Elecciones 2019 | Mar del Plata

Arroyo, juega o juega: tensa tregua con Cambiemos sin descartar otras opciones

En el entorno del intendente no ponen en duda su candidatura pero tienen a mano otras cartas. Sin mirar encuestas desalentadoras, se abrazan a 2015. Cómo ve la estructura amarilla al socio incómodo.

Lo que fue un matrimonio por conveniencia aún no es divorcio por el mismo factor. Pero sobran los motivos para la ruptura. La relación entre el intendente de Mar del Plata, Carlos Fernando Arroyo, y sus socios de Cambiemos estuvo signada por una tensión que se agudizó en los últimos dos años, con omisiones en actos vidalistas -por un lado- y desconocimientos de aportes de campaña -por el otro-, además de cortocircuitos por el abordaje financiero de la comuna, la relación con los municipales y los chispazos por las inagotables frases polémicas del mandamás marplatense. Pero, al final del día, hay una elección en donde la confluencia en el mismo espacio sigue siendo una posibilidad certera.

 

El video exhibido días atrás por Guillermo Montenegro durante la inauguración de un local partidario y en el que aparece respaldándolo toda la plana mayor del PRO –con Mauricio Macri y María Eugenia Vidal a la cabeza- fue evidencia suficiente para mostrar quién corre con el caballo del comisario en la interna local de Cambiemos. Pero en un escenario electoral muy atomizado, con el candidato bendecido sin la espalda suficiente en las encuestas y con otros socios pidiendo pista de cara a agosto, suena con fuerza la hipótesis de “una gran PASO”, con Arroyo incluido.

 

Ante la necesidad de sostener su principal bastión bonaerense para traccionar desde allí a los esfuerzos de campaña seccionales y provinciales, la intención del armado bonaerense es no descartar a nadie, ni siquiera al intendente que más dolores de cabeza acarreó a la gestión V. Allí, ven que Arroyo conserva un núcleo duro que, aunque sea insuficiente para pelear una elección de manera autónoma, puede bastar para arruinarle la elección a Cambiemos en octubre si juega por afuera.


 

En tanto, voces pertenecientes a la mesa chica del arroyismo consultadas por Letra P no ponen en duda su candidatura pero admiten que tienen todas las cartas sobre la mesa, ante la posibilidad de una decisión “de arriba” de cortar relaciones definitivamente con el intendente en la antesala a la elección. Ya Arroyo dejó en claro que la decisión corre por cuenta de la Gobernadora, por lo que el paso de separación, si es que se da, se tiene que dar desde La Plata.

 

“Que Arroyo se va a presentar, se va a presentar, eso no se discute”, aseguró un dirigente con línea directa al jefe comunal, ante los recientes guiños que la cúpula nacional y bonaerense hizo a la candidatura de Montenegro: “Lo tomamos de la misma forma que tomamos las cosas que nos hicieron en estos dos años”, expresó, a la vez que graficó la relación con el vidalismo: “Nunca fue una relación de amor pero tampoco de odio. Ellos tienen derecho a pensar que Montenegro es la mejor opción para Mar del Plata, nosotros no estamos de acuerdo, pero todo bien”.

 

 


Así dadas las cosas, en el seno del partido vecinal del intendente, Agrupación Atlántica (AA), descreen de las encuestas que manejan en el PRO y que posicionan al hombre del piloto azul muy por debajo del pelotón de precandidatos en las encuestas: “Hay que estar en la calle para saber los votos que tiene Arroyo, no se puede hablar sin saber. Cuando en 2015 Arroyo gana, a esa altura nadie pensaba que Arroyo iba a ser intendente y lo terminó siendo aunque las encuestas daban otra cosa”, señalaron.

