El congreso del Frente Renovador, y el discurso que pronunció su líder, Sergio Massa, cosechó lecturas dispares dentro del Gobierno. Sin embargo, la mayoría de los funcionarios consultados por Letra P coincidieron en que el tigrense abrió la puerta para negociar con el kirchnerismo, con el fin de evitar que se divida su partido.
Por la tarde, cuando concluyó el encuentro, las fuentes consultadas arribaron a una conclusión provisoria: que Massa extendió la habitual ambigüedad de sus movimientos políticos para postergar la indefinición de sus decisiones. No fue la única apreciación porque, según interpretaron los inquilinos de la Casa Rosada, el jefe del Frente Renovador ofreció un discurso donde “no dijo nada”, pero lo acompañó con la aprobación unánime de un documento que le permite abrir negociaciones con el kirchnerismo. Un camino que, por ahora, aparece limitado por el acuerdo que suscribió el martes en Córdoba con sus socios de Alternativa Federal para definir el candidato de ese espacio en las PASO de agosto.
“Fue ambiguo como siempre, pero hay que recordar que Sergio está condicionado a jugar dentro de Alternativa Federal”, evaluó un alto funcionario del ala política del Gobierno para restarle relevancia al plenarior ealizado este jueves en Parque Norte.
Sin embargo, detrás de esa consideración inicial, en Balcarce 50 se multiplicaron las sospechas sobre un posible acercamiento de Massa a un armado opositor a Cambiemos, que podría implicar un intercambio de cargos, candidaturas o gestos con el Frente Patriótico que ya tiene lanzada a su fórmula, encabezada por Alberto Fernández y completada por la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
“El documento dice claramente lo que quiere, por eso no es descabellado pensar que Massa esgrima la posición de mayoría de su grupo político para buscar un acuerdo con el PJ, que negocie lugares en la listas y que él no juegue”, aventuró otro operador del PRO que interviene en la provincia de Buenos Aires.