“No vamos a votar la ley como está porque atenta contra nuestros votantes”, murmura, aunque con decisión, un dirigente PRO muy cercano a la ex gobernadora María Eugenia Vidal. La postura resume el ánimo de los líderes de la oposición que por estas horas negocian contrarreloj el proyecto de la ley impositiva que el gobernador Axel Kicillof envió a la Legislatura y que establece aumentos progresivos en los impuestos inmobiliarios urbano y rural, y en las alícuotas de Ingresos Brutos.
El gobernador espera que la iniciativa sea tratada –y aprobada– este jueves por ambas cámaras, arrancando por el Senado, donde la situación se le torna más compleja ya que allí la oposición cuenta con 26 bancas sobre las 20 que ostenta el oficialismo.
Desde priemra hora de este jueves, se constituyó una mesa de negociación en la que se ubicaron, por parte del Ejecutivo, el jefe de Gabinete, Carlos Bianco, junto a representantes de Economía, y por Cambiemos, el titular del PRO bonaerense e intendente de Vicente López, Jorge Macri, su par de Lanús, Néstor Grindetti, el diputado nacional y representante de la UCR bonaerense Carlos Fernández, y el titular de la CC ARI.
En este proceso, se suma además la negociación por los cargos que exige la oposición, aplicados al directorio del Banco Provincia, organismos de control y entes descentralizados, los que aún no fueron definidos.
TIRONEO. La oposición pide que se reduzca el porcentaje de aumento aplicado por Ingresos Brutos, especialmente a las actividades vinculadas con el campo y algunos otros sectores de la producción.
Fuentes de Cambiemos consultadas por este medio sostienen que la suba que intenta aplicar Kicillof no es inferior al porcentaje de inflación calculada para este año, que supera el 54%, sino que, inclusive, en algunos casos supera esa cifra. El Ejecutivo dice lo contrario. Remarca que la iniciativa, aunque establece aumentos, lo hace de manera progresiva y para atenuar el impacto en sectores de menores ingresos.
Desde temprano, el propio Bianco, además del titular de la Agencia de Recaudación de Buenos Aires (ARBA), Cristian Girard, salió a negar que se trate de un “impuestazo”. “El 86% de las propiedades va a tener un aumento de hasta 3.500 pesos en el año, que se puede pagar en cinco cuotas (…) No lo veo al impuestazo”, dijo el funcionario, quien remarcó que para aquel porcentaje el incremento estará “muy por debajo de la inflación”.
