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El plan de Alberto F. para completar con Schiaretti su liga de gobernadores

El candidato reunió en su búnker a 12 mandatarios, a los que se suma Perotti. Tras los gestos de Caserio, empieza a tomar fuerza la chance de un encuentro con el cordobés, cercano a Macri.

“Le mandaré tus saludos”, dijo el precandidato presidencial Alberto Fernández cuando Letra P le preguntó sobre una posible reunión con el gobernador cordobés, Juan Schiaretti, cuyo partido ya decidió utilizar boleta corta en las próximas elecciones nacionales. Con esa breve respuesta, pronunciada desde la ventana del vehículo que lo llevaba al Senado, el ex jefe de Gabinete de Néstor Kirchner blanqueó que crecen las chances de protagonizar un encuentro con el reelecto mandatario mediterráneo. El tema fue uno de los platos fuertes del almuerzo que compartió este mediodía con 12 gobernadores del PJ. Uno de los asistentes, bajo estricta reserva de su identidad, confió que “Schiaretti le hizo una invitación a Fernández para que visite Córdoba y la va a aceptar”.

 

Cerca del precandidato mantuvieron la misma cautela, pero confirmaron el gesto del jefe actual del cordobesismo. “Hubo invitación, pero no habrá reunión la semana próxima, porque tenemos otras cosas antes. Tenemos un muy buen diálogo con (el senador Carlos) Caserio, que es un gran puente con Córdoba, y también hablamos con muchos intendentes de la provincia”, contestó un vocero de Fernández. 

 

Desde la capital provincial, un alto funcionario de Schiaretti tampoco descartó el encuentro, pero relativizó su importancia. “No puedo rebatirlo ni confirmarlo; Juan se reúne con todos y no tiene drama en hacerlo, pero, más allá de los pronunciamientos de algunos dirigentes de nuestra provincia, nuestro partido tomó la decisión de ir con boleta corta en las próximas elecciones”, detalló la fuente.

 

Detrás de las prevenciones que adoptó para referirse a la invitación de Schiaretti, el funcionario cordobés recordó que “acá rige la decisión de la boleta corta y nuestros dirigentes están comprometidos a laburar casi artesanalmente para que entre la mayor cantidad de diputados. Después de eso, hay libertad de acción”, insistió la fuente y recordó que, “en Córdoba, ir pegado al kirchnerismo nos hace perder votos”.

 

 

 

La danza de gestos sobre esa cita reviste otro calibre desde que este martes por la noche Fernández se reunió con el gobernador electo de Santa Fe, el peronista Omar Perotti. “Nosotros no somos Santa Fe; Perotti ganó allá por un acuerdo con el kirchnerismo, acá en Córdoba la situación es otra”, atajaron desde el despacho de Schiaretti, para negar que el encuentro en La Docta vaya a ser otro capítulo de las reuniones diferenciadas que protagoniza Fernández por fuera del almuerzo que encabezó este miércoles al mediodía. 

 

 

 

El encuentro no tiene fecha definida, pero está previsto para este mes. "Juan no tiene problemas de sentarse, lo ha hecho con Macri y dijeron que era un acuerdo tácito con el Gobierno; después con (Miguel Angel) Pichetto y volvieron a la carga con lo mismo, pero acá hay boleta corta", insistió el funcionario de Schiaretti. 

 

 

 

“El gran tema de la reunión es que los gobernadores están dispuestos a trabajar por la candidatura de Alberto, pero quieren los votos de Cristina Fernández de Kirchner”, definió uno de los participantes del encuentro en referencia a los poroteos que compartieron con el precandidato presidencial, donde repasaron la situación social de cada provincia, el impacto de la crisis y la organización de la campaña: una asignatura clave en vista del desarrollo comunicacional que la Casa Rosada puso en marcha.

 

Al encuentro grande, organizado inicialmente por el mandatario tucumano, Juan Manzur, asistieron sus colegas Mariano Arcioni (Chubut), Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Alicia Kirchner (Santa Cruz), Gildo Insfrán (Formosa), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Lucía Corpacci (Catamarca), Sergio Casas (La Rioja), Domingo Peppo (Chaco), Sergio Uñac (San Juan) y Carlos Verna (La Pampa), que llegó acompañado por su sucesor, el actual vicegobernador Sergio Ziliotto

 

La escena se completó con un delegado del “misionerismo”, el diputado nacional Jorge Franco, que fue en representación del mandatario mesopotámico, Hugo Passlaqua, que ya garantizó la continuidad de su fuerza política con la elección de su vice como sucesor, Oscar Herrera Ahuad.

 

Los faltazos corrieron por cuenta del reelecto gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, que no pudo llegar por problemas de agenda.

 

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