Las preguntas de la democracia

La democracia argentina cumple 35 años y vale preguntarnos si a su mediana edad sigue despertando las pasiones de entonces. En aquellos primeros años ochenta la palabra democracia condensaba en sí misma todas las aspiraciones y los sueños incumplidos de la política argentina: la posibilidad de un orden institucional estable y democrático como vehículo necesario para la transformación social. Cuando socialdemócratas éramos (casi) todos. La dictadura y sus horrores quedaban todavía muy, demasiado cerca. Democracia era la palabra que clausuraba el terror; nuestro amuleto contra un pasado trágico.

 

La lectura alfonsinista del preámbulo de la Constitución cristalizaba los consensos básicos de la sociedad argentina de aquel momento, el denominador común que habíamos encontrado luego de décadas de grietas y golpes militares.

 

A pesar de las mil y una diferencias que existían entre las propuestas de las diversas fuerzas políticas, los argentinos sabíamos que algo en ese rezo laico nos convocaba a todos a una gesta común. Y sobre ese punto de partida fundamos, con infinitas marchas y contramarchas, una nueva era histórica.

 

 

 

¿Es posible en estos tiempos de (post) modernidad líquida recrear algo de ese espíritu fundacional, de meta colectiva, que encierra la discusión sobre nuestra democracia?

 

Desde la Universidad Nacional de La Plata pensamos que es al menos necesario intentarlo y por eso lanzamos Preámbulos, un ciclo que aspira a repensar esas décadas en un diálogo abierto con la comunidad académica y la sociedad, convocando a politólogos, sociólogos, economistas, periodistas y escritores de diversas orientaciones y generaciones. Qué mejor que aprovechar el centenario de la gran Reforma Universitaria para abrir nuestra Universidad al debate. El mejor homenaje posible.

 

Porque queremos hacer, además, una historia en tiempo presente: la de una democracia dinámica que no para de mutar. Pasado, presente y futuro en perspectiva.

 

¿Qué le agregaríamos a aquel preámbulo si tuviésemos que escribirlo hoy? Ésta fue una de las preguntas que nos llevó primero a pensar y a nombrar este ciclo.

 

Los nuevos desafíos: la desigualdad social, la lucha de las mujeres, la diversidad, el cuidado del medio ambiente y las migraciones, entre muchas otras. Y también las deudas de la democracia, sus grandes decepciones y promesas incumplidas: nuestra propia deuda interna. El balance de una era en pleno desarrollo.

 

Lo hacemos con la convicción de que solo profundizando nuestros análisis podremos empezar a sentar las bases de los que, esperemos, serán los nuevos consensos que nos guiarán hacia el futuro. Hacia lo que queremos y, sobre todo, cómo y con quiénes lo construiremos. Creamos el ciclo Preámbulos con este objetivo.

 

Partimos de una certeza: los 35 años de continuidad institucional fueron aquellos en los que pasó de todo (alzamientos militares, hiperinflación, el default más grande de la historia) y, sin embargo, la democracia resistió. Es hoy nuestra forma indiscutida de gobierno, algo que parecía una quimera en gran parte del siglo XX. A partir de esta certeza, lo que queda son preguntas. Las preguntas de la democracia. Las que queremos debatir en Preámbulos. Están todos invitados.

 

Myrian Prunotto en la primera sesión 2025 de la Legislatura de Córdoba.
Guilllermo Cornaglia, presidente del PJ de Santa Fe

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