La estruendosa victoria de Juan Schiaretti en Córdoba contagió al economista Roberto Lavagna, que avanza y envía “señales concretas” a sus socios sobre su candidatura presidencial en la denominada tercera vía para enfrentar a Cambiemos y al kirchnerismo. En las oficinas que tiene en Paraguay y Cerrito, el ex ministro recibió a un grupo multicolor, la base del sustento de su postulación. El senador Miguel Pichetto dio el presente por Alternativa Federal, el gobernador Miguel Lifschitz y el diputado provincial Joaquín Blanco, por el socialismo. Sergio Abrevaya puso la cara por el GEN y Federico Storani, Ricardo Alfonsín y Juan Manuel Casella, por los radicales rupturistas.
“Lavagna va avanzando en la decisión”, confió uno de los presentes a Letra P. La cumbre estaba pautada con antelación, pero coincidió con el resonante triunfo de Schiaretti, pilar de Alternativa Federal y defensor de un esquema de construcción que tenga como columna vertebral al peronismo, pero también sume al progresismo y al radicalismo.
Lavagna lee los resultados en Neuquén, Río Negro, Santa Fe y Córdoba y entiende que prima en las elecciones provinciales un voto “anti grieta”. Por ese motivo, se envalentona con la alternativa. Y pese a que las encuestas lo tienen en este momento a una diferencia considerable del presidente Mauricio Macri y la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, cree que, lanzado y en plena campaña, está en condiciones de acceder a un balotage.
En el medio, no obstante, el socialismo tiene que conseguir una victoria en Santa Fe, que a priori asoma difícil. Antonio Bonfatti ganó en el nombre por nombre, pero quedó a 193 mil votos de los votos que cosechó el peronismo. Ahora, el senador nacional Omar Perotti corre con ventaja, en lo que será un mano a mano con el socialismo.
Como próximo paso, la atención se centrará en la Convención Nacional de la UCR. Lavagna sabe que el 27 de mayo, en Parque Norte, contará con espadas que mocionarán un apoyo a su candidatura presidencial. “No tenemos la certeza de que la mayoría del radicalismo esté dentro de Cambiemos”, se entusiasman en la mesa de la tercera vía.
Aún en el caso de que la UCR decida mantenerse en Cambiemos, al lado de Lavagna imaginan una convención en la que primarán las críticas al gobierno de Macri y, como mínimo, “eso tiene un efecto político muy potente”. Luego será responsabilidad de los arquitectos de la alternativa sumar más correligionarios.
Una vez que consolide ese armado, a la espera de una bendición cordobesa y un ingreso aún mayor de radicales, Lavagna anunciaría su candidatura. “Como fecha límite tenemos la primera semana de junio, sabemos que más gente se va a entusiasmar con un candidato en la cancha”.