Los llamados a la unidad y los acercamientos entre las diferentes tribus sindicales propiciados por las elecciones presidenciales no parecen ser suficiente para atenuar las diferencias y las luchas por el poder en el mundo gremial. Un testimonio de eso es la disputa por la conducción de la Juventud Sindical (JS), que en las últimas semanas detonó la posibilidad de convivencia entre los Gordos, los jefes de los grandes gremios, y las organizaciones alineadas con Hugo Moyano.
Hasta principios de mayo, el secretario general de los Aeronavegantes, Juan Pablo Brey, un dirigente leal al líder camionero, estaba al frente de la rama juvenil de CGT pero estaba siendo presionado para renovar la conducción después de que, siguiendo a Pablo Moyano y a Juan Carlos Schmid, se alejó del Consejo Directivo de la central. La pelea por la sucesión de Brey tiene un trasfondo marcado por falta de acuerdo sobre cuál es la función del espacio y sobre su organicidad o no con la conducción de la central.
Cerca de Brey opinan que la movida cegeteista apunta "burocratizar" a la JS, porque durante la gestión del aeronavegante el espacio actuó como un ámbito de confluencia entre gremios confederados, movimientos sociales, agrupaciones sindicales y organizaciones ajenas a la CGT.
De hecho, el detonante de la ruptura fue la negativa de los grandes gremios a que participaran agrupaciones opositoras en el congreso que iba a designar una nueva conducción el 16 de mayo. El plan inicial, que parecía tener consenso entre todos los sectores que participan en la JS, era designar una mesa de conducción provisoria hasta después de las elecciones presidenciales. Una vez resuelto eso, se iba a elegir al sucesor.
El sector que responde a Brey realizó igual un congreso, que contó con el respaldo de más de 30 agrupaciones de juventud de ramas de la industria y servicios, y designó como como referente del espacio a Cristian Jerónimo, secretario general de la Industria del Vidrio.
Frente a este movimiento, la CGT no sólo desconoció ese ámbito de resolución sino que hizo una potente demostración de fuerza convocando a buena parte de su Consejo Directivo este lunes en un acto en el Salón Felipe Vallese del histórico edificio sindical de la calle Azopardo.
"La única Juventud Sindical es la de CGT", rezaba la bandera desplegada en el primer piso de la central, donde el plenario encabezado por el secretario general de la central Héctor Daer, Gerardo Martínez (Uocra), Rodolfo Daer (Alimentación), Hugo Benítez (Textiles) y Sergio Sasia (Unión Ferroviaria) designó a Sebastián Maturano al frente de la Juventud Sindical.
Además de las presencias de peso que blindan a Maturano de institucionalidad, la consigna no deja lugar a dudas sobre el proyecto que la conducción de CGT tiene para el espacio. "La intención es que sea un órgano participativo que agrupe a la juventud de la central y que se parte de la vida interna", señalaron a Letra P cerca de la nueva conducción.
"Hay un sector que se arroga la representación de la juventud sindicalizada, pero no tiene ningún tipo de legitimidad hacia adentro de la CGT. Ayer (por el lunes) hicimos el Congreso en el que definimos la nueva conducción," dijeron desde La Fraternidad.