A menos de un mes de tener que entregar los atributos de mando y con una transición atascada entre acusaciones cruzadas, el gobernador Miguel Lifschitz convocó a una conferencia de prensa para invitar públicamente a su par electo, el peronista Omar Perotti, a retomar el diálogo y, fundamentalmente, participar de la elaboración del Presupuesto 2020.
La propuesta, sin embargo, no tuvo la recepción esperada. Menos de dos horas después, uno de los senadores más cercanos a Perotti, Alcides Calvo, insistió con que el envío del proyecto de Presupuesto a la Legislatura antes del traspaso de mando significa incumplir con el compromiso asumido: ambos habían acordado, durante uno de los dos encuentros que tuvieron a solas, que sería el gobernador electo quien enviara la iniciativa que prevé los gastos y el cálculo de los recursos para el año próximo.
Flanqueado por sus ministros, Lifschitz intentó ponerle paños fríos a los chispazos que generó en las últimas semanas la decisión de avanzar con el armado de esa ley de leyes. Dijo que todo su gabinete tiene como indicación estar a disposición y brindar la información necesaria a los equipos de transición, que la prioridad es evitar dificultades en la prestación de servicios básicos como salud, educación, seguridad y políticas sociales.
“Hace ya unas semanas que no hemos tenido nuevas reuniones. Lo intentamos pero por diversos motivos no se han realizado. Tenemos toda la predisposición, para juntarnos aquí con Omar, o en cualquier otro lugar, para facilitar la información”, dijo Lifschitz, quien todas las veces se refirió al gobernador electo por su nombre de pila y evitó entrar en polémica sobre la demora en los nombramientos del futuro gabinete.
“Yo accedí al pedido de Omar de postergar la presentación (del Presupuesto) al 10 de diciembre, pero la respuesta en el Senado y Diputados es que lo envíe en los plazos previstos. Estamos trabajando para poder hacerlo. En su momento les ofrecimos que acercaran ideas, directivas o criterios y eso no ha ocurrido. Así que estamos trabajando en la idea de un presupuesto genérico, en línea con lo que han sido los anteriores. Luego deberá ser sometido al debate legislativo donde el gobernador electo también tiene sus representantes en ambas cámaras”, sostuvo el actual titular de la Casa Gris.
Y de esa frase se ocupó Calvo en su comunicado: “Vuelvo a desmentir que junto a otros senadores justicialistas hayamos firmado y acompañado el pedido de remisión del presupuesto 2020 antes del 10 de diciembre del corriente año”. Para el socialismo, este parte de prensa fue una vuelta más a una cuerda que ya está tensa: “Es una operación de desgaste”, aseguraron.