Elecciones 2019 | Las Paso

Vidal sufrió el corte de boleta en la mitad de los municipios que gobierna Cambiemos

San Miguel, San Nicolás y Tandil, algunos de los casos paradigmáticos. También, en un tercio de ellos la gobernadora cosechó un caudal más bajo que en 2015. El juego de los intendentes. Infografias.

 

 

 

 

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PRIMERA. El caso más emblemático de corte, por el volumen electoral del distrito, es el que se dio en San Miguel. En las tierras del ministro del Interior bonaerense, Joaquín De la Torre, su delfín, el intendente Jaime Méndez, camina hacia la reelección tras cosechar el 46,36%, muy por encima de Franco La Porta (37%). En la categoría bonaerense, los números fueron similares pero con sellos invertidos: en San Miguel, Vidal se ubicó en segundo lugar con el 35,62%, lejos del candidato del Frente de Todos, Axel Kicillof (47,31%).

 

En General Rodríguez, hubo un corte de cinco puntos. El intendente Darío Kubar quedó complicado de cara a octubre, al cosechar un 33,6%, casi 20 puntos por debajo de lo obtenido por el Frente de Todos. Más allá de esto, en ese distrito le fue mucho peor a Vidal, que solo logró un 28,7%. En Pilar fue leve el corte en favor del intendente Nicolás Ducoté, que cosechó medio punto más que la gobernadora, pero, de todas maneras, con el 33,8%, quedó muy abajo de su contrincante en octubre, Federico Achaval (46,11%).

 

Un caso paradigmático es el de Campana, donde fue significativa la brecha que distanció la cosecha del intendente local, Sebastián Abella, de la de Vidal. Con el 44,69% de los votos, el jefe comunal macrista se impuso con claridad a su adversario del Frente de Todos, a quien volverá a enfrentarse en octubre, Rubén Romano (37,05%). En cambio, la gobernadora obtuvo ocho puntos menos que su intendente (36,65%) y cayó frente a Kicillof (42,96%). Comparándolo con las PASO de 2015, la performance electoral de Vidal cayó en un 3,93%.

 

 


 

SEGUNDA. Al igual que San Miguel, San Nicolás es administrado por un gobierno alineado en Cambiemos pero de extracción peronista. Y en este distrito, el más fuerte de la sección, también se registró una situación similar de resultados invertidos con mucho corte, tal como se dio en terreno sanmiguelino. Allí, el intendente Manuel Passaglia se impuso con el 44,85%, frente al 33,6% de Cecilia Comerio (Frente de Todos). Sin embargo, en esa comuna Vidal solo obtuvo el 36,28% de las voluntades, muy por atrás de Kicillof, que consiguió el 43,43%.

 

En Arrefices, Javier Olaeta se impuso en la contienda local con casi el 44%. Más ajustada estuvo Vidal, que sufrió un corte de 1,5% pero logró sacar tres puntos más que Kicillof. En Rojas, el jefe comunal Claudio Rossi se impuso en la contienda local con el 50,88%. Allí, Vidal consiguió tres puntos menos (47,05%).


 

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En San Pedro, en tanto, la mandataria bonaerense bajó marcadamente su cosecha con respecto a las Primarias de 2015, un 8,52% menos. Allí, perdió por dos puntos frente a Kicillof (41,5% a 39,7%) mientras que el intendente local, el momista Cecilio Salazar, salió mejor parado: con 41,4% fue el candidato más votado y terminó apenas por debajo de la sumatoria de votos de los precandidatos del Frente de Todos (41,6%), que tendrá de postulante a Ester Noat.

 

 

También mermó la performance de la gobernadora en relación a las PASO de 2015 en distritos propios como Suipacha (-5,74%), Baradero (-1,08%), Lobos (-0,67%), Bragado (-1,68), Carlos Tejedor (-4,85%), 9 de Julio (-5,78%) y Balcarce (-0,83).

 

TERCERA. El macrista Néstor Grindetti consiguió tres puntos más que la líder del espacio en la provincia de Buenos Aires, lo que significa una pérdida de 8325 votos entre una boleta y la otra. La merma significa un duro golpe en la Tercera sección, uno de los principales bastiones del peronismo que empujó a Kicillof al triunfo más que ningún otro.

