En el marco de su tercer día de visita a España, el candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, se reunió con el jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, en el Palacio de La Moncloa para “intercambiar opiniones sobre la relación bilateral”.
"El Presidente (Sánchez) suele reunirse con candidatos y personas relevantes", subrayaron a la agencia Telám los portavoces de La Moncloa.
En la agenda del candidato opositor, figura para este jueves un almuerzo con el ex presidente del gobierno socialista José Luis Rodríguez Zapatero y una conferencia en el Congreso de los Diputados titulada "América Latina y Europa: desafíos del proceso de integración".
En ese contexto, el candidato que más posibilidades tiene de ser electo en las elecciones de octubre fijará públicamente su posición en un tema clave de la agenda internacional argentina, como es el tratado de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea (UE).
Si bien Fernández viajó a España para cumplir con compromisos académicos, en 72 horas mantuvo encuentros con influyentes políticos -como el canciller español y futuro jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell- y empresarios, bajo una estricta reserva debido a que su viaje es de carácter privado.
El martes, Fernández cenó con el ministro de Asuntos Exteriores y futuro jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell. Hablaron de cuestiones relacionadas con el aún inconcluso acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur, detalló la agencia estatal Télam.
Fernández, que si impuso por más de 15 puntos al presidente Mauricio Macri en las primarias del 11 de agosto, tiene previsto además cenar con empresarios españoles con intereses en Argentina.
El viaje del candidato presidencial del Frente de Todos incluye una visita a Portugal para reunirse con el primer ministro Antonio Costa y responsables del área económica, y aprovechar para aceitar contactos políticos con los líderes de la izquierda progresista europea.
Ese encuentro será clave en la visita de Fernández ya que Costas fue el encargado de sacar a Portugal de una profunda crisis económica apostando a medidas que alentaron la demanda interna y sin el ajuste del FMI.