Más allá del exitismo de las declaraciones de líder gastronómico Luis Barrionuevo, la cumbre entre Roberto Lavagna y los principales dirigentes de la CGT transcurrió en un clima en el que quedaron expuestas las diferencias sobre la estrategia de inserción (o de exclusión) de la candidatura del economista en la interna peronista.
Gerardo Martínez (UOCRA), Andrés Rodríguez (UPCN), Roberto Fernández (UTA), Omar Maturano(La Fraternidad) y Amadeo Genta (Municipales) visitaron a Lavagna en sus oficinas de la calle Paraguay para conversar sobre el nuevo escenario político abierto por el sorpresivo anuncio que hizo el sábado pasado Cristina Kirchner, cuando postuló a Alberto Fernández para la presidencia.
"Indudablemente, el lanzamiento es una noticia positiva, que acerca las posibilidad de una unidad peronista", le dijo a Letra P uno de los jefes sindicales que respaldó desde el vamos la postulación de Lavagna pero que ahora ve que, "pese al panorama complejo que implica un acuerdo de estas características", es posible un acercamiento con los sectores que orbitan al rededor del flamante precandidato presidencial.
Entre los principales líderes cegeteistas evaluaban que la decisión de Cristina de correrse de la cabeza de la fórmula es un gesto para todo el peronismo, "un avance significativo" que debería ser retribuido de alguna manera por parte del espacio Alternativa Federal, el agrupamiento donde, por lo menos hasta hoy, militan Lavagna, Sergio Massa y Juan Manuel Urtubey como precandidatos presidenciales y el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, como hombre fuerte después de ser masivamente refrendado en las elecciones provinciales. Y un poco más atrás en la jerarquía a Miguel Pichetto.
El plan lavagnista de confluir con sectores ajenos al peronismo en una coalición amplia no genera simpatías en el mundo gremial.
Sin embargo, después de la reunión, Lavagna se apuró a lanzar su candidatura con un mensaje a través de las redes sociales. "Voy a ser candidato a presidente", dijo sin demasiadas precisiones sobre cuál sería el camino para llegar a la Casa Rosada. El mismo día y con un una tónica más dura, Schiaretti también empantanó un poco más los acercamientos con el kirchnerismo diciendo que no va a formar parte de ninguna coalición con los protagonistas de "la grieta".
Durante las últimas semanas, Lavagna abonó la posibilidad de confluir con sectores ajenos al peronismo en una coalición amplia opositora que no genera simpatías en el mundo gremial. Al contrario. Durante la reunión, los sindicalistas ratificaron que van a acompañar su candidatura, pero advirtieron que lo hacen porque es un dirigente que expresa la identidad del peronismo.
"Si se desdibuja o diluye esa identidad y en la cancha hay otro candidato peronista, no va a haber dudas a quién vamos a respaldar", advirtió uno de los dirigentes que participó de la reunión y jura que así de explícito se lo hicieron saber al hombre de medias y chancletas.
Con la expectativa puesta en la reunión de este miércoles de Argentina Federal, la mesa chica de la CGT insistió en que el respaldo del sindicalismo a las candidaturas de ese espacio será directamente proporcional a la cabida que tengan en las decisiones estratégicas. El reclamo concreto es que, además de la mesa de "dirigentes políticos", tiene que haber una mesa más amplia conformada por los representantes de los gobernadores y los intendentes y, por supuesto, la rama sindical. Un dato: la conducción del Partido Justicialista nacional, en manos de José Luis Gioja y alineada a la ex presidenta, hizo ese mismo movimiento, pero le entregó a Hugo Moyano esa representación.
La CGT le reclama al peronismo federal la formación una mesa amplia conformada por los representantes de los gobernadores y los intendentes y, por supuesto, la rama sindical.
Los sindicalistas sostienen que la definición de competir o no dentro de unas primarias del peronismo federal y la posibilidad de un acercamiento con el kirchnerismo encarnado ahora por Alberto Fernández deben analizarse en conjunto con un mapa completo de situación.
Los reparos surgen, además de la novedad electoral, de la posibilidad de que Massa, en solitario, haga punta con un acuerdo con ese sector para hacerse con la candidatura a gobernador bonaerense y debilite el espacio.
"Los gobernadores están centrados en sus elecciones, pero tienen que ser parte de ese armado porque también se juega la gobernabilidad de sus provincias", sostuvo otro sindicalista que estuvo con Lavagna.
Se supone que, una vez celebrada la cumbre del peronismo federal, se convocaría de inmediato a esa "mesa ampliada". En la reunión no se puso fecha para ese encuentro, pero "los tiempos corren", advirtió ese mismo dirigente.