Lejos del volumen electoral alcanzado en 2015, la Unión Cívica Radical perdió en casi el 20% de los 36 distritos que posee actualmente en la provincia de Buenos Aires. Además de ponerle el rostro a la boleta de la derrota en la esfera bonaerense –acompañando a María Eugenia Vidal, a diferencia de las PASO, cuando fue omitido-, el vicegobernador y titular del Comité Provincia, Daniel Salvador, queda debilitado en su liderazgo partidario en un contexto donde el radicalismo cayó drásticamente en sus dos principales distritos del conurbano bonaerense (San Vicente y Berisso), al tiempo que fue derrotado en comunas del interior provincial donde el partido centenario venía obteniendo triunfos de larga data.
En total, siete intendentes boina blanca perdieron en sus distritos, mientras que solo dos candidatos radicales lograron arrebatarle al Frente de Todos la jefatura comunal.
A diferencia de los sucedido en las comunas PRO del conurbano bonaerense, donde los oficialismos municipales hicieron una fuerte apuesta al corte de boleta que se vio reflejada en la elección de este domingo, en la mayoría de los distritos perdidos por el radicalismo el corte de boleta con respecto a las listas encabezadas por Macri y Vidal, respectivamente.
El intento de Salvador por no municipalizar el 100% las elecciones distritales y trabajar las campañas en tándem con la figura de la gobernadora (con videos de respaldo y folletería bajo el lema macrista de ‘Sí, se puede’) fue algo que se reflejó en el escaso corte en las comunas UCR. Esto no impactó en aquellos distritos donde los intendentes venían fuertes, con triunfos contundentes en las PASO, pero en los municipios que venían debilitados, esa estrategia fue letal.
En Berisso, el intendente Jorge Nedela perdió por más de 30 puntos a manos de Fabián Cagliardi (Todos): fue 61% a 29,8%. En otro distrito de la Tercera sección electoral, San Vicente, el mandatario municipal Mauricio Gómez perdió por más de 25 puntos (57% a 31%) frente al candidato del insaurraldismo Nicolás Mantegazza.
En el interior bonaerense, Juntos por el Cambio cayó en un distrito que el radicalismo venía administrando hace décadas. Y la derrota fue más que llamativa. Se trata del municipio de General Guido, administrado hace 28 años por Aníbal Loubet, quien había decidido en esta elección no jugar. Su delfín, Eduardo Cámara, había perdido las PASO a manos de Walter Arias, pero en la sumatoria Cambiemos se había impuesto con el 73% de los votos. Parecía cosa juzgada. Pero en una elección más que sorpresiva, este domingo el triunfo fue del Frente de Todos, con Carlos Humberto Rocha como candidato. Sin dudas la salida de Loubet y la derrota de su postulante en las Primarias hicieron mover drásticamente el voto hacia el candidato peronista.
La derrota radical también se dio en Carlos Tejedor. Allí, el intendente Raúl Sala cayó por siete puntos ante su antecesora en el cargo, María Celia Gianini (Todos), quien volverá a la intendencia con el 52,86% de los votos.
En Salliqueló, el nuevo intendente se dirime entre Ariel Sucurro (Frente de Todos) y Juan Miguel Nosetti (Vecinalista), mientras que el actual jefe comunal, el radical Jorge Hernández, quedó fuera de la discusión, cinco puntos por debajo y en tercer lugar. En Coronel Suárez, distrito que al momento es administrado por el radical Roberto Palacios, se impuso el ex intendente Ricardo Moccero (Todos); mientras que en Mar Chiquita, el intendente UCR Carlos Ronda cayó por cinco puntos a manos de Jorge Paredi.
El radicalismo sí tendrá dos nuevos intendentes. En San Miguel del Monte, el concejal José Matildo Castro venció por casi 8 puntos a la intendenta Sandra Mayol, quien no pudo levantar el impacto que para su imagen representó su rol ante la masacre perpetrada en esa ciudad por efectivos de la Bonaerense que supieron ser reconocidos por la jefa comunal, ahora saliente. En tanto, en Saavedra el nuevo intendente será Gustavo Notararigo, el cual venció al histórico referente del peronismo en la Sexta y actual intendente de ese distrito, Hugo Corvatta.
Por otra parte, triunfos categóricos como los de Gustavo Posse (en San Isidro) –por un lado- y de varios intendentes sub 50 con aspiraciones partidarias –por el otro- significan también futuros focos posibles de desafío al poder de un vicegobernador saliente que el año que viene –además- dejará el cargo en el Comité, sin posibilidad de revalidar. La incógnita que se abre es cómo se dará su sucesión en el liderazgo del partido centenario en el ámbito bonaerense, algo que, con los resultados de este domingo sobre la mesa, lo dejan con escaso margen de maniobra.