“Voy a caminar la provincia para promover consensos”. El anuncio que Emilio Monzó hizo el 28 de noviembre pasado en un acto en Florencio Varela donde juntó a –por entonces– ministros, legisladores y dirigentes territoriales empezó a tomar forma: asistió al acto de jura de los intendentes radicales de San Isidro, Gustavo Posse, y de Trenque Lauquen, Miguel Fernández. Sus movimientos se enmarcan en un proceso de construcción de cara a 2023 y con la gobernación bonaerense como norte.
El ex presidente de la Cámara de Diputados de la Nación fue a la asunción del jefe comunal del distrito norte del conurbano secundado por los diputados del flamante bloque Cambio Federal, conformado en la Legislatura provincial por Walter Carusso, Fernando Pérez –del sector del intendente sanisidrense–, Guillermo Bardón –del riñón monzoísta– y Martín Domínguez Yelpo –representante de la UTA.
Monzó y Posse, acompañados de los legisladores de Cambio Federal.
Previo a la jura, Monzó, Posse y los legisladores intercambiaron opiniones sobre la conformación del bloque en el parlamento bonaerense y analizaron las estrategias y los lineamientos a seguir a partir del cambio de gobierno, con Axel Kicillof al frente.
El portazo que pegaron días atrás abandonando el bloque Cambiemos se inscribe en la tensa relación de los últimos años entre Monzó y el gobierno que encabezó Mauricio Macri pero –fundamentalmente– con la derrotada María Eugenia Vidal, quien llegó a quitarlo en la discusión por los lugares en las listas para competir en octubre. Los diputados se despegaron de la conducción política de la ex mandataria, a quien le atribuyeron un modo de liderazgo cerrado, sin lugar para el disenso.
En el marco de esa tarea de tender puentes, Monzó partió de San Isidro hacia Trenque Lauquen, donde asistió a la jura del intendente Fernández.
No obstante la tarea que se impuso el ex diputado en Buenos Aires, sus movimientos trascienden los límites del distrito. La semana pasada viajó a Mendoza para reunirse con Alfredo Cornejo, quien, según indica el ritmo de las negociaciones, seguiría al frente de la conducción de la UCR. Comparte con Monzó parte del diagnóstico sobre lo hecho por el gobierno nacional: “Cambiemos eligió una mala estrategia en estos cuatro años”, dijo horas atrás, en una autocrítica con puntos de contacto a dichos del bonaerense.