Parece que fue en otra vida. La noche del 9 de junio, desde los estudios de C5N, Alberto Fernández le propuso a Sergio Massa tomar un café en Buenos Aires. El ex jefe de Gabinete de Néstor y Cristina Kirchner bromeaba y el ex intendente de Tigre sonreía desde el búnker de Trelew con el gran ganador de la jornada, Mariano Arcioni. “Venite y tomemos un café. Tenemos mucho más en común”, dijo el candidato del Frente de Todos. “El festejo de Arcioni es largo, tiene una catarata de festejos que se van sucediendo, pero mañana voy a estar en Buenos Aires”, respondió el fundador del Frente Renovador. “Hasta ahí, Arcioni venía diciendo ni Macri ni Cristina”, recuerda María Victoria Das Neves. La hija del tres veces gobernador de Chubut vive con preocupación la crisis que lleva dos meses y medio en la provincia, con la educación, la salud y la justicia paralizadas, una deuda en dólares que se convirtió en una bola de nieve y una tensión que escaló a niveles inéditos a partir de la muerte de dos maestras, que venían de reclamar por sus salarios en una movilización en Rawson.
BIO. 34 años. Politóloga, asesora en comunicación. Licenciada en Gobierno y Relaciones Internacionales. Fue la mano derecha de Mario Das Neves en sus últimos años como diputado y gobernador. Ex subsecretaria de Gestión Pública y Modernización del Estado de Chubut.
-¿Cómo se explica esta crisis en la provincia?
-Estamos hablando de una provincia enorme, donde cuesta llegar de un punto a otro, donde hay una ciudad de 300.000 habitantes, como Comodoro, y pueblos de 150, como Buen Pasto. Es muy rica, es cierto, pero su realidad es muy diversa. Ha habido un crecimiento poblacional muy grande en los últimos años, producto también del mito del petróleo: lo que ahora se traslada a Vaca Muerta es lo que fue antes acá Cerro Dragón. Esto es una crisis política enorme. No estoy diciendo que las finanzas de la provincia estén bien, pero creo que hay un muy mal manejo político de la situación, desde el día uno. Lo que se está viendo hoy a nivel nacional es la explosión, pero esto se viene gestando desde hace mucho tiempo.
-¿Cuándo empieza la crisis?
-El gobernador asumió el 1 de noviembre de 2017 y de entrada sumó funcionarios de la gestión de Martín Buzzi, que veían al Estado como una empresa. Trajo mucha gente de afuera, como Andrés Meiszner, que era el segundo de Aníbal Fernández, está metido en la causa de efedrina y había estado en el RENAR. No sé por qué lo trajo, pero está al frente de la Secretaría de Trabajo. Después, Arcioni dio un aumento desproporcionado en las paritarias para los 60 mil empleados estatales.
"Hay un muy mal manejo político de la situación desde el día uno. Lo que se está viendo hoy a nivel nacional es la explosión, pero esto se viene gestando desde hace mucho tiempo."
-¿Cuándo años de déficit lleva la provincia?
La provincia tuvo superávit hasta 2011. Ya en 2012 empezó con déficit y estuvo cuatro años en esa situación. Cuando mi padre murió en 2017, estaba en un desfasaje de 280 millones de pesos (hoy según la consultora Ventosur, es de 2.879 millones de pesos). Pero por la devaluación se produce un aumento importante de las regalías y eso es lo que da bronca. Se hubiese cubierto ese déficit si se hubiese sido responsable. Lo mismo con el adelantamiento de las elecciones, que la oposición criticaba, por el gasto extra que representaba.
-Arcioni quería despegar de la oposición nacional.
-Obviamente, le salió muy bien la jugada. Sería otra la situación si él tuviera que ir por la reelección ahora. Había pagos que afrontar en junio y julio, deudas importantes, más el aguinaldo y ahí fue donde se complicó todo más. En las elecciones le fue bien, se envalentonó y, a poco de andar, chocó la calesita.
-¿Piensa que adelantó las elecciones para evitar la crisis?
-No caben dudas. Acá en Chubut Alberto Fernández arrasó en agosto. Siempre le fue muy bien al kirchnerismo nacional acá. Mi padre ganó con boleta corta y sin embargo Scioli llegó a casi el 60%. Lo que pasa es que a Arcioni le generaba mucha incertidumbre qué iba a pasar con Massa, él tiene una relación personal y está atado a Massa. Hasta la famosa noche del café que Fernández le invita a Massa, Arcioni venía diciendo ni Macri ni Cristina, siguiendo la idea del MPN. Cuando Massa cierra con Alberto, se encolumna. Es el gobernador que llevó Massa al Frente de Todos.
