LO QUE VIENE

La maquinaria técnica que diseña el Plan Fernández 2019-2023

Veinticuatro comisiones trabajan desde mayo coordinadas por Nicolás Trotta y Virginia García. Autocrítica de los 12 años K, plan de gobierno y las exigencias del candidato.

Cuando falten menos de 40 días para las elecciones generales de octubre, Alberto Fernández tendrá sobre su escritorio un borrador del plan de gobierno elaborado por los equipos político técnicos del Frente de Todos. El informe contendrá una autocrítica de aquello que faltó hacer – o se hizo mal – durante los gobiernos kirchneristas, un diagnóstico de la situación actual y propuestas de medidas concretas, de corto, mediano y largo plazo, divididas en 24 áreas de trabajo.

 

El plan de gobierno será el resultado final de la tarea que realizan desde mayo profesionales de los diferentes espacios que forman el Frente de Todos, coordinados por Nicolás Trotta, representante puro del albertismo, y Virginia García, por el Instituto Patria. Fernández y su compañera de fórmula, Cristina Fernández de Kirchner, lo recibirán el 20 de septiembre para dar el visto bueno final.

 

Arraigo, ambiente, ciencia y técnica, deporte, transparencia, planificación concertada, desarrollo productivo y políticas públicas, género, estado y federalismo, seguridad y macroeconomía para el desarrollo son algunas de las áreas en las que trabajan los equipos del Frente de Todos, de manera presencial, en reuniones y encuentros, y también virtual, a través de una plataforma interactiva en la que comparten trabajos, opiniones y proyectos. Cada área tiene, a su vez, una mesa ejecutiva a cargo.  

 

 

El trabajo comenzó en mayo, cuando la fórmula presidencial todavía no estaba cerrada, pero el plan de unidad ya estaba en marcha. En una primera etapa, se impulsó la conformación de mesas de debate con la participación de cuadros técnicos. La tarea fue sistematizándose y tomó más forma después del 18 de mayo, cuando se anunció la candidatura presidencial de Fernández.

 

Desde entonces, se adoptaron distintos criterios de trabajo grupal que incluyen aportes a la plataforma virtual, reuniones masivas de trabajo por áreas, encuentros semanales de los que participan los coordinadores de cada uno de los espacios que forman parte de Todos –el Instituto Patria, el Movimiento Evita, el Grupo Callao, Agenda Argentina, el Frente Renovador, Proyecto Sur y Somos, entre otros – y citas quincenales de los coordinadores García y Trotta con los representantes de las mesas ejecutivas.  

 

Por pedido expreso de Fernández y Cristina, el trabajo incluyó un revisionismo autocrítico de todo lo que hizo el kirchnerismo durante sus tres gobiernos.

Según contaron a Letra P referentes del espacio que siguen de cerca la organización, la primera tarea que tuvieron a cargo los técnicos de cada una de las áreas fue trazar un diagnóstico de situación, proponer medidas iniciales, medidas estructurales y contenidos para la campaña. Por pedido expreso de Fernández y Cristina, ese trabajo incluyó un revisionismo autocrítico de todo lo que hizo el kirchnerismo durante sus tres gobiernos.

 

“Cómo estábamos, qué falló y qué faltó. La famosa autocrítica que siempre nos piden”, cuentan en el Instituto Patria, donde remarcan la riqueza de la tarea, sobre todo a partir del aporte de sectores que no formaron parte del gobierno kirchnerista o, al menos, de su última etapa. El massismo, los movimientos sociales, los que estuvieron en el randazzismo, el progresismo y el peronismo ortodoxo interactúan y se retroalimentan. Trotta es abogado, fue director de la Escuela Nacional de Gobierno durante el kirchnerismo y es rector de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET). García fue senadora nacional por Santa Cruz, es militante de La Cámpora y una de las más estrechas colaboradoras de Cristina. 

