ENTREVISTA | CARLOS BIANCO

"Para poner la provincia en marcha, tiene que ayudar la macroeconomía"

El jefe de campaña de Kicillof fija los ejes del gobierno que diseña el ex ministro. Dice que Vidal "fracasó" y asegura que no hay razones para la remontada histórica. El futuro del Clio.

Carlos Bianco conoció a Axel Kicillof cuando tuvo al ex ministro de Economía como profesor en el curso de “Corrientes Económicas Contemporáneas” en la carrera de Comercio Internacional de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQui). Fue en 1998. Cuatro años más tarde, “Carli” pasó a ser ayudante en las clases de Economía II que el ahora candidato a gobernador dictaba en la carrera de Sociología en la UBA. Desde entonces, la relación siguió. Kicillof fue abriéndose camino en la gestión pública y Bianco lo escoltó en todos los terrenos.

 

En febrero de 2016 acompañó al entonces ex ministro a un plenario en Villa Domínico, Avellaneda. “Te acompaño, si querés pongo el auto”, le dijo. Al mes siguiente, lo mismo con una actividad en la UNQui que él mismo organizó y después llegó una invitación desde Mar del Plata. La diputada nacional y hoy candidata a intendenta de esa localidad por el Frente de Todos, Fernanda Raverta, invitaba a Kicillof a dar una charla. “Axel tenía auto propio, pero era un auto familiar. No se lo podía llevar y dejar sin coche a la familia. Entonces empecé a acompañarlo”, le dice Bianco a Letra P. Ese auto es el famoso Renault Clio que en esta campaña fue bautizado Kicimóvil y con el que candidato y jefe de campaña recorrieron -junto a Jéssica Rey, vocera de Kicillof, y Nicolás Beltram, el secretario- kilómetros y kilómetros por las rutas bonaerenses



Kicillof, Biancio, Rey y Beltrám arriba del Clio. 

 

 

Ahora Bianco está sentado en la sala de reuniones que el equipo de Kicillof tiene en las oficinas en calle Piedras, en la Ciudad Autónoma. No es solo el conductor del auto en cuestión. Desde 2018 fue algo así como un jefe de campaña de una “no campaña”. Coordinaba las excursiones de Kicillof, afinaba detalles, resolvía contratiempos y en dos ocasiones (en los municipios de Baradero y Pergamino) fue el garante de la asistencia perfecta de los distintos espacios kirchneristas a las charlas de AK. Cuando Cristina definió que Kicillof fuera el precandidato a gobernador, él apretó el acelerador. Hoy, con los resultados casi puestos, suena como posible jefe de Gabinete o, al menos, en un lugar de toma de decisiones en la gestión futura.

 

En diálogo con Letra P, Bianco saldrá de la sombra del predikador y paseará por todas las áreas de gestión, tal como lo haría un superministro. Nunca dirá nada alusivo a lugares a ocupar. Pero dirá que las obras de Vidal son las que ya estaban proyectadas, opinará sobre la política de seguridad dirigida al combate del narcotráfico y hablará sobre las expectativas hacia el 27-O, la herencia de la gestión Cambiemos, el rol a futuro del Banco Provincia y la infraestructura escolar. La gestión de María Eugenia Vidal "fue un fracaso", sentenciará.
 

 

BIO. Nació en Quilmes hace 43 años. No fue con Kicillof que conoció las rutas: con apenas 18 años, en 1994, debutó como camionero. Durante el día trabajaba con un volcador Ford 600 modelo 1962 y durante la noche estudiaba Comercio Exterior en la UNQ. Casi dos décadas después, asumía como subsecretario Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería. Afiliado al PJ, tendrá un despacho clave en la gobernación bonaerense a partir del 10 de diciembre si, como todo lo indica, las urnas del 27-O ratifican el resultado de las PASO.

-¿Por qué Axel Kicillof fue elegido como el precandidato a gobernador del Frente de Todos en lugar de que el espacio fuera a una interna?