 

Luego hay casos en los que Vidal obtuvo más votos que el intendente local pero de todas formas hizo una elección a la baja en comparación con las PASO de 2015. Esto sucedió, por ejemplo, en Brandsen, donde la gobernadora obtuvo el 36,63%, poco más que el 35,15% del jefe comunal radical Daniel Cappelletti, que fue el postulante más votado aunque fue superado por la sumatoria del Frente de Todos. Allí, el caudal obtenido por Vidal en 2015 se erosionó en un 4,42%.

 

CUARTA. En Rivadavia, Vidal logró imponerse con el 44,5%, pero en el comparativo con 2015 perdió 4,61% de votos. El intendente local, Javier Reynoso, obtuvo un caudal más alto (45,68%), no obstante no llega a ser suficiente para vencer en octubre a su único competidor: Néstor Policano (Todos), que logró el domingo el 47,87% de las voluntades.

 

 

 

El intendente Víctor Aiola consiguió posicionarse cuatro puntos arriba de la mandataria, sacó 1329 sufragios más que Vidal. También en General Arenales y General Viamonte Vidal sufrió corte de boleta. La intendenta Érica Revilla consiguió dos puntos y medio más que la gobernadora y el radical Franco Flexas, cuatro puntos más.

 

En el distrito de General Villegas, la líder de Juntos por el Cambio consiguió 4557 votos menos que la propuesta local. En este municipio hubo cruce interno entre el intendente Eduardo Campana (PRO) y el ex jefe comunal Gilberto Alegre, referente del pichettismo. Una lectura de lo sucedido en los comicios locales indica que un importante caudal de votos destinados a Alegre no acompañó la lista de Vidal, emisiones que posiblemente tampoco alcance en octubre.

 

En Lincoln y Trenque Lauquen también se registró una importante diferencia entre el porcentaje que los intendentes Salvador Serenal y Miguel Fernández, respectivamente, consiguieron y lo que pudieron fidelizar para la gobernadora. En total, entre los dos distritos, Vidal perdió 1200 votos.

 

QUINTA. En Ayacucho, Vidal obtuvo el triunfo en su rubro con el 42,17% pero su cosecha fue casi un punto más baja que en 2015, mientras que el intendente Emilio Cordonnier (que asumió en 2017 en reemplazo de Pablo Zubiaurre) sacó siete puntos más que su jefe bonaerense: 49,25%, con los que se impuso a la sumatoria de los tres precandidatos del Frente de Todos  (40,77%), que tendrá a Cristian Burgos como candidato en octubre.

 

 

 

Aunque electoralmente no tiene peso, General Guido fue uno de los distritos donde la propuesta de la gobernadora fue la más golpeada. Esta ronda es la primera desde 1991 en el que el intendente Anibal Loubet no participa de ninguna lista. Después de 28 años al frente del municipio, el dirigente radical dio un paso al costado y propuso al electorado que acompañe al concejal Eduardo Miguel Cámara, quien se midió en internas con Walter Arias, vencedor del cruce. Si bien Juntos por el Cambio lideró la elección en todos los niveles, hubo un importante corte de boleta que perjudicó la performance provincial del macrismo. Mientras que el frente oficialista en la sumatoria de los dos candidatos locales alcanzó el 70,94%, la mandataria bonaerense obtuvo un acompañamiento del 53,17%, una diferencia de 17,7%.

 

Una situación similar se dio en el distrito conducido por Matías Rappallini. En Maipú, el intendente quedó en el podio local con el 47,56% del respaldo electoral. A nivel provincial, si bien la fórmula Vidal- Salvador fue la más respaldada, la gobernadora consiguió un 2,57% menos.

 

El macrista Martín Yeza, conductor del distrito de Pinamar, lideró la elección con el 39,15% de los votos. Sin embargo, a diferencia del resto de los municipios mencionados, Vidal logró mayor caudal de votos que el jefe comunal, pero 4,50 menos que lo que cosechó hace cuatro años.

