La firma Dass, dueña de las fábricas de calzados que pertenecieron a Gatic, que opera en el distrito bonaerense de Coronel Suárez, redujo su producción al 50% debido a la disminución de sus ventas porvocando, entre otras medidas, suspensiones rotativas. Los trabajadores apuntaron contra las políticas económicas promovidas por el Gobierno nacional. A esta situación, se suma el cierre de microemprendimientos que tercerizaban sus servicios con la industria.
La semana pasada la empresa Dass emitió un comunicado informando al cuerpo de trabajadores y a los dirigentes gremiales del Sindicato Obrero Del Caucho, Anexos y Afines (SOCAYA) la situación productiva de la planta y el impacto en el desempeño laboral. “Lamentablemente no hemos logrado obtener en tiempo y forma la cantidad normal de pedidos de producción que veníamos teniendo para el funcionamiento normal de la planta. Esto afectará el ritmo de producción en los meses de junio y julio inevitablemente”, señaló el documento
En esa línea, indicaba que la “baja de producción” los “obliga a tomar decisiones difíciles” y explica que, ante la ausencia de pedidos, durante junio, julio y agosto se aplicarán suspensiones rotativas a los trabajadores, medida que, en principio, no significaría “la pérdida del salario correspondiente”.
La situación alarmó no sólo a los trabajadores y representantes gremiales, sino a toda la comunidad. En la actualidad, son 1940 los suarenses que trabajan en la planta y que podrían resultar afectados si la empresa profundiza las medidas.
“La fábrica produce entre 14 y 16 mil pares diarios de calzado, pero en estos momentos alcazan los 7.500 pares. Si esto no cambia, no hay una pronta solución y ni reactivación”, explicó a Letra P Claudio Streitemberger, representante de SOCAYA, quien en ese momento se encontraba en Buenos Aires manteniendo reuniones para tratar de encontrar una salida al problema
En esa línea, evaluó que “la disminución de los pedidos de su gran cliente, que es Adidas, es producto de la situación económica que hoy el país tiene y debido también a las importaciones de calzado armado que llega desde afuera, junto a un mercado interno que achica cada vez más el consumo”.
Letra P intentó comunicarse con el intendente Roberto Palacio (UCR-Cambiemos), pero no fue posible. Según expresó a medios locales hizo gestiones ante el Ministerio de Producción, Trabajo e Interior. Además señaló que le transmitió su preocupación al vicegobernador Daniel Salvador y a la gobernadora María Eugenia Vidal.
Sucede que a la problemática que está padeciendo la fábrica se suma el cierre de micro-emprendimientos relacionados con el rubro, es decir que tercerizaban algunos de sus servicios con Dass.
El gremialista además aseguró a Letra P que a las suspensiones, que en este momento afectan 400 trabajadores de la línea de armado, hay que sumarle “los despidos por goteo, que no son masivos porque apuntan a cuestiones de legajo y del perfil de trabajador”. Además, indicó que como medida la empresa propuso vacaciones anticipadas y retiros voluntarios.
“Financieramente la empresa no presenta dificultades, el problema es que no hay venta y eso es por las importaciones”, concluyó el gremialista.
La crisis del empleo que por estas horas está padeciendo la ciudad de Coronel Suárez no es aislada. Según un relevamiento desarrollado tiempo atrás por Letra P, no distingue sector ni provincia: bajaron las persianas empresas en Buenos Aires, Capital Federal, Chaco, San Luis, Neuquén, Santa Fe, Córdoba y Tierra del Fuego, con casos notorios y emblemáticos.