 

-Porque al fin y al cabo era el que más medía y era el que más medía porque había hecho un laburo militante todo este tiempo y se había instalado como referente político en la provincia. Construyó la referencia provincial con las recorridas y fue el primero que salió a denunciar que las políticas de Vidal eran las mismas que las de (Mauricio) Macri. Cuando nadie criticaba a Vidal por distintos motivos, él salió a decir eso y se transformó en referencia política de la oposición. En última instancia, fue porque era el más medía y porque tenía el aval de Cristina.

 

-Siempre se dijo que ustedes no pidieron encuestas. ¿Esperaban la diferencia conseguida en las PASO?

 

-Sí y no. Porque, más allá de que uno repita que no cree en las encuestas, las mira igual. No solo que la mira, sino que las mira con lupa. Nosotros no habíamos hecho ni encargado ninguna encuesta propia, pero nos llegaban un montón de encuestas por distrito, por secciones, e hicimos una metodología de ponderación. Lo que teníamos del último mes era 2,5 puntos a favor. Nuestro inconsciente estaba esperando que fuera por ahí. Después le erraron todas.
 

 


 

-Entonces, ¿a qué atribuyen tal diferencia?

 

-El otro día hice un grandísimo esfuerzo para ver qué había hecho de positivo Vidal y no encontré nada. No pongo en discusión sus intenciones. Por ahí vino con las mejores intenciones, pero en materia productiva es un desastre: hay cierres de comercios, quiebre de pymes, la situación de los pequeños y medianos productores... Miro los resultados macrofinancieros de la provincia y hay un brutal endeudamiento en dólares y a corto plazo con problemas de liquidez, porque vencen más de dos mil millones de deuda. Veo la cuestión de seguridad. Hay más delito que antes. No lo digo yo, lo dice el Ministerio Público Fiscal en su último informe. Veo la educación y no hubo ningún cambio cualitativo positivo. Miro la salud y los hospitales no tienen insumos. Hay un brote de sarampión, que es una enfermedad medieval. En infraestructura, el acceso al gas, a la electricidad y a las cloacas es exactamente el mismo que en 2015. No digo que no hayan hecho obras, pero son obras que solamente siguieron el crecimiento vegetativo, no mejoró nada. Son obras que continuó. No veo dónde están los buenos resultados de Vidal, más allá de que sean buenas sus intenciones; más allá de que digan que es la mejor persona y la que más siente a la población. Su gestión fue un fracaso, lo lamento.

 

-Si bien ustedes rechazan especulaciones sobre el gabinete que diseña Kicillof, en las últimas semanas referentes de su equipo han dado pistas y los nombres que aparecen son, sobre todo, del área económica y productiva. ¿Esa será la prioridad?

 

-Axel definió cuáles iban a ser las prioridades de su gestión durante la campaña, que eran empleo, producción, educación, salud y seguridad. En todos esos sectores hay problemas coyunturales y problemas estructurales. La única forma de sostener una provincia sostenible en el tiempo es desarrollándola productivamente. Los ejes de mediano y largo plazo nuestros siempre van a ser la producción y el empleo. A diferencia de otros análisis que hacen expertos o políticos, no creemos que una solución sea que haya unos pocos sectores competitivos a nivel mundial, que son los que generan la riqueza y el Estado –distribución secundaria, como se dice técnicamente- se encarga de distribuirlo hacia el resto de la población que está literalmente fuera del sistema. No creemos que con asistencia social se pueda tener ni un país ni una provincia sostenibles a largo plazo. Necesitamos una provincia y un país que generen con base en la producción y el empleo. Eso es industria, sector agropecuario y servicios. 

 

 

 

-¿Qué expectativa tienen para la elección general del 27 octubre?

 

-Nos están llegando encuestas que muestran que la diferencia se mantiene o aumenta un poco para Axel y que está cayendo la intención de voto de Vidal, pero no creemos en esos números. Se ha demostrado que ninguna encuesta le pegó. Nosotros estamos tranquilos. Creemos que el resultado va a ser positivo. 

 

-El Gobierno va por la heróica. ¿Puede dar vuelta el resultado?

