Cuando su candidatura todavía era una apuesta arriesgada de representantes de diferentes tribus políticas que lo veían como alguien capaz de ponerse al hombro la tercera opción electoral, Roberto Lavagna dio una primera señal positiva y se instaló en el tercer piso de un edificio ubicado en el barrio de Retiro. Allí, a principios de abril, el economista empezó a recibir a dirigentes radicales, peronistas, socialistas y de todo el arco político para empezar a construir su propuesta. Dos meses después, en el amplio local ubicado en la esquina de Cerrito y Paraguay, instaló su búnker de campaña y lanzó su candidatura.
Las oficinas que ocupa Lavagna desde abril están en el edificio de estilo francés ubicado en Paraguay al 1100, que tiene más de 80 años de antigüedad. Ocupan más de 600 metros cuadrados y fueron acondicionadas en tiempo récord para la instalación del candidato de Consenso Federal, cuando aún no había definido públicamente si pelearía por la presidencia.
Allí, antes del cierre de listas, Lavagna se reunió con los dirigentes de la UCR Ricardo Alfonsín, Federico Storani, Juan Manuel Casella y Jorge Sappia, cuando encabezaban una rebelión que amenazaba con romper Cambiemos. La construcción colectiva no prosperó, pero el economista selló después en sus oficinas el acuerdo con el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, y la líder del Gen, Margarita Stolbizer.
Las negociaciones para el armado de la fórmula presidencial, que conforma junto a Juan Manuel Urtubey, transcurrieron entre las oficinas de la calle Paraguay y la Casa de Salta, donde el gobernador hace base cuando está en Buenos Aires. Por allí circularon la primera candidata a diputada por la provincia de Buenos Aires, Graciela Camaño, y el candidato a gobernador bonaerense Eduardo “Bali” Bucca.
Además de Lavagna y su hijo, el diputado Marco Lavagna, en el tercer piso del edificio de Retiro están los voceros y equipos de campaña y los colaboradores más cercanos del economista: el jefe de campaña, Armando Torres, el ex embajador ante la OEA Rodolfo Gil y el ex director de la Comisión Nacional de Valores (CNV) Carlos Hurbeigt. Hay cuatro salas de reuniones, equipadas con muebles modernos, sillones y mesas ratonas de colores, donde nunca faltan los caramelos frutales, y un espacio destinado a la juventud.
En la recepción hay sillones y cuatro pantallas que proyectan, de manera permanente, imágenes de campaña de Consenso Federal que los invitados pueden mirar mientras esperan ser recibidos.
A pocos metros de ese edificio, en la esquina de Cerrito y Paraguay, está el búnker de campaña que los gremios que apoyan al economista, con el gastronómico Luis Barrionuevo a la cabeza, inauguraron en junio, cuando se lanzó la candidatura presidencial. Hasta entonces, en ese local estaban las oficinas comerciales de Latam. En el comando de campaña de Lavagna ya se acostumbraron a darles a los clientes la nueva dirección de la sede de línea aérea.
La amplísima esquina de Cerrito y Paraguay está destinada a las conferencias de prensa, actividades de equipos técnicos, charlas y reuniones partidarias con dirigentes que llegan desde distintos puntos del país para escuchar al candidato presidencial o a su equipo de campaña. Pese a las comodidades edilicias, en el equipo del economista insisten en que trabajan en modo low cost. Allí se presentó en sociedad la fórmula Lavagna - Urtubey, el 19 de junio. El local aún está ploteado solo con la figura del economista, tal como cuando fue inaugurado.