El líder del Frente Renovador, Sergio Massa, se bajó este martes de la carrera presidencial y confirmó que encabezará la lista de diputados nacionales del Frente de Todos por la provincia de Buenos Aires en las elecciones generales de octubre.
"Evaluamos la posibilidad de la primaria presidencial como una forma de hacer crecer el Frente de Todos, pero entendemos que eso en algún momento puede ser una debilidad después de la primaria. Por lo tanto tomamos la decisión de encabezar la lista de diputados nacionales de la provincia de Buenos Aires", sostuvo el dirigente durante su exposición en el ciclo "Democracia & Desarrollo" que se realiza en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA).
Quedó así descartada la posibilidad de que compitiera con Alberto Fernández y Cristina Kirchner en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del Frente de Todos, encabezando una fórmula del Frente Renovador. De ese modo, habrá unidad en la lista presidencial y en la lista para diputados nacionales en el distrito bonaerense.
Nosotros "ocuparemos nuestro espacio y Cristina Kirchner ocupará el suyo", señaló, al ratificar la autonomía de su sector.
No obstante, el ex diputado reconoció que tuvo, tiene y va a tener "el deseo de ser presidente de la Argentina". "Construimos un equipo que conoce bien al Estado, que tiene una enorme capacidad. Pero creo que es un tiempo en el que cada uno de nosotros tiene que tener una dosis de humildad y de reconocimiento de hasta dónde le da la capacidad a cada uno para pelear en el momento o en el lugar que le toque".
"Siento que nuestra responsabilidad hoy está más puesta en construir esa mayoría opositora, más allá de mi interés personal", insistió el ex jefe de Gabinete, quien también indicó que se abrió "a la posibilidad que han planteado de presidir el Congreso desde el 10 de diciembre".
Siguiendo esta línea, defendió la decisión de su espacio de acercarse al PJ y al kirchnerismo: "Pareciera que en la Argentina nos negamos a darle entidad o identidad a la idea de la concertación o la coalición de partidos", sostuvo el dirigente opositor. Además, dijo que tomó esa decisión "mirando a los argentinos sin trabajo, las pymes en crisis y la pobreza estructural".
En ese sentido, subrayó que "la Argentina tiene que ir nuevamente hacia un modelo de consolidación de fuerzas políticas que desarrollen coaliciones de partidos para gobernar sobre la base de programas, de acuerdos y también de disensos".
"El próximo gobierno va a necesitar de una enorme capacidad de diálogo, de ampliar la coalición para llevar adelante los cambios y las reformas que la Argentina necesita, entendiendo que estamos en un proceso económico muy complicado", manifestó.
El ex jefe de Gabinete fue consultado respecto a la eventual polarización que podría darse entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio y la consecuente desaparición de una tercera opción electoral, a lo que respondió: "Lo que terminó pasando fue que las puntas se cayeron hacia esa ancha avenida del medio. Más allá de la cuestión de la pelea, lo que terminó triunfando es la idea de que en la Argentina de la etapa que viene tiene que haber diálogo, moderación política, reencuentro, un mapa sobre la base de los problemas a resolver y no de la cuestión de la pelea política per se".