suma a los fieles que seguirán con Macri es un habitué de las sociales, el ex ministro de la Producción Francisco “Pancho” Cabrera. Al “Dandy”, como lo llaman los que menos lo quieren en su ex gabinete, se lo vio activo en el evento que armó el ex embajador de Estados Unidos Noah Mamet. Dedicado a negocios y lobbies varios, el diplomático armó un evento para presentar un vino rosado de su propia bodega en un local de We Work en La Huella. Congregó al macrismo y a los CEOs, un largo desfile en el que resaltaron Marcos y Alejandro Bulgheroni, los Neuss, José Luis Manzano, el juez Rodolfo Canicoba Corral, el laboratorista Marcelo Figueiras, el salteño José Urtubey, el titular de Newsan, Luis Galli, y el ex jefe del HSBC para Argentina Gabriel “Pájaro” Martino. Enviado a Londres por el cambio de clima político, llegó a Punta sólo para vacacionar. Entre copas, en el evento se elogiaron medidas de Fernández, al que le celebran un ajuste impensado. En la otra esquina, entre hombres top sin problemas económicos, la comidilla fue el 30% del impuesto que se impuso al dólar solidario. Algunos que pidieron preservar sus nombres hablaron de cómo pagar ese dólar “tan caro”.

Preocupación por el dólar solidario en un evento que organizó el ex embajador estadounidense.
Otros de los que llegaron fueron el banquero Jorge Brito hijo y el cafetero Martín Cabrales, que asistirán el sábado 4 a otra fiesta importante, la que organiza el dueño de Comercial del Plata, Santiago Soldati. El único nombre que suena del albertismo y que solía ir a esa fiesta es el del ministro mano derecha Gustavo Béliz, que vivió un tiempo en esos lares.
Uno de los que sí sostuvo el perfil alto en la crisis es el ex representante de futbolistas Gustavo Mascardi, que se instaló en una casa en La Barra que alguna vez perteneció a la familia de Gilberto Scarpa, un industrial brasileño que en los años ´90 fue furor en el Este y terminó rematado en sus bienes. Mascardi hizo un agasajo el 31 de diciembre. Asistieron empresarios de peso. Fue la reunión en la que más se penó la derrota de Cambiemos, con comensales como uno de los jefes de Globant y el grupo Endeavor, Gibert Englebienne.