Fuera del poder desde 2015, el sabbatallismo llega a una nueva elección ejecutiva en Morón con una marcada erosión en la musculatura peronista de su espacio, Nuevo Encuentro. Y es que desde el PJ local proliferan variantes que se corren de la imagen del ex titular del AFSCA, Martín Sabbatella y de su delfín para los próximos comicios, el ex intendente Lucas Ghi.
En ese marco, un sector significativo del peronismo impulsa la candidatura de un dirigente que viene ganando terreno en el armado local. Se trata de Gabriel Barquero, quien viene acentuando sus recorridas por el distrito y suma el apoyo de referentes seccionales a partir de su rol como asesor del bloque de intendentes que se referencia con el lomense Martín Insaurralde, además del impulso propio del acompañamiento de su esposa, la vicepresidenta de la Cámara baja bonaerense a cargo de la presidencia actualmente, Marisol Merquel.
Por su parte, otro dirigente que pide pista en la escena del peronismo moronense es Hernán Solito, quien días atrás formalizó su intención de competir en las PASO de agosto en el marco de un acto donde estuvo acompañado por miembros de agrupaciones como el Movimiento de Unidad Peronista (MUP) y el Movimiento Evita, entre otros. Solito lanzó su plataforma bajo la bendición de Cristina Fernández Kirchner, como lo sugieren dos gigantografías que el referente justicialista hizo montar en cerca de la autopista del Oeste y del FFCC Sarmiento.
De esta forma, Nuevo Encuentro se desdibuja en su distrito de referencia aunque sostiene la candidatura de Ghi, aún respaldado por la estructura de Unidad Ciudadana. Pero el escenario es diametralmente distinto al de 2015. Sin el aparato municipal y con un armado opositor que apunta a conformarse con mayor horizontalidad, la fibra del peronismo moronense ya no se posa detrás de los movimientos sabbatellistas, sino que apuesta a protagonizar la oferta opositora.
Por eso ya están analizando las consecuencias de una inminente interna con cuatro opciones, a la que también se sumaría el abogado Mariano Maccia. En concreto, la mesa chica de Nuevo Encuentro se encorseta en Diego Spina, Martín Sabbatella y su hermano Hernán. Sin la lapicera a la hora de la toma de decisiones, Ghi se mantiene a la espera de las decisiones provenientes de esa mesa.