La posible ausencia en la elección del 7 de abril del gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, alteraría el escenario y generaría un quiebre dentro de su fuerza, a la que no le queda un plan alternativo de fuste para competir contra el peronismo y sus aliados. Al menos, eso dejan trascender integrantes del gobierno. A la espera del fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación sobre la impugnación presentada para frenar la re-re, diferentes voces de Juntos Somos Río Negro (JSRN) ya hablan de proscripción y apelan a la épica para que, si su conductor no puede ser parte, la fuerza genere un plan que le permita superar una prueba de fuego frente al intendente de General Roca, Martín Soria. En Cambiemos, a la expectativa, esquivan el planteo del mal menor que emana de la Casa Rosada, de misma postura que en el caso de Neuquén.
Varios nombres surgieron antes de la postulación de Weretilneck, líder y conductor del partido que busca replicar el proyecto del Movimiento Popular Neuquino (MPN), fuerza que surgió con la proscripción del peronismo y nunca dejó de gobernar. Justamente, el triunfo de Omar Gutiérrez sirvió como arenga, hasta festejada en las redes por el rionegrino.
“Todavía somos candidatos”, lanzó Weretilneck la última semana, cuando inauguraba la remodelación del hospital de Allen. A su lado, estaba el ministro de Salud, Fabián Zgaib. El Turco, como se lo conoce al funcionario provincial en Roca, su ciudad, es uno de los tantos justicialistas que se pegó al gobernador en 2012. Cuando no se había activado el plan de la re-reelección, era el elegido por la mesa chica del partido como candidato, pero ese proyecto no prosperó. La actual candidata a vicegobernadora, la titular de Turismo, Arabela Carreras, también figuraba como posible cabeza de lista. Al final, la ex legisladora por San Carlos de Bariloche terminó en la fórmula con Weretilneck.
Uno de los que buscó siempre ser el candidato de JSRN es el actual vice, Pedro Pesatti, quien este fin de semana suscribió a lo que dijo Weretilneck en un acto partidario de Cipolletti: “Excluir al gobernador, como están buscando hacerlo desde Buenos Aires, es, desde esta perspectiva, la continuidad de una acción proselitista desesperada”, se despachó el titular de la Legislatura, que quedó rezagado -en su momento- cuando intentó ser el candidato por mandato natural.
La causa de aislamiento la dio su pelea con lo que llamó Círculo Rojo del gobernador. En una disputa en la que subyacen datos históricos con condimentos geopolíticos, Pesatti apuntó al Alto Valle, sobre todo a Roca, donde residen funcionarios y legisladores. En una reedición de la longeva enemistad entre Viedma, la capital administrativa, y Roca, la capital económica de la cual emergió la mayoría de los gobernadores, se desahogó en la radio del Diario Río Negro. Aquellos tumultuosos días de 2018 sirvieron para demostrar que sin Weretilneck, que nunca formó a un sucesor, es complicado continuar con el proyecto netamente rionegrino.
Consultado por Letra P, el ministro de Gobierno, Luis Di Giácomo, no eludió la posibilidad de un fallo adverso, aunque advirtió que sólo manejan “el plan A” con “Alberto como candidato”. Di Giácomo, figura clave en la estructura estatal y armador territorial, impulsó un heredero de su región. Desde el inicio, pensó al diputado Alejandro Palmieri como el dirigente con la altura necesaria para competir con Soria, pero por cuestiones personales el jefe de bloque legislativo no accedió. También barajó la posibilidad de Zgaib, pero por temas de salud bajó el perfil.
Tanto en la oposición como en el oficialismo saben que la ausencia de Weretilneck o Soria rompe la lógica. Los dos polarizan y atraen a la mayoría del electorado. Los sondeos de ambas partes demuestran que marcan la senda de la victoria: uno u otro, se queda con el triunfo. Y, claro, la decisión judicial, que condiciona una campaña aletargada por lo que disponga el máximo tribunal argentino.
SUERTE. El factor del azar es un dato no menor para Cambiemos, que busca a la suerte. Al igual que el Frente para la Victoria (FpV), aguarda por el fallo de la Corte Suprema. Si, como esperan ambas alianzas, Weretilneck es descartado, creen que habrá polarización como en 2017. En aquella oportunidad, Juntos Somos Río Negro bajó la lista que llevaba a Fabián Gatti y ayudó a que Lorena Matzen, nuevamente candidata, llegue al Congreso.
Radicales y macristas, que mantienen una buena relación con la administración rionegrina, están en una encrucijada. Saben que en la Casa Rosada prefieren a Weretilneck candidato, hoy con chances de una victoria, al igual que Gutiérrez con el MPN. Pero, en la provincia, sin Weretilneck se allana el camino para conformar un bloque más abultado que el actual.
“Es una opción (la judicial) que nadie hubiera deseado. Motivados por el miedo que les genera un candidato como (Martín) Soria no justifica el accionar de que se interprete la Constitución a su antojo”, reflexionó ante Letra P el candidato a legislador Juan Martín, primero en la lista sábana y delegado del ministro del Interior, Rogelio Frigerio. “Esperemos que tanto el gobernador como el peronismo respeten el fallo”, sostuvo el representante del macrismo.
Por ahora, todos están a la expectativa. JSRN, confiado en los argumentos. El FpV y Cambiemos, buscan que se respete la Constitución y que se aclare el sendero rumbo a la elección. El resultado del fallo, se sabe, influirá en el resultado final.