El gabinete de Kicillof

Javier Rodríguez, el chacarero

Militancia a la par del gobernador electo desde el colegio y nexo con las entidades rurales, será ministro de Desarrollo Agrario, como adelantó Letra P en este perfil del mes pasado.

 

Integrante de aquella Promoción 1990 en la que, además de Kicillof, egresó el actual senador electo Mariano Recalde, Rodríguez compartió con éste último la lista de la Corriente Estudiantil para el Cambio (Cepac) que llevó a Recalde a la presidencia del Centro de Estudiantes en el último año de estudios dentro del añejo edificio de la calle Bolívar. Dentro de los alumnos de las distintas divisiones que el año que viene celebrarán el 30º aniversario de su egreso allí, también figuran algunos dirigentes PRO, como el saliente intendente de Quilmes, Martiniano Molina.

 

Ya en el ámbito universitario, Rodríguez confluyó en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA con Kicillof y otros ex compañeros de la Promoción 90 del Nacional –como Andrés Borenstein y Lucas Bergman– en la agrupación TNT (Tontos pero No Tanto), en la cual también articularon con estudiantes provenientes de camadas posteriores del Colegio Nacional, como Cecilia Nahón o Augusto Costa.


 


Con el objetivo de desbancar a Franja Morada, en 1995 Kicillof encabezó la lista al Consejo Directivo y Rodríguez la nómina para el Centro de Estudiantes. Dos años más tarde, posicionados como segunda fuerza, TNT llevó como candidato al Centro a Augusto Costa y Rodríguez para el Consejo, donde logró acceder tras obtener más del 35% de los votos.

 

Con el cambio de siglo, Rodríguez comenzó a moldear su perfil profesional, orientándolo al estudio de la actividad agropecuaria. “El debate acerca de los determinantes del desempeño económico argentino se encuentra estrechamente ligado a la controversia acerca del rol que tiene el sector agropecuario en el conjunto de la economía”, definió en su tesis de doctorado “La renta agraria y su incidencia en el desempeño económico: una discusión teórica con especial referencia a los debates en Argentina”.



Rodríguez, Bianco y Kicillof junto con el economista pakistaní Anwar Shaikh.

 


Al tomar a los aspectos económicos “como una faceta más de la dinámica social”, Rodríguez advierte que la economía “no es un tema aislado dentro de la sociedad, sino que es un aspecto agregado dentro del estudio más general”. Desde esa perspectiva, analizó en diferentes publicaciones, por ejemplo, el impacto del creciente proceso de sojización en la masa salarial involucrada en dicha producción, la velocidad de los desmontes con la difusión de las semillas Genéticamente Modificadas y, más acá en el tiempo, los perjuicios “al conjunto de los productores” del proyecto de ley de semillas impulsada por el saliente gobierno que, advirtió, apunta a “beneficiar a un sector monopólico”.

 

Al enfocarse en el uso de agroquímicos, Rodríguez consideró que este último factor tiende a “asemejar la producción agropecuaria con ciertas producciones industriales”. “Pero mientras que con respecto a estas últimas existe toda una serie de normas acerca del manejo de los insumos y de los desechos, en el caso de la producción agropecuaria casi nada de ello está normado. Se ha dejado como única regulación a los mecanismos de mercado, cuando es evidente que en lo referido al cuidado del suelo los mismos son insuficientes. En cambio, deben pensarse mecanismos de incentivo o de fomento especiales, que se complementen a su vez con determinados controles y ordenamientos”, especificó para fijar postura sobre la necesidad de una legislación clara en la materia.

 

“Tiene una mirada más pro activa en materia de fitosanitarios”, señaló a Letra P un dirigente ruralista bonaerense con llegada a Rodríguez, a quien definió sin dejar de marcar contraste con el saliente ministro de Agroindustria provincial: “Al revés de (Leonardo) Sarquís, (Rodríguez) habla menos de lo que hace”. En ese sentido, elogiaron su paso entre 2013 y 2015 como secretario de Coordinación Político Institucional y Emergencia Agropecuaria nacional, cargo al que arribó con el impulso de Kicillof.



 

 

“Tuvimos una buena relación con él, trabajamos el tema emergencia agropecuaria. Un tipo con la cabeza abierta, trabajó mucho”, deslizaron cerca de la Federación Agraria, donde recuerdan que durante la gestión de Kicillof en Economía se le reintegró a los pequeños y medianos productores una parte importante de las retenciones: “En ese momento, era entre 50 y 70 mil pesos, era plata para un pequeño productor. Eso se cumplió en varias cuotas. En 2016 se pagaba la última que este gobierno no pagó”, recordaron.