"Arcioni trajo mucha gente de afuera, como Andrés Meiszner, que era el segundo de Aníbal Fernández, está metido en la causa de efedrina y había estado en el RENAR."
-¿La crisis en Chubut es un problema también para el Frente de Todos?
-Creo que a Fernández, que viene de la política, no le debe hacer mucha gracia. Sobre todo por errores como el de subirse los sueldos 160% en plena crisis provincial. El gobernador firmó ese proyecto cuando tiene a los docentes en la calle, con diez grados bajo cero, peleando por que los chicos vuelvan a clases después de 90 días. Este año hay muchos padres que se preguntan: ¿qué pasa con mi hijo? ¿repite de grado o pasa sin haber aprendido nada? Es una locura, es un error político y es vivir en una burbuja.
-¿Qué responsabilidad tiene el gobierno nacional?
-Por lo que yo tengo entendido, no ha sido de lo más federal con Chubut. Muchas veces ha querido presionar con la minería. Acá hay un pueblo que lucha y que dice no a la minería, muy fuerte. Pero tampoco se puede vivir echando la culpa al otro. Hay una falta de política muy grande. El principal vocero del gobierno es Massoni, un personaje muy polémico y cuestionado y, sin embargo, después de una crisis como la de esta semana, que yo no recuerdo haber vivido antes, el gobernador no va a cambiar absolutamente nada.
-¿No hay antecedentes de una crisis similar?
-Yo no recuerdo. Mi padre ha tenido crisis, como cualquier otro gobernador, pero nunca de esta magnitud. El receso escolar terminó la segunda semana de junio y los chicos nunca más volvieron a clases. Es un gobierno necio. En la campaña, Arcioni hizo alianza con intendentes que lo ayudaron a tener un peso político importante, el de Puerto Madryn -vicegobernador electo-, el de Trelew... y hoy no los consulta.
-¿Arcioni conserva poder político?
-No creo que tenga poder político propio. Fue muy inteligente en las alianzas electorales que hizo, pero se terminaron muchas de ellas al día siguiente de la elección. El llegó con “Chubut Somos Todos”, que era el partido provincial que creó mi padre. Ese partido era mi padre. Arcioni tuvo dos años en política y tuvo que asumir una gobernación.
-¿Piensa que es una crisis autoinflingida?
-A mi criterio, sí. El está esperando que asuma Alberto Fernández. Su horizonte es que el 11 de diciembre Alberto desembolse equis cantidad de dinero, se lo baje y se arreglen todos los problemas. No es así. De hecho, dijo que el pago escalonado será hasta noviembre: piensa que en diciembre se termina porque Fernández va a ser presidente. Yo supongo que bajo una presidencia de Fernández va a haber un país mucho más federal, pero me parece una locura estar esperando que asuma un nuevo presidente. Con la situación que vive el país, tampoco se puede esperar que Fernández ponga toda su energía en Chubut.
-¿Se puede revertir la situación ahora o sólo queda ver cómo se prolonga la crisis hasta diciembre?
-La crisis no se puede prolongar más, porque va a terminar en cualquier cosa. El gobernador hizo una conferencia de prensa solamente para decir que las dos maestras que fallecieron en la ruta habían sufrido un accidente vial. Salió un ministro a decir que van a invertir en arreglar la Casa de Gobierno y la Legislatura que fue incendiada cuando la provincia está paralizada y la cadena de pagos está cortada. Viven en otra realidad.
-¿Qué pasó con Arcioni? ¿No estaba preparado?
-Puede ser. Hay muchas cosas que son de manual, de sentido común, de buena gente. Al único sector que no se le paga de manera escalonada es a la policía, a los jubilados -que tienen que comprar los remedios- se les paga en cuotas.
-¿Por qué usted y su hermano se distanciaron de Arcioni?
-En lo personal, renuncié a los tres días de la muerte de mi viejo, por un montón de cuestiones, personales. Pero después, con el correr de los meses, empecé a ver figuras que provenían del gobierno que empezó a endeudar la provincia, que fue el de Buzzi, personajes que le habían hecho muy mal a la provincia, que habíamos denunciado durante toda la campaña y que Arcioni mismo había denunciado. Se empezó a encerrar cada vez más. Era un tipo que en la cara te decía blanco y se daba vuelta, agarraba a los medios y decía es negro. Empezó a tomar decisiones que eran totalmente lo opuesto a lo que siempre pregonó mi padre. Mi viejo era una persona que respiraba política y siempre decía: de la crisis, se sale con política. Hay muchos factores que te pueden hacer ganar una elección, lo difícil es gobernar, día a día.