Tras casi dos años de silencio y no poner un pie en un acto político en la provincia de Buenos Aires, el presidente de la Cámara Baja nacional, Emilio Monzó, encabezó este jueves, en Florencio Varela, el lanzamiento de su nuevo espacio, donde convocó a todos los sectores a sumarse y trabajar por el diálogo y el consenso. Con un discurso antigrieta, fue la figura central y único orador del evento leído en clave como un lanzamiento de cara a 2023.
Monzó, quien tiene mandato en el Congreso hasta el próximo 10 de diciembre, evitó durante su discurso críticas directas al presidente Mauricio Macri y a la gobernadora María Eugenia Vidal, quienes en el ámbito de Cambiemos lo mantuvieron fuera de la mesa chica de decisiones, fuera de las listas y fuera de la campaña.
Monzó junto al ministro Rogelio Frigerio.
“Voy a caminar la Provincia para promover el diálogo y el consenso. Este no es tiempo de candidaturas; es tiempo de trabajar para cerrar la grieta entre los argentinos. Mi sueño es que una nueva generación política gobierne el país desde 2023 y termine con las confrontaciones que nos han lastimado tanto”, aseguró el diputado, quien estuvo acompañado por el ministro del Interior, Rogelio Frigerio; el vice del área, Sebastián García De Luca, los diputados bonaerenses Guillermo Bardón y Marcelo Daletto, los senadores provinciales Gabriel Monzó y Eduardo Schiavo, el director del Renaper Juan Carlos D'Amico y el dirigente Fernando Niembro, entre otros participantes.
En su discurso Monzó aludió directamente a la grieta que, según dijo, “impide superar los problemas más graves de la Argentina; nos impide luchar contra la pobreza, darles oportunidades a los jóvenes, pelear contra la droga y construir un mejor futuro”.
En el escenario montado en el Club Nahuel, de Varela, el dirigente que fue gestor del frente electoral Cambiemos retomó la lógica inicial de esa construcción cuando la idea era sumar a todos los sectores posibles.
“Tenemos la necesidad de respetarnos unos a otros, de no pensar en blanco o negro y de tender puentes de entendimiento entre hombres y mujeres de todos los sectores”, indicó.
Y mencionó y destacó a figuras del nuevo escenario político como el gobernador electo de Santa Fe, Omar Perotti (FdT), el gobernador reelecto de San Juan, Sergio Uñac (FdT) y al jefe de Gobierno porteño, también reelecto y único sobreviviente político del PRO, Horacio Rodríguez Larreta.
Además, y en función de que fue un acto desarrollado en un distrito de la Tercera sección electoral y donde se convocó además a la dirigencia monzoísta de ese territorio, Monzó aludió explícitamente al intendente de Lanús, Néstor Grindetti, un purísimo del PRO que logró reelegir en su distrito y quedó como el único jefe comunal macrista de esa región.
Grindettti siempre tuvo buen diálogo con Monzó, pese a la exclusión que Vidal impuso al jefe de Diputados. “No puede ser que si valoramos a alguien de un espacio que no es el nuestro se diga que eso es traición. Tenemos que terminar con la lógica de la confrontación”, subrayó Monzó, en el único momento donde se permitió una crítica directa a la construcción cerrada del macrismo y el vidalismo.
La organización del acto estuvo a cargo del senador Schiavo, quien ofició de anfitrió y habló de “decretar el fin del cepo político en la provincia de Buenos Aires” y convocó a tener “un candidato bonaerense y dejar de importar dirigentes porteños para gobernar la Provincia”. También estuvieron el dirigente de Varela Sebastián Pareja y el concejal de ese distrito Maximilano Bonderenko.
El próximo 10 de diciembre Monzó concluye una gestión de cuatro años al frente de la Cámara de Diputados de la Nación, donde la semana pasada recibió un unánime y emotivo reconocimiento de todo el arco político, tanto de oficialistas como opositores. “En la Cámara pudimos trabajar por encima de la grieta y ése es un modelo que queremos transmitir. Los convoco a ser promotores del diálogo, del respeto y de la vocación por entender al otro”, cerró su mensaje ante un gimnasio colmado de militantes y vecinos de Florencio Varela.