“Plata, por ahora, no hay, pero es cierto que están cerca”, cuenta un ladero de Techint a Letra P, ante la pregunta del millón por estos días. Si el holding de Paolo Rocca está financiando la consolidación de la campaña Roberto Lavagna 2019. El empresario más importante de la Argentina, que ya jugó en 2007 con el tándem del ex ministro de Economía y el actual gobernador PRO de Jujuy, Gerardo Morales, no es el único que parece alineado con una opción peronista aceptable a Cambiemos. En las últimas horas avanzaron las charlas con otro gigante, la acerífera Aluar, de Javier Madanes Quintanilla. En esa tesitura están hoy casi todos los sectores de la producción nacional, golpeados por la caída en la actividad y disconformes con la política oficial.
Otros tiempos. Macri y Lavagna compartiendo un almuerzo con ruralistas. Hoy son rivales.
Más allá de la cuestión electoral y la chance de uno u otro en las urnas, el encuentro Rocca-Lavagna le pone ruido extremo a la relación de Techint con Mauricio Macri. “Casi que la dinamita, pero hay que bancársela”, explicó a este medio un alto funcionario del Ministerio de Hacienda. Es que en las últimas horas, el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, cumpliendo con el mandato de Macri de ir fondo con Techint, rechazó la apelación de Tecpetrol por los subsidios en Vaca Muerta con una virulencia casi innecesaria. Un gesto de no retorno.
“No corresponde pagar subsidios por encima del volumen informado y aprobado (…) El monto del subsidio no puede quedar sujeto al arbitrio de la empresa, máxime cuando la información provista al Estado al solicitar la aprobación fue inexacta, y cuando la empresa tenía la obligación de presentar información completa, veraz y actualizada y comunicar de inmediato toda novedad que afectara de manera significativa el proyecto. Lo pretendido por Tecpetrol es irrazonable y constituiría un abuso de derecho”, expresó la Secretaría, bajo el ala del ministro de Economía, Nicolás Dujovne.
En el Gobierno y en el sector minimizan la contienda y detallan que “otra cosa no se les podía responder”.
Lopetegui, haciendo gala de su perfil frío y calculador, jugó fútbol champagne. “Admiro a Tecpetrol y a Techint. Ojalá tuviéramos muchas empresas así en el país. Hablamos infinidad de veces, pero no llegamos a un consenso. Por eso no modificamos una coma (de la norma)”, dijo en un seminario energético organizado por el diario La Nación. A favor del holding, hay que decir que el que inicialmente prometió un esquema que no cumplió fue el propio Poder Ejecutivo, que presionado por el objetivo del déficit cero debió cortar por donde se pudo.
Madanes Quintanilla, de ALUAR. Muchos lo suman a los que se acercan a Lavagna.
Desde Techint, en tanto, dijeron a Letra P que, por el momento, están analizando qué responder. “Mauricio está caliente, pero en serio”, relatan los que saben del vínculo conflictivo de los últimos tiempos. Tiempo atrás este medio reveló que, en el marco de la pelea con Techint, fue el propio Macri quien ordenó que “si tienen que ir presos, que vayan”, a raíz de la causa de los cuadernos de la corrupción K. La bronca principal se generó cuando Tecpetrol amenazó con judicializar la queja y bajar sus inversiones en Vaca Muerta.
Entre los CEOs, a Lavagna le dicen “Don Roberto”, sobre todo los más picantes, los que gozan con que “un señor sin dinero y en chancletas y medias le haya hecho tanto daño a la candidatura de Macri”. Entre sus lugartenientes, Rocca tiene hábiles negociadores con el radicalismo. El más activo, su mano derecha y vice de la Unión Industrial Argentina (UIA), Luis Betnaza. Creen que por allí también está el acercamiento. Recapitulando, ya en 2003 Rocca había jugado fuerte con Lavagna. "Estoy absolutamente alineado", dijo, y agregó que "transmite la tranquilidad de una conducción económica pragmática, lo cual es bueno para invertir", sostuvo el empresario. Un dato de color: Lavagna tiene a uno de sus hijos, Sergio, el mayor, trabajando hace años como ingeniero en Techint.
Lopetegui vs Ormaechea, por los subsidios al gas en Vaca Muerta.
Si hubiera que mapear voluntades empresarias e industriales en este contexto, los CEOs diría que la mayoría está apoyando a Lavagna y que, si todavía eso no se ve más claramente, es porque no se sabe qué hará la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Es que la gran mayoría entiende que se presentará y eso demora manifestaciones públicas por “Don Roberto”. Fieles al macrismo quedan pocos, pero muy confiados en una idea que comparten con el jefe de Gabinete, Marcos Peña: que aunque arrecie la crisis, hoy el anti kirchnerismo sigue siendo más fuerte que el voto crisis. Y eso arrastra también a los peronistas amables.