 

-Esto lo digo a modo de un análisis personal: ¿qué cambios hubo desde las PASO hasta ahora en los gobiernos nacional y provincial para que la población cambie su voto? La gente votó a favor del Frente de Todos por dos razones: vio y sintió el fracaso del actual modelo socioeconómico y, sobre todo la clase media, encontró en el Frente de Todos una alternativa.

 

-¿Ve similitudes con la sallida de la crisis política de 2001?

 

-Es un escenario diferente. En ese momento era el que se vayan todos. Ahora la gente vio que fracasó el neoliberalismo otra vez, pero que había una estructura donde apoyarse que era el Frente de Todos. No estaba pidiendo que se fueram todos; pedía una alternativa superadora y Todos se transformó en esa alternativa. Por la positiva. Retoma las mejores cosas del kirchenrismo y trae una nueva expectativa y esperanza. Por el contrario, Juntos por el cambio entró en crisis y nuestra unidad se fortaleció. Y económicamente empeoró todo. Hubo otra devaluación, más desempleo, más pobreza, más caída de la producción. Ni material ni políticamente hay una razón por la cual la gente debería cambiar su voto de las PASO. No es creíble que ahora el Presidente y la gobernadora salgan a decir 'los escuchamos y vamos a hacer las cosas de otro modo'. ¿En cuatro años no me escuchaste y ahora me escuchaste porque voté?
 

 

EL FUTURO DEL CLIO

 

"Por ahora va a seguir siendo mi auto porque no tengo plata para compartirme otro y si junto plata no creo que lo venda a esta altura. Tiene un valor afectivo. Lo voy a guardar. Mi viejo tiene un galpón en Quilmes. Capaz que lo deje ahí. Forma parte sustantiva de mis últimos años y de mi historia."

 

 


-¿Cuál es la urgencia en la provincia?

 

-Hay varias coyunturales. Las más visibles son las alimentarias, el estado de deterioro que tienen las escuelas, también los hospitales provinciales y la droga en los barrios. Está más que antes. Ellos hicieron mucha campaña con esta idea de que reventaron muchos búnkeres y confiscaron mucha droga. Yo me junté con muchos expertos en temas de seguridad de distintas líneas. Estoy estudiando el tema, no porque vaya a ser funcionario de seguridad ni mucho menos, pero Axel me pidió que estudiara el tema. Tirar un búnker no saca la droga de los barrios. Un búnker es una piecita de dos por dos, con paredes de 15 centímetros y dos chapas arriba. La tiras y al otro día hay un búnker en la otra cuadra. En muchos barrios ya ni siquiera hay un búnker donde ir a comprar, sino que está el narcodelivery. El búnker es para las cámaras. Dicen los expertos que en el mundo, en la Argentina y en la provincia se incauta el 3% de la droga que circula y todos dicen que, si se incauta más droga, es porque circula más droga. No porque el Estado es eficiente. Esos eran sus dos caballitos de batalla, pero los expertos en el tema lo desarticulan en dos segundos. 

 

-¿Y a mediano plazo?

-Las políticas productivas. Tiene que ayudar la macro (economía) nacional para poner a la provincia en marcha y disponer de los instrumentos a nivel provincial. El principal instrumento que tiene la provincia de Buenos Aires para hacer política productiva históricamente fue el Bapro. El problema es que está desfinanciado, con una hoja de balance muy complicada, con una cartera de créditos que se enfocó más en la timba que en la producción y que perdió importancia en relación al sistema bancario nacional. Además, ahora quieren cubrir el déficit operativo que tiene la provincia con una transferencia extraordinaria. Eso es prácticamente fundir el banco o dejarlo tecleando. Hay que recuperarl, reforzarlo y ponerlo al servicio de la producción.

 

-El objetivo parece depender bastante de la economía nacional.

 

-Somos conscientes de eso, de cómo se puede fortalecer el mercado interno a partir de la política macroeconómica. Porque hoy el principal problema que tienen los más pequeños, las pymes y los productores rurales que están más enfocados en el mercado interno que en la exportación es que no hay mercado.

 

Mauricio Macri medira las variables socioeconómicas de Córdoba a través de la Fundación Pensar.
Jorge Ferraresi

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