 

También, destacaron el trabajo realizado Rodríguez en el debate por la ley de semillas. “Formó un cuerpo muy importante, con un investigador de primera línea como (Alejandro) Correa, se trabajó muy bien y con propuestas nada que ver a las actuales, muy superadoras”, definieron.

 

 


Sobre este tema, el asesor de Kicillof en temas agropecuarios fijó postura recientemente: “Uno de los problemas centrales del proyecto del oficialismo es que se limitaría fuertemente, o se eliminaría, la figura del uso propio de las semillas. Es decir, se les quitaría a los productores la posibilidad de que guarden sus semillas para sembrarlas en la campaña siguiente. En su reemplazo, se propone la figura del uso propio oneroso”, cuestionó.

En contraposición, propuso incorporar cláusulas “que limiten el poder de monopolio vigente en el sector y los contratos abusivos”; mantener y fortalecer el uso propio y contemplar un marco específico integral para los casos de las semillas nativas y criollas.
 

 


 

El acento en el estudio de temas relacionados a la actividad agropecuaria por parte de Rodríguez se plasma también en publicaciones especializadas como la revista “Desarrollo Industrial y Agropecuario” y el Centro de Estudios Sociales Económicos y Tecnológicos (Ceset).

 

Su actividad académica la reparte entre la cátedra de Economía Política en la Universidad Nacional de José C. Paz (semillero de futuros miembros del gabinete kicillofista) y la dirección de la Licenciatura de Economía Política de la Universidad Nacional de Lanús (UNLA). El respaldo de Kicillof a Rodríguez no solo se plasmó en tiempos de gestión nacional. Al momento de presentarse la nueva Licenciatura en Economía Política en la UNLA, en octubre del año pasado, el ex ministro de Economia se hizo presente.
 

 


En ese marco, su rol en la campaña de Kicillof fue uno de los más complejos: articular con un sector que, desde el conflicto por la 125 en 2008, mira de reojo a todo lo que tenga que ver con el kirchnerismo. En ese plano, participó de recorridas por el interior bonaerense y fue el principal articulador para que el por entonces candidato del Frente de Todos se reuniera con productores, cooperativas y bases de la Federación Agraria en Pergamino. Ya como dirigente a cargo de la transición en materia agropecuaria, se reunió días atrás con Sarquís, acompañado por Jonatan Sánchez y Carla Seain, quien supo acompañarlo entre 2013 y 2015 en la cartera de Agricultura, como Subsecretaria de Coordinación Política

 

También mantuvo un encuentro reciente con los referentes bonaerenses de Coninagro. Uno de ellos, Mario Raiteri, definió como “muy positiva” la charla de más de dos horas, en la que Rodríguez se centró en escuchar los planteos de los ruralistas.
 

 


“Le acercamos puntos para incorporarlos a una futura agenda: la necesidad de mantener el ámbito de la mesa agropecuaria bonaerense. En lo crediticio, necesitamos plazos y tasas accesibles acordes con la rentabilidad de las distintas actividades agropecuarias y con los plazos necesarios para cada una de estas actividades agropecuarias. En el caso del conocimiento, la necesidad urgente de reglamentar la ley de agroquímicos, pero el conocimiento influyendo en el mediano y largo plazo para ver alternativas sustentables con un uso más específico de agroquímicos”, detalló Raiteri a Letra P.

 

En cuanto al Impuesto Inmobiliario, Raiteri le pidió a Rodríguez “mantener una progresividad para aquellos medianos y pequeños productores, para evitar ir hacia una concentración del sector”. Además, hubo planteos por seguridad rural, escuelas y caminos rurales: “Escuchó, tomó nota. Nos causó muy buena impresión”, resaltó el dirigente de Coninagro.
 

 


Por lo pronto, a futuro se esperan precisamente un despliegue de políticas segmentadas de acuerdo al tamaño del productor, con foco en los créditos a tasas blandas del Bapro pero también con un estudio de lo impositivo.

 

Analistas económicos de la actividad agropecuaria posan la lupa sobre el Impuesto Inmobiliario Rural que –observan- ha perdido significativamente su incidencia en la estructura tributaria de la provincia a pesar de la revolución de la soja. Aquí, hay quienes plantean la necesidad de revisar este tributo, haciendo una escala progresiva y viendo el sujeto fiscal al que se dirige.

 

Por lo pronto, en el equipo de Kicillof, tal como lo plantea Rodríguez en diversas publicaciones, aseguran que la estructura de la producción agropecuaria está muy concentrada como resultado de años de políticas de sojización que transformó la morfología social en el interior. Ante eso, potenciar las economías regionales y buscar una salida exportadora a las mismas es otro aspecto que se reclama en el interior bonaerense y sobre el que tomó nota el kicillofismo.

 

No hice nada malo, afirmó Javier Milei, admitió que sufrió un cachetazo y atacó a la oposición.
Pobreza

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