 

 

 

En el distrito de Rauch, Juntos por el Cambio sólo festejó en el orden local. La fórmula nacional, provincial, los candidatos a legisladores nacionales y bonaerenses fueron pisoteados por la propuesta del Frente de Todos. Maximiliano Suescún sólo cuidó el tramo municipal y consiguió un respaldo del 50,81%. La boleta de Vidal quedó a 10 puntos con el 40,69% de los votos.

 

En Tandil, el liderazgo se lo quedó el oficialismo en todos los niveles. El intendente Miguel Lunghi -que se cruzó en internas con su ex jefe de gabinete, Marcos Nicolini, y lo superó por amplio margen- también logró que su propuesta fuera más acompañada que la que encabeza la gobernadora a nivel provincial. En el distrito la diferencia fue de 5800 votos.

 

En General Belgrano, hubo un corte de más de dos puntos y medio. El intendente radical Osvaldo Dinapoli se impuso con el 48,86%, mientras que Vidal alcanzó el 46,12%. En Madariaga, en tanto, otro mandatario local de extracción radical, Carlos Santoro, se impuso con el 47,21%, una cosecha más caudalosa que la alcanzada por la boleta vidalista (42,91%). En Lezama, el intendente Arnaldo Harispe se impuso con casi el 45%. Allí, la gobernadora obtuvo casi dos puntos menos que el radical, 43,2%. En Lobería, fue pronunciado el corte: 43% logró Vidal y 50,5%, el intendente radical Juan Fioramonti.

 

Más amplia fue la diferencia en San Cayetano. En ese distrito de la Quinta, el titular del Foro de Intendentes de la UCR, Miguel Gargaglione, se encamina a la reelección tras obtener el 67,39%. Vidal sacó diez puntos menos (57,18%).

 

 

 

SEXTA. Los cortes más importantes se dieron en Adolfo Alsina y en General Lamadrid. En el primer distrito el actual intendente, David Hirtz, no se anotó para la reelección porque fue elegido como cabeza de la lista de senadores. Ante su salida, en el distrito hubo una interna que juntó siete puntos más que la gobernadora. En el municipio conducido por Martín Randazzo la diferencia entre la propuesta local y municipal fue de 11 puntos.

 

Tampoco en Coronel Pringles el intendente Carlos Berterret se anotó para renovar su mandato. En su lugar llamó a votar al presidente del Concejo Deliberante, Lisandro Matzkin. Si bien el armado local pudo garantizar el triunfo de las listas amarillas en todos los niveles, la propuesta de Vidal perdió 10 puntos en cuatro años. De 53,13% en las PASO de 2015 ahora consiguió 43,39%.  

 

Una performance similar se dio en el Coronel Suárez. Como su par de Pringles, Roberto Palacio, también se bajó de la reelección y en el distrito Juntos por el Cambio tuvo internas. A diferencia de la victoria alcanzada en 2015, Cambiemos perdió en todos los niveles. Vidal, si bien obtuvo un mayor acompañamiento que la suma de los candidatos locales, no pudo fidelizar los votos de su primer triunfo y sufrió una variación negativa del 8,33%.

 

En Pellegrini, la victoria fue para todos los niveles de Juntos por el Cambio. Sin embargo, hubo un notable corte de boleta entre el intendente Guillermo Pacheco y la gobernadora. El jefe comunal logró el 57,32% de los votos, mientas que Vidal quedó 8 puntos debajo de esa cifra.

 

 

 

SÉPTIMA. En uno de los distritos fuertes de la sección, Azul, la interna que Vidal le habilitó a un intendente propio no le sirvió demasiado para traccionar a su lista, ya que aquí el corte de boleta fue voluminoso. Mientras que la interna local de Juntos por el Cambio -en la que el jefe comunal Hernán Bertellys se impuso al ex intendente Omar Duclós- cosechó el 55,87% del total de sufragios, Vidal obtuvo once puntos menos (44,81%).

 

En Saladillo, conducido por el radical José Luis Salomón, si bien no hubo corte entre el candidato local y la gobernadora, sí hubo un marcado descenso de respaldo entre la elección 2015 y la reciente. Mientras que hace cuatro años Vidal recibió el acompañamiento del 57% de la población, este año mermó 7,3%.

 

Juan Manuel Abal Medina.
La geometría de Javier Milei

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