 

Sin disimular fastidios pero sin la intención de romper, en el arroyismo ya parecen digerir el particular escenario local e imaginan una interna entre el intendente, la concejala Vilma Baragiola y el diputado Montenegro –a la cual tampoco se baja el lilito Guillermo Castello. “Vamos a tener igualdad de condiciones”, confió un dirigente de AA que, de todos modos, advirtió: “Si no están dadas las condiciones de igualdad, Arroyo tiene su partido e irá con su partido. Acá no se descarta nada”. En este punto, dirigentes de Cambiemos que no cortaron diálogo con el intendente ponen el acento en la amistad que mantiene con el gastronómico Luis Barrionuevo, hoy armador del lavagnismo. 

 

 

 

Ante los micrófonos, Montenegro afirma no tener diálogo con la gestión municipal y Baragiola habla de una relación “protocolar”, a la vez que concejales del radicalismo no aprobaron la reciente rendición de cuentas tratada en el deliberativo. Pero, sobre esto, en Agrupación Atlántica buscan descomprimir: “Son gestos más que nada políticos, lo importante es que te aprueben las compensaciones de partidas”. Y se añadió: “Tenemos que hablar con todos, no podemos romper con uno y con otros no”.

 

Voces que forman parte de la vida interna de Cambiemos marplatense insisten en que explorar una negociación con AA por fuera de una postulación de Arroyo, puede ser una vía de escape al actual atolladero interno. Dato no menor es que el sello del intendente pone en juego en la próxima elección cuatro de sus cinco asientos en el Concejo Deliberante.
 

 


CERRADO POR SU ENTORNO. Más allá de esto, voces que están trabajando por la candidatura de Montenegro advirtieron que existió la intención de abrir un canal de diálogo con el intendente pero que “se cerró” y que esto “tiene que ver con el entorno”. Aquí, apuntaron a dos dirigentes en particular: el secretario de Economía y Hacienda, Hernán Mourelle, y el director de Protocolo, Hernán Tillous.

 

“Arroyo dice que no cree en las encuestas y que va a ser reelecto. Está siendo mal asesorado con su entorno”, deslizó a este medio una voz que mantiene diálogo con el ala más dialoguista del arroyismo, posado sobre el recinto deliberativo.

 

También están los PRO que ya no quieren saber nada con insistir en un acercamiento con Arroyo y hasta se inclinan por una interna mano a mano entre Montenegro y Baragiola.

 

Pero por fuera de la geografía marplatense, armadores amarillos lo incluyen al intendente en una gran PASO: “Arroyo ya está decidido a ser. Tanto a Cambiemos como a él, les conviene que vaya por adentro, no por afuera, porque la boleta corta sería suicidarse en una polarización como la que hay hoy a nivel nacional”, señalaron en un despacho ejecutivo.
 

 


Sobre el perfil del intendente y cómo hacerlo cuadrar en el aparato discursivo de Cambiemos, en el PRO describen: “Arroyo no mostró deshonestidad ni corrupción, la gente lo ve como un tipo honesto pero con mala gestión, porque la verdad es que en cuatro años no pudo demostrar capacidad de gestión”

 

Y ahondó: “No tuvo un buen equipo, un buen gabinete. Se hizo mucho de Provincia y de Nación, 400 cuadras de asfalto, cloacas, una obra para evitar inundaciones, se hizo un aeropuerto nuevo, los trenes, está llegando el gasoducto. Pero la gestión municipal no acompañó esa ola de obras”.

 

De todas formas, en un gesto de tensa tregua, en el armado amarillo se destacó que “en el último tiempo” Arroyo “se alineó con el presupuesto y bajó sobre todo la desconfianza hacia el equipo, hacia María Eugenia”. “A veces parece que los equipos provinciales y nacionales desembarcan como una especie de intervención y, la verdad, es para ayudar. En este último tiempo lo entendió un poco más Arroyo”, puntualizaron para buscar encausar una relación con futuro incierto a escasas semanas para el cierre de listas.

 

Maximiliano Pullaro y Axel Kicillof. FOTO: Farid Dumat Kelzi / Red Boing.
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