La explosión y muerte de dos trabajadores de la educación en la escuela Nº49 de Moreno puso en alerta a toda la comunidad educativa de la provincia de Buenos Aires. Las condiciones edilicias y de los servicios energéticos de los establecimientos bonaerenses fue puesta bajo la lupa no sólo por parte de los sindicatos docentes, que promovieron la suspensión de clases en varias escuelas, sino también de jefes comunales que desplegaron una serie de estrategias para contener las dificultades.
Tras el escueto mensaje en redes sociales del viernes pasado, este miércoles la gobernadora María Eugenia Vidal, en dos programas PRO friendly, se refirió a la trágica muerte de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez. “El Consejo Escolar de Moreno tiene una causa judicial iniciada por nosotros porque durante 2016 y 2017 recibió quince millones de pesos para estas obras menores en escuelas, y no pudo justificar nada" aseguró la mandataria, quien evitó mencionar la intervención del cuerpo por parte del ministro Gabriel Sánchez Zinny y desvió la responsabilidad hacia el kirchnerista Walter Festa, intendente del distrito.
Las expresiones de la mandataria provincial llegaron a pocas horas de cumplirse una semana del fallecimiento de los trabajadores educativos y dos días después que cientos de escuelas bonaerenses suspendieran las clases por problemas de infraestructura, motorizados por relevamientos desarrollados por los sindicatos docentes.
En línea con ese panorama crítico y haciendo una evaluación puntual de los casos, varios intendentes motorizaron estrategias tendientes a atender las dificultades que atraviesan los distintos establecimientos.
Uno de los primeros fue el mandamás de Merlo, el presidente del PJ bonaerense, Gustavo Menéndez, quien el martes firmó un decreto para transferir desde el municipio al Consejo Escolar del partido 3 millones de pesos para “paliar la emergencia”.
“La provincia está desbordada, ya sea por desidia, por una cuestión estructural, no es lo importante ahora”, sostuvo el mandatario local, ante el sitio El Círculo, quien hizo referencia también a la pérdida de gas que se detectó en una escuela de Merlo, situación similar a la de la tragedia ocurrida en Moreno.
Por su parte, en Hurlingham, conducida por el peronista Juan Zabaleta, se creó un comité de crisis para supervisar las escuelas. La iniciativa, según el portal Viví el Oeste, fue un planteo conjunto entre consejeros, la inspectora distrital y los gremios; luego que el martes se evacuara una escuela y se suspendieran las clases a raíz de una fuga de gas. La medida, derivó en una declaración de emergencia educativa por parte del Consejo Escolar.
En Malvinas Argentinas, el Ejecutivo municipal dispuso la instalación de detectores de gas en los 85 establecimientos educativos, donde funcionan 140 escuelas y 30 jardines de infantes. “No vamos a mirar para otro lado. Este programa lo venimos realizando ya desde hace unos meses, pero se decidió dar un paso más y por eso estamos realizando un relevamiento escuela por escuela para establecer prioridades y comenzar a colocar detectores de gas”, señaló el intendente Leonardo Nardini ante SM Noticias.
En Lomas de Zamora, gobernado por el también peronista Martín Insaurralde, avanzó un proyecto en el Concejo Deliberante dirigido a las autoridades nacionales y provinciales para declarar la emergencia educativa en la provincia de Buenos Aires. La iniciativa, que fue propuesta por el bloque que responde al intendente, PJ-Unidad Ciudadana, fue acompañada por el massismo mientras que Cambiemos manifestó su rechazo, publica Inforegión.
Con el efecto de la tragedia en Moreno, la población educativa de distintos distritos hizo sentir su malestar ante las irregularidades en la infraestructura, situación que puso en alerta a los representantes de los Consejos Escolares.
En Mar del Plata, como ya se mencionó en Letra P, la tragedia puso en la mira la intervención que el gobierno bonaerense hizo en el Consejo Escolar de ese distrito, donde el escándalo en torno al servicio de comedores obligó al interventor designado, Marcelo López, a dar un paso al costado.
En Junín, distrito gobernado por el macrista Pablo Petrecca, representes del cuerpo escolar admitieron que tras el fallecimiento de la vicedirectora y del auxiliar de portería en Moreno, se está “más encima” de los establecimientos. “Venimos trabajando con inspecciones permanentes en los establecimientos", dijo Marcelo Alsina en Radio Junín y agregó: “Ahora se está mucho más atento al estado de los calefactores o del cuadro general del edificio, eso le sirve a todos".
Una situación similar se vive en Trenque Lauquen, conducida por el vidalista Miguel Fernández. Tras las críticas del sector docente hacia el estado de infraestructura escolar, el Consejo Escolar tomó una intervención más activa, describe el diario La Opinión. Si bien hubo cruces con representantes gremiales tras la difusión de imágenes en las redes sociales por la situación edilicia de muchos establecimientos, el cuerpo anticipó la asistencia en cada caso.