El viaje del presidente Alberto Fernández a Israel para participar este jueves del Foro Internacional de Líderes en Conmemoración del Día Internacional de Recordación del Holocausto y la Lucha contra el Antisemitismo es valorado por el gobierno de ese país como “una señal importante” que permitirá “mejorar todavía más una relación bilateral que ya es excelente”.
Así lo dijo a Letra P la embajadora Galit Ronen, quien añadió: “Estamos muy agradecidos por esta primera visita a Israel y estamos convencidos de que hay muchas cosas más que podemos hacer juntos, sobre todo en el campo comercial”.
“El mío es un país de startups, con mucha tecnología, y puede ayudar a que la Argentina añada valor a sus exportaciones.”
“El mío es un país de startups, con mucha tecnología, y puede ayudar a que la Argentina añada valor a sus exportaciones”, explicó.
El viaje del Presidente, el primero que realiza al exterior desde su asunción el 10 de diciembre, coincide con la conmemoración que se realizará en Jerusalén del 75° aniversario de la liberación del campo de exterminio nazi de Auschwitz.
El mismo adquiere especial significado dadas las tensiones que generó en 2013 la firma con Irán del Memorándum de Entendimiento para el esclarecimiento del atentado a la AMIA. Ese hecho, dada la enemistad profunda entre Israel y la República Islámica, atizada por el plan nuclear que lleva adelante esta última, provocó un roce fuerte con el entonces gobierno de Cristina Kirchner, tensión que involucró a la conducción política de la comunidad en el país y que la muerte del exfiscal Alberto Nisman, hace cinco años, no hizo más que exacerbar.
Consultada al respecto, Ronen señaló que “el hecho de que las relaciones entre los países sean sólidas y basadas en valores comunes trasciende las personalidades y cualquier otra dificultad”.
“La relación entre la Argentina e Israel es buena y estamos trabajando desde los dos países para que sean aún mejores”, añadió.
Hay razones sobradas para que el vínculo entre Argentina e Israel sea cercano. En nuestro país vive la mayor comunidad judía de América Latina y una de las más numerosas del mundo, compuesta por 200 mil personas. A ese hecho se sumó, a partir de diciembre de 2015, la sintonía ideológica entre el entonces nuevo presidente, Mauricio Macri, y el primer ministro Benjamín Netanyahu, quien se convirtió en 2017 en el primer jefe de Gobierno israelí en funciones en visitar la Argentina.
Fernández, que fue un crítico del Memorándum con Irán, busca mantener el tono de la relación con Israel, más allá de personalidades. La hegemonía que ejerció Netanyahu de manera ininterrumpida desde 2009 podría llegar a su fin.
Fernández, que fue un crítico del Memorándum, busca mantener el tono de la relación con Israel, más allá de personalidades, como dijo la embajadora. Es que el futuro político de ese país es incierto y la hegemonía que ejerció Netanyahu de manera ininterrumpida desde 2009 podría llegar a su fin.
Israel irá a nuevas elecciones en marzo, después de que las de abril y septiembre del año pasado arrojaran una paridad tal entre las mayores alianzas que impidió la formación de un gobierno.
La mala noticia es que, según una encuesta reciente del Canal 12 de la televisión israelí, el impasse podría persistir.
Benny Gantz, exjefe de Estado Mayor y líder de la lista Azul y Blanca, podría estirar levemente su ventaja en bancas sobre el partido Likud, de Netanyahu, pero no es seguro que logre sumar voluntades para constituir mayoría en el Parlamento (Kneset) de 120 miembros.
Mientras, todo un sobreviviente, Netanyahu busca demorar a través de un pedido de inmunidad parlamentaria el avance de tres causas por soborno, fraude y abuso de poder que amenazan su futuro.