Una semana de cortejo intenso a los intendentes de las ciudades más grandes de Santa Fe le valió al gobernador Omar Perotti avanzar casilleros hasta quedar al borde de lograr que la Legislatura provincial le apruebe la ley de emergencia en seguridad. Si lo consigue, sería la primera de un paquete de normas que el rafaelino considera indispensables para poder aplicar su plan de gobierno, pero además estaría dando cuenta de una - todavía poco perceptible pero insipiente- fisura entre intendentes y legisladores del Frente Progresista Cívico y Social.
Tras un primer round fallido para el Ejecutivo provincial, en el cual los diputados del bloque mayoritario que lidera el exgobernador Miguel Lifschitz le pisaron el freno al paquete de normas que establecían un total de nueve emergencias, la Casa Gris cambió la estrategia. La semana pasada, el ministro de Gobierno Esteban Borgonovo adelantó a Letra P que ya trabajaba en nuevos proyectos y la novedad es que la Emergencia en Seguridad será enviada por separado. En lugar de insistir en el choque con los legisladores, les dio una concesión y además, apeló a quienes tienen la presión diaria de gestionar y se enfocó en los intendentes. En la provincia de Santa Fe, seis de las ocho ciudades más grandes tienen Ejecutivos que pertenecen al Frente Progresista.
En un marco de dificultades económicas y cajas municipales en rojo, esta semana Perotti los convocó a todos ellos, primero a un encuentro con el ministro de Desarrollo Social de la Nación Daniel Arroyo, quien les presentó la Tarjeta Alimentaria y luego, a un reunión general por seguridad, en la que les prometió el armado de mesas de coordinación que ya empezaron a ocurrir, primero en la ciudad de Rosario y hoy en Santa Fe. En menos de una semana, Perotti desplegó dos armas de seducción potente para los jefes de gobierno: asistencia social y seguridad.
El intendente Emilio Jatón y el ministro de Seguridad Marcelo Saìn dialogan en la puerta de la Municipalidad de Santa Fe.
El efecto fue el esperado: tras los encuentros las declaraciones de los intendentes no dejaban de mencionar la palabra “emergencia”. Perotti había logrado sacudir la estantería. Los más claros al respecto, fueron los intendentes de Rosario y Santa Fe, Pablo Javkin y Emilio Jatón respectivamente, quienes en declaraciones públicas dijeron que para combatir la inseguridad en la provincia "era necesario activar todas las herramientas posibles" y que una de ellas era, justamente, la legislatura provincial. Ese mensaje explícito a los diputados de su sector llegó acompañado también de una seguidilla de reuniones entre jefes de gobierno no peronistas, que tiene a Javkin como conductor dentro del progresismo.
El Palacio de los Leones, en Rosario, fue el escenario del primer encuentro entre intendentes no peronistas.
El martes pasado, el rosarino invitó a 17 mandatarios locales al Palacio de los Leones, sede del gobierno municipal. No faltó ninguno. De ese encuentro salió la foto que ilustra esta nota y que el rosarino subió a Twitter con dos sugestivos hashtags: #PreparadosParaGobernar #PreparadosParaUnir. Esa fue una primera reunión que tendrá réplicas la semana próxima. El martes 21 se juntarán en la ciudad de Santa Fe todos los intendentes radicales, entre ellos Leonel Chiarella de Venado Tuerto y Daniela Questa, intendenta de Santo Tomé, que tiene un perfil cercano a Javkin, y en los días siguientes harán un nuevo encuentro incluyendo al resto de los frentistas.