“No hiciste nada, no te importa nada la educación de los pibes. No te escondas más, te la pasás escondiendo. Éste es el ministro de Educación de la provincia, una vergüenza, nunca tuvimos un personaje de este tipo”. Sin filtro, fiel a su estilo, el secretario General de Udocba, Miguel Ángel Díaz, no dudó en desplegar en la cara del titular de la cartera educativa bonaerense, Gabriel Sánchez Zinny, una batería de cuestionamientos en el arranque de la primera reunión paritaria de 2019.
Los viscerales planteos, no sólo a Sánchez Zinny sino también al ministro de Economía, Hernán Lacunza, fueron suficientes para que los funcionarios pasaran el encuentro a un cuarto intermedio, alegando una situación de violencia. Enseguida, Díaz se transformó en el blanco perfecto de la retórica vidalista enfocada en la intransigencia gremial a la hora de discutir salario, corriendo por algunos instantes del lugar de privilegio a Roberto Baradel como enemigo gremial número uno del oficialismo.
De extenso recorrido sindical, Díaz comenzó su militancia en el Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba), puntualmente en la corriente azul y blanca opuesta a la lista celeste que en aquellos tiempos comandaba Mary Sánchez y que ahora comanda Baradel.
Cuando en los albores de los ‘90 el gremio avanzó con la ruptura de la CGT (al quedar relegado el ubaldinismo) y en la construcción de la CTA, hacia noviembre de 1996 Díaz conformó la Unión de Docentes de la provincia de Buenos Aires (Udocba) con otros escindidos del Suteba. Así continuó con los pies dentro del plato cegetista.
Algunos sectores no dudan en ligar el nacimiento de Udocba al duhaldismo y su por entonces cruzada por la reforma educativa; en sus primeras apariciones, el gremio ya liderado por Díaz puso énfasis en la conformación de un ámbito paritario (ausente en ese entonces) destinado a analizar un incremento salarial para el sector.
A partir de 2006, con el estreno de la paritaria docente en la provincia, Udocba creció en volumen de afiliados marcando un perfil más combativo que los gremios mayoritarios (Suteba y FEB) a la hora de la negociación salarial.
Moyanista de antaño, Díaz supo ser secretario de Educación de la CGT comandada por el líder camionero. En tiempos de enemistad declarada entre Moyano y el kirchnerismo, Udocba acentuó su tónica beligerante. Desmarcado de lo que por entonces se denominaba el Frente Gremial Docente (Suteba, FEB, Sadop, UDA y AMET), el sindicato liderado por Díaz ha ido a contramano de las decisiones frentistas en varias negociaciones, saliendo de las reuniones con anterioridad en algunos encuentros donde el resto de los gremios acercaban posiciones con el Ejecutivo.
En la última etapa del sciolismo cuestionó la postura de sus pares sindicales y tuvo encontronazos públicos de tenor con la titular de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), Mirta Petrocini. En esa etapa el blanqueo de sumas en negro y un fuerte incremento en el salario básico fueron las principales consignas del gremio docente cegetista.
Pero la relación con los restantes gremios se modificó con la llegada de Cambiemos al poder. Así lo contó Baradel a LetraP: “Lo único que ha hecho bueno este gobierno con los trabajadores es generar las condiciones para que construyamos unidad. Con Udocba, tuvimos durante años un contrapunto muy fuerte, se podría decir enfrentamientos muy fuertes. Cuando el ballotage lo ganó Macri, a la semana lo llamé a Miguel Díaz y le dije ‘mirá, creo que viene otra etapa en este país, tenemos que sentarnos a discutir, ver las diferencias que tengamos, pero tenemos que tratar de estar juntos y unificar’. Y creo que fue una decisión correcta”.
Así, en febrero de 2017, este medio adelantó la conformación del Frente de Unidad Docente Bonaerense, conformado por los sindicatos que ya articulaban en el Frente Gremial, más Udocba. Sumado a esta articulación, Díaz arrancó 2019 acentuando su perfil combativo ante los ministros vidalistas, aunque se resiste a ligar su actitud con un acto de violencia, como lo deslizaron algunas voces oficiales: “Me estigmatizan como violento, pero violencia es bajar el salario 16% durante un año”, arremetió.