Roberto Baradel es el secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) provincia de Buenos Aires y el del gremio Suteba, una de las patas sindicales más opositoras a la política educativa que implementó María Eugenia Vidal en sus casi cuatro años de gobierno. En la cima de los distintos conflictos docentes, el Gobierno confrontó directamente con él. Llegaron las elecciones y Juntos por el Cambio perdió las PASO por 18 puntos a manos del candidato por el Frente de Todos, Axel Kicillof. El mismo diagnóstico asoma para los comicios generales del 27 de octubre y Baradel, que tiene coincidencia política y -a priori- una misma visión de política educativa con el posible gobernador, se entusiasma. Cree que tanto Kicillof como Alberto Fernández harán de la educación pública uno de sus pilares de gestión. “Axel planteó que de ninguna manera su gobierno iba a atacar a los docentes, son declaraciones muy fuertes”, dijo el dirigente. En una entrevista con Letra P, habló además de las necesidades actuales del sector, trazó un mapa de futuras paritarias y analizó la suerte del Frente Gremial.
BIO. 52 años. Es el secretario general del Suteba. Está en pareja con la concejala platense y candidata a senadora provincial por el Frente de Todos por la Octava sección electoral Lorena Riesgo. Tiene tres hijos grandes (19, 23 y 25) de una relación anterior. Quería ser biólogo marino, pero se recibió de abogado en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. En 1991, fue nombrado preceptor de un colegio secundario y empezó a trabajar en el área de prensa del gremio. Es, también, secretario general de la CTA bonaerense y de Relaciones Internacionales de esa organización a nivel nacional. Peronista, reivindica al kirchnerismo. “Pero le hicimos un paro de 17 días”, recuerda. Abonado a los medios, habla con todos y la mayoría lo trata bien. Días atrás se reunió con Alberto Fernández y tiene línea directa con Axel Kicillof. En Twitter lo siguen más de 75 mil usuarios.
-¿Qué política educativa deberá enfrentar el próximo gobierno provincial?
-Tanto Alberto (Fernández) como Axel (Kicillof) lo han planteado... Alberto planteó que el objetivo de él era poner en valor la educación pública y poner el acento en la calidad. Más y mejor educación. Y dijo que eso no se puede hacer si no se reconoce el trabajo, esfuerzo y compromiso de los docentes. Es una declaración diametralmente opuesta a la de Macri hablando de los que tuvieron que “caer” en la educación pública. Axel planteó claramente que María Eugenia Vidal había venido a pelarse con las mafias y con los únicos que se peleó fue con los docentes. Él planteó que de ninguna manera su gobierno iba a atacar a los docentes. Porque los docentes son la familia después de la casa.
-¿Cuáles son las urgencias con la que se encontrará el próximo gobierno?
-El Estado tendría que intervenir generando no solamente igualdad de oportunidades, como plantea el liberalismo, sino una suerte de igualdad de posibilidades, para que los chicos puedan estar en otras condiciones. Desde condiciones materiales como tener zapatillas o útiles escolares y prestar la atención en el aprendizaje para que los chicos puedan aprender. La otra cuestión son las condiciones de las escuelas. Tienen que ser escuelas seguras y tener condiciones dignas antes que nada. Y, además, deberían ser lugares confortables.
-¿Qué clima de negociación paritaria imagina si Kicillof es gobernador?
-La gestión tendrá que atender el tema del salario docente. Pretendemos que nos escuchen y que podamos discutir de acuerdo a las necesidades que tenemos y las posibilidades que tiene la Provincia. Hasta ahora, con Vidal ha sido una imposición permanente de condiciones políticas, económicas y pautas salariales. No pudieron por la resistencia que llevamos adelante desde el Frente Gremial.
-¿Tiene sintonía política con Kicillof? ¿Habló de esto?
-No lo hemos hablado, pero entiendo que cambiaría la paritaria si escuchan nuestras necesidades y nosotros escuchamos las posibilidades. No va a ser una política autoritaria de querer imponer un camino sin tener la posibilidad de llevar adelante una discusión, una negociación, búsqueda de consenso. Él va a tener una responsabilidad que es gobernar a todos los bonaerenses. Nosotros, la de representar a los docentes y procurar junto con el Estado y la comunidad educativa una educación pública de calidad.
-¿Los puntos de coincidencia que usted tiene con Kicillof son compartidos por todo el Frente Gremial?
-Algunas cuestiones, en términos generales, sí. Escuchar que diga que los docentes somos la familia después de la casa es un reconocimiento. Si eso implica que cada una de las organizaciones coincidimos o no, cada una lo dirá. Suteba integra el Frente, no me puedo arrogar la palabra de los demás. Pero ese tipo de declaraciones, o miradas, caen bien en términos generales.
Kicillof en un acto junto de la CTA de los trabajadores en julio de este año
-¿Qué pasaría si la gobernación siguiera en manos de Vidal?
-No imaginamos ni un año más de Vidal. Le haría muchísimo daño a la educación. Más del que ya le hizo. Profundizaría ese daño. Lamentablemente, la gobernadora dijo una cosa y ante los medios se presentó de una manera contraria. No escuchó, no invirtió, llevó adelante un ajuste y hubo desidia en la gestión. Vidal tomó un compromiso con nosotros y con la comunidad.
-Una de las primeras decisiones fue recibir al Frente Gremial. ¿Qué quedó de esa instancia?
-A mí me pareció un gesto muy interesante escuchar a los docentes para ver cómo estaba la educación pública, cuál era la situación en la Provincia. Y yo valoré ese primer acto de gestión que fue recibirnos. En esa reunión, que duró más de dos horas, se comprometió con nosotros que ante cualquier situación no íbamos a interrumpir el diálogo. Dijo que el hecho de que existieran puntos de desacuerdos no significara interrumpir el diálogo. Nos mintió a nosotros y a la sociedad, porque después de eso le pedimos reuniones y nos cerró las rejas de la gobernación.