La situación económica tiene dentro de Cambiemos diferentes visiones; matices que, en su mayoría, se esconden en la discusión pública para no generar ruido político en el marco de una recesión que recién empieza. El caso más emblemático es el del lugar que se le da al consumo hogareño, un rubro que representa casi el 80% del PBI nacional. Aquí el enfoque es radicalmente opuesto entre las tres patas de la administración amarilla: la Nación, la provincia de Buenos Aires y la Ciudad.
El presidente Mauricio Macri y sus ministros, con pocos detractores, sostienen la teoría de que el libre mercado ordenará los precios y racionalizará los niveles de demanda en cantidades más moderadas luego de lo que consideran un proceso de consumo con anabólicos, el de los años del kirchnerismo.
Por su parte, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y su par bonaerense, María Eugenia Vidal, han decidido jugar fuerte a un camino de estímulo del gasto. Observan que el retroceso en la compra de alimentos, bebidas e insumos básicos por parte de sectores medios y bajos es un problema serio para la perspectiva no solo económica, sino también política del partido de gobierno. La lectura que tienen los consultados por este medio tiene que ver con considerar que los aumentos de tarifas, naftas y otros servicios le sacaron del bolsillo a la clase media un dinero que antes era derivado casi íntegramente al consumo básico. Y que se hueco no puede quedar abierto.
En este contexto, Larreta confirmó este martes el paquete de estímulo para consumo e industria que adelantó Letra P. En ese pelotón de medidas hay una particular: los martes, con plásticos del Banco Ciudad (crédito y débito), habrá descuentos del 20% para comprar en la cadena Día. Se podrá comprar hasta $1000, pero con una diferencia: serán hasta $1000 con crédito y con débito, por lo que una persona que tenga ambas tarjetas puede usarlas el mismo día sumando los montos hasta $2000. La decisión es un clon del hot sale de Vidal, que ofrece algunos miércoles selectos hasta 50% de ahorro con las tarjetas del Banco Provincia, con un tope mayor.
La movida de Larreta tiene algunas particularidades. Trabajaron puliendo el plan los integrantes de la Mesa Productiva: Javier Ortiz Batalla, presidente del Banco Ciudad; Martín Mura, ministro de Economía; Diego Santilli, vicejefe de Gobierno; Felipe Miguel, jefe de Gabinete, y el ministro de Desarrollo Urbano, Franco Moccia.
La elección de Día Descuento no es casual. Antonio Coto Gutiérrez, el español que gerencia en Argentina la cadena ibérica, es uno de los preferidos de Larreta desde hace años. El formato de día es un dato: es un comercio con marcas propias, precios hasta 20% más bajos que la competencia y con fuerte penetración en zonas postergadas. En paralelo, tiene un sistema de contratación de empleados con muchos menos requisitos que los que piden las grandes cadenas, llegando a más sectores de la población.
En el anuncio de Larreta, que incluyó reducción de tasas bancarias y alivio fiscal para las pymes, estuvo presente el ministro de la Producción nacional, Dante Sica. Su visión está en un paso medio y hace equilibrio para explicarle al jefe de Gabinete, Marcos Peña, que algo hay que hacer con el consumo. De hecho, en las últimas semanas encaró lo que muchos dirigentes de áreas sensibles se negaron a hacer: recorridas por ferias barriales para mostrar que la intermediación encarece el precio de los productos finales.
Parece ser ese el enfoque que Macri empezó a darle al tema consumo. Manifestó en las últimas horas que hay que moldear al usuario en un plano Lita de Lazzari: caminar para encontrar precios “más menos 30% más baratos”. Desde el Banco Nación reconocen que no se les pidió a los supermercados analizar variantes de hot sale. Los que tratan a diario con su presidente, Javier González Fraga, aseguran que está en sintonía contraria: con la idea de secar la plaza de pesos para bajar la inflación, más que estimular algo.
“Es bueno que se sumen; daremos toda la ayuda que podamos para la gente y las pymes”, dijo un alto dirigente bonaerense a Letra P consultado por el perfil de Vidal y Larreta ante el consumo.
Si bien el Bapro mantuvo un pacto con diferencias y exigencias a los supermercados -como el porcentaje del financiamiento del descuento y la obligatoriedad de que los comercios tengan nuevos productos con la entidad-, los números más recientes del hot sale son positivos. El primer miércoles de descuentos, el 18 de julio, seis de cada diez personas que accedieron al beneficio tenían ingresos inferiores a los $30.000. En tanto, siete de cada diez fueron jubilados y empleados públicos, los que en su mayoría cobran por el banco. Los docentes se ubicaron entre los más demandantes, seguidos por empleados municipales, trabajadores de la Provincia, policías, trabajadores de la salud y judiciales.
Además, en esa primera jornada se usaron unas 50 mil tarjetas que estaban inactivas hacía 30 días. ¿Dónde se vendió más? Los partidos del primer cordón del conurbano, como Morón, Avellaneda y Olivos, seguidos por Mar del Plata, la Ciudad de Buenos Aires, Bahía Blanca, La Plata, Junín, Tandil, Pehuajó, Chivilcoy y Campana.