La licitación por la operación de la seis líneas del subterráneo y el premetro porteños entró en fase de reposo. Al calor de la campaña electoral, el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, planchó la disputa por el contrato y las tres empresas que pujan por quedarse con el servicio ya fueron informadas acerca de que deberán esperar a que culmine el proceso electoral para ver cuál tomará el control del servicio de transporte en 2020.
El objetivo era que el nuevo concesionario debutara en enero de este año, pero las elecciones y un pedido formal de una de las empresas para "estirar" el plazo de presentación de la oferta técnica frustraron el plan del Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte y la empresa estatal Sbase. El retraso fue tal que, a fines de 2018, la Legislatura porteña debió aprobar una prórroga para que la operadora actual, Metrovías (Grupo Roggio), mantenga el control hasta el último día de 2019.
Esa prórroga sigue vigente y en el oficialismo calculan que la licitación debería culminar antes de diciembre de este año, mientras la Comisión Evaluadora aún continúa intercambiando información con las empresas que, además, se impugnaron unas a otras para ganar terreno en la carrera por el contrato.
Actualmente, se discute la oferta técnica que elevaron Metrovías (en alianza con las alemanas Deutsche Bahn y Siemens), Helport (Grupo América) junto a Keolis y la francesas RATP y Alstom, los tres consorcios que pelean por operar el servicio de transporte bajo tierra. El sobre técnico contiene los detalles sobre el plan de negocios, las inversiones en material rodante, estaciones y hasta la gestión en torno a la atención al pasajero y el servicio de limpieza.
Toda esa información está bajo siete llaves en las oficinas de Sbase, pero la palabra final la tiene la Comisión Evaluadora integrada por instituciones especialistas en el tema y áreas del Gobierno porteño: Ministerio de Hacienda, Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte y Sbase, con el asesoramiento del Metro de Barcelona y la Cátedra de Transporte de la Universidad de San Martín (UNSAM).
Además, la empresa que opera el metro de la ciudad española de Barcelona, TMB, fue contratada por Rodríguez Larreta para confeccionar el pliego de licitación. A la empresa catalana se le planteó un objetivo particular: diseñar una propuesta que atrajera a consorcios con experiencia en diversos sistemas ferroviarios, ya que el trazado del subterráneo porteño cuenta con distintas características de señales, vías, trocha y capacidad de recepción de energía en cada línea.
Cuando culmine la segunda ronda de respuestas entre la Comisión Evaluadora y las compañías, llegará la instancia en la que se analizará la oferta económica, un sobre en el que cada firma debe explicar cuánto va a cobrar por operar el servicio, con la incorporación de un detalle que es clave en el contrato: quien se haga cargo del subterráneo cobrará, de parte del Estado, depende el funcionamiento de las unidades a disposición. Ese cálculo se hace en base a la cantidad de kilómetros que recorre cada coche que circula por los túneles porteños.