El pasado 23 de agosto los trabajadores de la fábrica de calzado y ropa deportiva Gaelle, ubicada en el distrito bonaerense de Avellaneda, se encontraron con una nota en la puerta de la empresa que indicaba el cese de actividades de la fábrica. Fue la última notificación por parte del empresario quien dejará de producir para importar lo que hasta 2015 fabricaban 350 operarios.
Uno de los coletazos de la apertura de importaciones es el despido de trabajadores y el cierre de industrias. Entre los sectores más afectados por la crisis del empleo están el rubro textil y el de calzado. En Avellaneda, el impacto de la política económica promovida por el gobierno de Mauricio Macri se sintió en Gaelle, empresa que producía ropa y zapatillas deportivas.
Tras una importante reducción de personal, el dueño de la fábrica, José López, cerró las puertas de la fábrica el pasado 23 de agosto, dejando a 60 trabajadores en la calle, los últimos que quedaban cumpliendo tareas, teniendo en cuenta que en 2015 eran 350 los operarios.
Por estas horas, los trabajadores se encuentran frente al ingreso de la fábrica, ubicada en Mario Bravo 1965 en la localidad de Avellaneda, reclamando que el empresariado respete la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo.
"José López se transformó de empresario en importador, dejando en la calle alrededor de 350 trabajadores en menos de dos años", dijo Claudia, trabajadora de Gaelle, al portal Anred. La decisión del dueño está en línea con la propuesta del gobierno.
Luego de un conflicto por salarios adeudados, el 23 de agosto los trabajadores se encontraron con una nota en la puerta de la empresa: "Sin actividades", decía. Fue la única notificación del cierre.
"Cerraron las puertas sin ningún aviso solo una notita pegada. Hasta pertenencias nuestras están adentro que no nos dejaron sacar", contó la exempleada de Gaelle.