El ex ministro de Economía Roberto Lavagna pasó de ser la esperanza anti grieta del Círculo Rojo a generar más dudas que certezas en los núcleos de poder. Lo que hace un mes estaba claro entre los CEOs hoy parece diluirse a fuerza de las idas y vueltas que planteó el posible pre candidato presidencial.
En las últimas horas, Lavagna hizo una movida para conseguirse un ladero para una fórmula propia, sin internas en el espacio de Alternativa Federal. Se reunió, a tales fines, con el neurólogo de extracción radical Facundo Manes, uno de los que tiene ganas de jugar en un espacio que no parece tener definido. Le pidió el ex ministro que sea su candidato a vicepresidente, pero recibió un “no”. Manes “está charlando con todos, pero no se lo ve consustanciado con ningún pre candidato”, contaron a Letra P quienes lo conocen y recibieron la noticia del ofrecimiento. De hecho, el neurólogo se reunió hace unos días con el propio Alberto Fernández, quien también intentó sin éxito sumarlo al espacio del post kirchnerismo.
Lavagna le ofreció una fórmula a Manes.
Mientras Lavagna sigue sin dar pistas de qué hará en el marco de una desintegración paulatina de la ancha avenida del medio, los empresarios se sorprenden de “lo mal que está jugando Roberto”. “Nos confunde”, contó a este medio un CEO que lo frecuenta.
La terquedad del ex ministro no cayó bien en el establishment. El dueño de Editorial Perfil, Jorge Fontevecchia, publicó en su columna dominical que hubo empresarios que le habrían ofrecido 8 millones de dólares para que baje su candidatura. Más allá del dinero, hay certezas de que ha perdido apoyos clave, entre ellos los que debían financiarle la campaña. Cuentan que fue el propio Paolo Rocca, líder de Techint, quien le pidió que compitiera en una interna para que Alternativa Federal tuviera un candidato fuerte, pero se negó, se niega y se negará.
La ruptura de Lavagna con el establishment fue paulatina y casi que corrió al ritmo de la perdida de caudal del pre candidato en las encuestas de cara a agosto y octubre.
Cuando todos lo tenían muy bien considerado, pegó el faltazo a la primera cena con la avenida del medio que organizó el Grupo Roldán, los CEOs que se juntaron en la parrilla del dueño de Grupo América, Daniel Vila. Luego, se reunió a almorzar con dos CEOs que no lograron decodificar qué modelo de país buscaba el ex ministro. “Hoy está haciendo reuniones cara a cara, uno con uno, para buscar padrinos que lo ayuden en la campaña”, sintetizan los que charlan con él.