Con una conferencia de prensa en el salón Felipe Vallese del edificio histórico de la CGT, la plana mayor de la central obrera coronó el quinto paro general en la era Cambiemos. "La jornada se realizó con un acatamiento contundente en todos los sectores productivos y de servicios, pero también del transporte", evaluó el secretario general Héctor Daer que centró la medida como una acción de reclamo para que el Gobierno "rectifique de manera urgente las medidas económicas que sistemáticamente fueron erosionando la actividad económica, con las consecuencias devastadoras que están a la vista".
El clima en el edificio de la calle Azopardo preanuncia que la medida de fuerza de este miércoles será la última contra el gobierno de Mauricio Macri, por dos elementos centrales. Por un lado, los sindicalistas consultados por Letra P se mostraron convencidos de que es improbable que Cambiemos gane las elecciones presidenciales, sobre todo si mantiene a Macri como candidato. Eso se completa con cierta satisfacción, en algunos más explícita y en otros más solapada, de que Cristina Fernández de Kirchner haya optado por bajar su postulación presidencial.
El segundo elemento, vinculado a este último punto, es que de ahora en más los esfuerzos y recursos de las principales espadas sindicales estarán abocadas a la construcción de una alternativa peronista amplia que sepulte los sueños reeleccionistas de Cambiemos. "Es poco probable que vuelva a haber medidas, básicamente porque desde ahora todos nos vamos a meter en el tema político", se sinceró un miembro del Consejo Directivo ante la consulta de si se prevén futuras protestas.
Las diferentes intervenciones de los jefes sindicales durante la conferencia de prensa, entre los que se encontraban Carlos Acuña, Sergio Sasia (Unión Ferroviaria), Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA), Rodolfo Daer (Alimentación) y Julio Piumato (Judiciales), coincidieron en ponderar positivamente el impacto del paro general y en fustigar las críticas oficiales que lanzaron diferentes funcionarios a través de los medios.
"Son las típicas apreciaciones de un Gobierno que no encuentra el rumbo y le quiere echar la culpa de sus fracasos a los otros", sostuvo Daer en relación a las declaraciones del ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, que más temprano había dicho que la medida era "inoportuna" y acusó a los gremialistas de "usar como rehenes" a los trabajadores.
"Es un gobierno en estado de inacción, tenemos un presidente que se agacha para tocar el pavimento pero no le preocupan que miles de compatriotas estén sumidos en la pobreza apenas a unos metros de donde hace esos actos", disparó el dirigente de Sanidad.
"Hay que pensar las cosas en la lógica inversa de cómo las plantea el Gobierno. ¿Qué hizo el Gobierno en los últimos meses para evitar que haya un nuevo paro? El problema en nuestro país no es perder un día de trabajo, sino que hay miles de compañeros que están perdiendo su trabajo para todos los días, para siempre", dijo Piumato, que además anunció que los judiciales cumplirán este jueves un nuevo paro general.
Más temprano, el Frente Sindical por un Modelo Nacional (FreSiMoNa), el agrupamiento de gremios disidentes que conduce el camionero Hugo Moyano, realizó otra conferencia de prensa en la que hubo una evaluación similar: "El paro ha sido muy efectivo, con mucha adhesión; lo hablamos con todas las provincias del país, y una vez más queda demostrado el rechazo a la política económica".
Moyano salió a responder las críticas de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y aclaró que "estos paros no se hacen por capricho de los dirigentes, sino por necesidad". "No sé cuántos paros más pueden venir, espero que este mensaje de los trabajadores lo hagan reflexionar al Presidente", planteó.
Por su parte, Sergio Palazzo, titular de La Bancaria, dijo que "hay millones de calles que pueden ser utilizadas, en vez de las siete cortadas". "Le sugerimos a la ministra Bullrich que resuelva los problemas de los argentinos y no los problemas de tránsito", dijo el sindicalista.