“Van a tener que esperar cuatro años más”, respondió Diego Valenzuela a la arenga kirchnerista “vamos a volver” con la que el peronismo lo recibió, tras la PASO, en el sindicato de Trabajadores Municipales de Tres de Febrero. La frase no asustó a los militantes del Frente de Todos que, entusiasmados por los resultados de las primarias, vaticinaban la derrota del periodista. Sin embargo, el intendente echó mano al corte de boleta y, además de lograr imponerse sobre las proyecciones, en el Concejo Deliberante quedó a un voto de una mayoría que conseguiría con el concurso de sus aliados.
Valenzuela integraba la lista de barones PRO que habían quedado al filo del ocaso precoz tras los resultados del 11 de agosto. El periodista, escritor e historiador, que desembarcó en el poder municipal en 2015 con el aluvión de la ola amarilla que cubrió gran parte del territorio bonaerense, en las primarias de este año había quedado en una posición compleja ante sus aspiraciones reeleccionistas. Si bien había sido el candidato más votado, en el análisis por frentes electorales, Todos se había alzado con un 46,38% del total de votos, casi 12 puntos por encima del oficialismo.
En el peronismo, el ganador de la interna de cinco precandidatos había sido el actual diputado camporista Juan Debandi, quien finalmente no pudo retener el caudal de votos conseguido por sus adversarios internos y fue derrotado el pasado 27 de octubre.
“No alcanza con ser la lista más votada”, admitió Valenzuela en su cuenta de Twitter después de las PASO e instó a su equipo “a mejorar entendiendo el mensaje de la urnas y redoblando el trabajo”. Como en 2015, la hazaña fue alcanzada. Hace cuatro años, Cambiemos también logró una gran remontada luego de haberse ubicado debajo del peronismo en las elecciones de agosto. Sin embargo, el margen había sido marcadamente inferior (1,5%) al que se registró en las últimas primarias.
En las generales, Valenzuela alcanzó el respaldo del 46,89% del electorado y aventajó por casi tres puntos a su adversario inmediato, según datos del escrutinio provisorio. Los números indican que el intendente remontó una desventaja de 25 mil votos y absorbió parte del caudal que en las PASO había favorecido a algunos de los precandidatos del Frente de Todos y que no eligieron el ganador de la interna.
Como en la mayoría de los 17 distritos que María Eugenia Vidal anotaba como propios en el conurbano bonaerense, en Tres de Febrero el intendente no fue derrotado gracias al corte de boleta, pese a ser uno de los soldados más fieles de la mandataria bonaerense.
Si bien la mecánica no es atípica, adquirió relevancia por el cruce de acusaciones entre el oficialismo y la oposición sobre el reparto de boletas cortadas y también por la promoción de una campaña local en extremo y el ocultamiento de las figuras del presidente Mauricio Macri y de la gobernadora. Pese a los cuestionamientos, la estrategia facilitó la reelección de muchos jefes comunales amarillos.
En Tres Febrero, la distancia entre el caudal de votos de Valenzuela y Vidal superó los 10 mil. Mientras que el intendente logró 101.084, la gobernadora obtuvo 90.553. La diferencia se engrosó con el Presidente. En ese distrito el mandatario alcanzó 82.191 sufragios.
En la remontada del historiador también influyó el respaldo a su candidatura del concejal y referente del peronismo local Martín Jofré, quien antes de las elecciones de octubre invitó al electorado a que cortara boleta a favor del jefe comunal. “Les pido a los vecinos que hagan memoria, que acompañen a Alberto Fernández como presidente, pero que corten boleta a favor del actual intendente Diego Valenzuela”, había convocado en conferencia de prensa el edil que llegó al Concejo Deliberante de la mano del Frente Renovador, la fuierza que lidera Sergio Massa.
El llamado apuntó directamente contra el armado del candidato peronista argumentando que era aliado del ex intendente Hugo Curto. “No dejemos que vuelvan los personajes que dejaron a Tres de Febrero en el abandono y que hoy se esconden atrás de la boleta de Cristina (Fernández de Kirchner)”, había pedido el edil.
El escenario definió, además, un reparto de poder más favorable en el Concejo Deliberante. La polarización dividió la cantidad de escaños que se pusieron en juego en partes iguales, seis y seis. Sin embargo, el oficialismo quedó mejor posicionado. No solo contará con un bloque propio de 12 concejales (dos más que ahora), sino que podría construir mayoría con las manos aliadas de Jofre y de la edil Sandra Lizarraga.
En el peronismo, de sostenerse la unidad, convivirán referentes del Frente Renovador, La Cámpora, el sciolismo, el Movimiento Evita y el Partido Justicialista. La minoría en el recinto no será la única batalla que deberá sortear el armado que jugó con el nombre de Frente de Todos.
Tras las elecciones surgieron los primeros cortocircuitos en la oposición. El Frente Político, Social y Sindical de Tres de Febrero, un conjunto de dirigentes que respaldaron la candidatura de Octavio Argüello en las PASO, pidieron espacio en el PJ local para dar lugar a una nueva construcción del peronismo, detalla el portal regional La Noticia Web.
También hubo pedido de los concejales peronistas. Según SMNoticias, el bloque definió "aconsejarle” al ex intendente Curto dar un paso al costado de la presidencia del PJ distrital. El reclamo incluyó la renuncia a las secretarías si no se avanza con esas modificaciones. Le facturan no sólo las últimas tres derrotas electorales, sino la falta de apertura al debate y a la renovación del espacio.
Los resultados electorales no sólo le dieron la razón a la advertencia que Valenzuela lanzó a los trabajadores municipales, sino que dejó un escenario donde la diáspora podría volver a emerger en el armado del peronismo local.