 

En muchos casos, los técnicos se conocen de la función pública: varios integrantes de los equipos formaron parte de las segundas o terceras líneas de gobierno hasta 2015. La política ambiental, por ejemplo, pasa ahora por el filtro de un espacio que hace de ella una bandera, como Proyecto Sur, de Fernando “Pino” Solanas. “Apertura, debate y síntesis”, definen en Todos. 

 

La segunda etapa del trabajo incluye el estado de situación actual y el análisis de los cuatro años de Cambiemos. En el kirchnerismo hay quienes recuerdan que la venta de la supuesta capacidad de gestión y trabajo de los famosos “equipos técnicos” fue parte del éxito de Mauricio Macri en 2015. “Ahora lo estamos organizando nosotros, pero, a diferencia de ellos, somos toda gente que quiere al Estado y cree en su capacidad transformadora”, explica un referente del área.

 

 

 

El trabajo colectivo responde a diferentes pautas marcadas por los coordinadores. La base figura en la plataforma electoral que el Frente de Todos presentó a mediados de junio, después de sellar el acuerdo con Sergio Massa, que designó como coordinador de sus equipos al diputado José Ignacio de Mendiguren. Los contenidos deben tener en cuenta la base programática y los puntos que va marcando Fernández en sus discursos públicos, como sucedió con el anuncio de los medicamentos gratuitos para los jubilados. Bajo ninguna circunstancia el plan de gobierno puede contradecir al candidato.

 

Además, las diferentes áreas deben plantear propuestas que sean viables desde el punto de vista económico. Por eso, cada vez que se proponga una medida que involucre una erogación presupuestaria, los especialistas deben consultarla con las áreas de macroeconomía para el desarrollo y desarrollo productivo y políticas públicas. La agenda se divide en propuestas de corto, mediano y largo plazo estructural y la modalidad virtual garantiza la participación de representantes de todas las provincias para que el plan tenga una mirada federal.

 

En línea con lo que viene planteando Fernández, las reuniones también tienen un capítulo provincial y de interacción con los gobernadores. En la agenda de los coordinadores figuran ocho foros regionales de “Profesionales para la Construcción de un Proyecto Federal”, que se iniciaron en Tucumán a fines de julio con la participación del gobernador Juan Manzur  por el NOA. Los otros siete se celebrarán antes de octubre en Patagonia norte y Sur, NEA, Centro y, probablemente, el área metropolitana (AMBA).

 

 

 

A la manera de trabajo de Fernández, que muchos asemejan a la que tenía Néstor Kirchner, todo tiene plazos de vencimiento. “Alberto pide resultados concretos, es muy exigente con el trabajo”, afirma uno de sus colaboradores más cercanos.

 

Para los equipos político técnicos también hay una fecha límite. El 7 de septiembre es el plazo que Trotta y García, trabajando en tándem, les impusieron a las comisiones para que presenten sus informes finales, con formato y extensiones también delimitados. A partir de entonces, ellos se encargarán de sistematizar el trabajo para presentarlo el 20 de septiembre ante los Fernández.

 

 

 

La modalidad de trabajo denota una línea que coinciden en admitir tanto en el Instituto Patria como en las oficinas de la calle México, donde tiene su comando el candidato presidencial: si los grupos de trabajo son aquellos que marcan la política pública a seguir, los funcionarios que ocupen esas áreas en el gabinete deberán adaptarse al plan marco trazado por la cabeza.

 

“Los nombres son secundarios, el jefe va a ser Alberto”, coinciden tanto en el cristinismo como en el albertismo, donde descuentan que gran parte de los lugares en la gestión, en caso de que Fernández sea electo presidente, estarán ocupados por los integrantes de los equipos que ya pusieron manos a la obra. Mientras algunos apellidos de peso ya empiezan a asomar, otros están por ahora solamente en la cabeza de la fórmula presidencial.

 

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Karina Milei, con Adorni y Ramírez (Prensa LLA)

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