Una hora después de los anuncios que hizo el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, el vocero principal del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gerry Rice, le ofrendó al Gobierno la comunicación que aguardaba. "Con respecto a la operación de la deuda anunciada hoy por las autoridades argentinas, el personal del Fondo está en proceso de analizarlas y evaluar su impacto", sostuvo el funcionario y anticipó que "las autoridades han tomado estos pasos importantes para hacer frente a las necesidades de liquidez y para salvaguardar las reservas".
En la escueta declaración, Rice agregó que la misión que encabeza el italiano Roberto Carderelli regresará a Washington como estaba programado, luego de mantener "conversaciones productivas" con Lacunza, el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, y el candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, "para intercambiar visiones sobre la economía argentina".
Mientras la comunicación era enviada desde Washington, Lacunza mantuvo una reunión explicativa de las medidas con los diputados y senadores de Cambiemos que asistieron a la conferencia de prensa.
Uno de los participantes del encuentro confió que por ahora no está definido si el proyecto de ley que enviará el Ejecutivo para reprogramar vencimientos ingresará por el Senado o por la Cámara de Diputados. "Lacunza está mas interesado en el DNU que saldrá publicado mañana (por este jueves) para operar sobre las letes, que en el tratamiento que pueda dar el Congreso", confió una fuente para retratar el nivel de prioridades en medio de la crisis financiera posterior a la derrota que sufrió el Gobierno en las PASO del 11 de agosto.
COSTOS COMPARTIDOS. La combinación del DNU con la ley que mande el Ejecutivo tiene una lógica definida por el oficialismo para compartir los costos políticos con el peronismo. Los asistentes a la reunión en Hacienda consideran que no es necesario el envío de una ley en este momento, porque establece cambios para el período 2020/2023, es decir, para el tramo económico del próximo Presidente. El DNU, en cambio, comenzará a regir este mismo jueves. Es clave para el comportamiento de los mercados y para agilizar la decisión del FMI para que libere el desembolso de 5.400 millones de dólares previsto para septiembre. Apenas el Ejecutivo envíe el texto, el oficialismo buscara condicionar al peronismo para que lo vote en medio de la campaña.
Para entonces la Casa Rosada aguarda contar con el dinero que espera del Fondo para controlar el dólar, sin frenar la fuga de capitales, pero con más margen financiero para llegar a diciembre a partir del impacto de las medidas anunciadas este miércoles.
"Lo vi a Lacunza muy confiado de la información que le entregó a los técnicos del Fondo", contó a Letra P el diputado nacional Álvaro González, uno de los participantes de la reunión. "Nos explicó en detalle el alcance de las medidas que tendremos que defender en el Congreso. Con esto sacamos la incertidumbre del mercado, porque le transmitimos certidumbre más allá de que se produzca el desembolso del FMI, detalló el oriundo de Santa Fe.
"Las reservas no son de un gobierno, son de todos los argentinos, y más allá de las reservas que nos dejó el gobierno anterior, estamos intentando transmitir previsibilidad", explicó. "Este paquete no toca lo que estamos negociando con el Fondo y se producirán los desembolsos cuando el organismo lo considere conveniente. Hemos transmitido el convencimiento del Presidente para estabilizar la economía, porque no hay campaña política con la economía inestable y eso debería ser un concepto compartido por todos", insistió.
La reunión explicativa contó con la presencia del presidente provisional del Senado, Federico Pinedo (PRO); el candidato a vicepresidente y senador por Río Negro Miguel Pichetto (PJ), sus pares Esteban Bullrich (PRO) y Luis Naidenoff (UCR) y los diputados Mario Negri, Eduardo Amadeo y González, entre otros.
ALMUERZO EN OLIVOS. Fue el segundo encuentro de miembros oficialistas del Congreso con el Ejecutivo. Al mediodía Macri encabezó un almuerzo en la residencia de Olivos con senadores macristas y radicales, además de Pichetto, para explicarles los pasos a seguir en la gestión y en la campaña para las elecciones de octubre. Según confiaron fuentes de la Casa Rosada el Presidente les dijo que tomará "las medidas que sean necesarias para que el camino a octubre sea con tranquilidad" y les aseguró que cree que es es posible forzar una segunda vuelta frente a Alberto Fernández.
"Si llegamos al balotaje, ahí será otra historia", arengó Macri, acompañado por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, la vicepresidenta Gabriela Michetti, Pinedo y Pichetto. Junto a ellos participaron el jefe de esa bancada, Luis Naidenoff y sus correligionarios Julio Cobos y Angel Rozas. También participaron los senadores Osvaldo Basualdo y Lucila Crexell, ambos incorporados a Cambiemos luego de la incorporación de Pichetto.