Con el debate de la Ley de Emergencia iniciado en el Congreso, el presidente Alberto Fernández sorprendió en su cuenta de Twitter con un anuncio sobre retenciones. El mandatario especificó que “habrá mecanismos de compensación” de los efectos de de amortiguar las retenciones al campo para “pequeños productores y cooperativas”. Lo que a priori parecía una decisión unilateral del Poder Ejecutivo para que fluya con mejor humor el tributo al agro entre opositores (el interbloque Federal y Santa Fe hicieron pedidos expresos), fue también el principio de una negociación Gobierno-Mesa de Enlace.
Según supo Letra P, el ministro de Agricultura, Luis Basterra, se sentó con las entidades en las últimas 48 horas para consensuar modificaciones y detalles de la atribución que la Ley le daría al presidente para sumar 3 puntos más de retenciones de considerarse necesario. Basterra asistió a los encuentros con el aval del ministro de Hacienda, Martín Guzmán; y el de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. La cúpula de la mesa chica de Fernández avalaba ciertas modificaciones que favorecieran a pequeños y medianos productores. Algunas de ellas, que se ajusten las alícuotas en casos de temas climáticos que afecten la cosecha; y que un porcentaje menor de lo que antes iba al Tesoro por recaudación de lo ya actualizado en retenciones (el 30%), sea destinado a la creación de un fondo de inversión agropecuario para rutas, caminos e infraestructura. Una especie de reintegro a los productores que pagan los derechos de exportación.
Basterra, el ministro que charló con Enlace.
Cuando eso se volcó en la mesa, Coninagro y Federación Agraria (FAA), votaron a favor, pero Confederaciones Rurales (CRA) y Sociedad Rural (SRA), que representan a los grandes, pidieron –como era esperablee- que la compensación sea más universal. Así, forzaron a una acción corporativa, y por el momento toda la Mesa de Enlace se obligó a rechazar el ofrecimiento oficial. De este modo, Fernández decidió que los cambios se hagan de todos modos a raíz de los pedidos opositores para modificar el texto en ese sentido.
“Todavía hay tiempo para charlar”, dijeron a Letra P desde una de las entidades que pidió más cambios. Desde el otro bando, aseguran que esta negativa de aceptar públicamente la modificación para pequeños y medianos expone la primera grieta en la Mesa de Enlace. “No se rompe pero se dobla un poquito”, bromeó uno de los dirigentes de los chicos. "Nos pedían que los consultemos y que negociemos, y acá estamos", dijo uno de los técnicos que siguen el tema para el Gobierno. La porción "rebelde" de Enlace tiene, a esta hora, dos pedidos: el de máxima, que la atribución de subir más las retenciones quede fuera de la Ley; la de mínima, que se universalice la compensación. Frente abierto hasta pasada la madrugada de hoy.