ENTREVISTA. PABLO MOYANO

“Se está trabajando en una reunión de Cristina y Moyano”

El jefe de Camioneros confirmó que será “para tratar de limar asperezas y trabajar en conjunto”. Pidió acelerar la renovación de CGT y se postuló para el secretariado. El límite: "Pichetto y Urtubey"

“¿Sabes qué leo? Diarios, mucho deporte y esto leo, mirá”. Pablo Moyano se inclina en su silla para alcanzar un libro debajo de una pila pequeña de otras publicaciones. “¿Sabes qué es? La Biblia, regalé varias”. "¿Y eso qué le da?", preguntó Letra P. “Tranquilidad, paz. Perdí a mi mujer, a mi hermano. En esos momentos te dedicabas a hacer cualquier cosa o a contenerte en algo. Hoy no puedo ir a una iglesia porque sería muy complicado para la gente, pero cuando tengo unos minutos en la oficina, tranquilo, me contengo con eso. Así y todo, no me tranquiliza, pero es el refugio que tengo”, explica el líder del gremio de Camioneros, rodeado por decenas de fotos de él con Diego Maradona, Roger Federer, Ricardo Bochini, el “Kun” Sergio Agüero, Carlos Tévez, sus hermanos, su padre Hugo y el Papa Francisco. “Yo siempre digo que acá estoy con Dios y acá con el diablo”, grafica y se ríe. Arriba está Bergoglio y abajo Diego. “Toda la vida fuimos religiosos con mi viejo”, completa y se arremanga la camisa para mostrar dos tatuajes en los antebrazos. “Si Dios está conmigo, ¿quién contra mí?” y “Todo lo puedo en Cristo, que me fortalece”, se lee en cursiva.

 

A lo largo de la charla con Letra P, Moyano hará críticas al Gobierno, a las multas al sindicato consideradas “extorsión” y a la idea que Cambiemos tiene sobre la esfera sindical. “El sueño de (Mauricio) Macri es que no haya sindicatos", contó y encaró para el lado de la crisis interna en la CGT, pronosticando que “con esta vorágine que hay, de políticas anti obreras, se tiene que adelantar la renovación”. Se postuló para “conducir” o “acompañar” una nueva CGT que “esté en la calle” y le pegó duro al triunvirato por la relación con el Gobierno y los contactos con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

 

De todos modos, gran parte de la charla caminó en los escenarios políticos, la crisis del peronismo, las elecciones del 2019 y el juego que tendrán los Moyano en el futuro de corto plazo del PJ. "Hay posibilidades de que haya una reunión de Cristina (Fernández de Kirchner) y Hugo (Moyano) para tratar de limar asperezas y trabajar en conjunto”, anunció. Y admitió que “nos tendremos que comer algunos sapos, pero lo importante es la unidad”, en relación al rechazo que marca a candidatos en carrera como “(Juan Manuel) Urtubey, ( Miguel) Pichetto o (Diego) Bossio”.

 

BIO. Es el secretario general del Sindicato de Choferes de Camiones (Sichoca) y vicepresidente segundo del PJ bonaerense. También acompaña como vice de Independiente a su padre, Hugo Moyano. “Empecé a acompañar a mi viejo en Mar del Plata, en el 78, 79 y 80. Mirá qué época. Iba a las unidades básicas. Y ahí fue armando todo lo que fue el peronismo, el sindicalismo. Milité toda la vida, primero acompañando y después, cuando me vine a Capital, en el 87 y 88, armamos una unidad básica en la Jujuy 935”, contó Pablo a Letra P. Y blanqueó su primera elección fuerte dentro del peronismo. “Participé en la interna Menem-Cafiero, jugué con Cafiero y ahí empecé la carrera. Luego empecé a laburar en una empresa, fui delegado y me metí en el gremio. Jugamos a morir con Cafiero, nosotros siempre en contra de todo (risas). En su momento nadie decía que podía ganar Ménem, y no nos equivocamos, privatizó todo y el desastre económico que produjo", dijo.

 

 

-Lo más reciente es la multa del Gobierno a Camioneros y se especula con que puede haber nuevas sanciones. ¿Cómo analiza esas decisiones?

 

-No es la primera multa que recibimos. En el gobierno anterior el ministro (de Trabajo, Carlos) Tomada multó a nuestra organización por llevar adelante una medida de fuerza, también por paritarias, supuestamente porque no aceptamos la conciliación. Fuimos a la justicia y nos dio la razón, no tuvimos que pagar. En este caso, lo que nos llama la atención es el monto, casi 810 millones de pesos por seis asambleas. No había conciliación obligatoria y todas las cartas que nos mandaron fueron contestadas en tiempo y forma. De las seis asambleas, en cuatro no hubo actas. Y de esas seis una fue en Farmacity, que tiene relación con (el vicejefe de Gabinete, Mario) Quintana.

 

Ya hicimos la presentación en Trabajo y la justicia y creemos que nos tienen que dar la razón, porque fueron asambleas informativas, no hubo medidas de fuerza. Sobre un padrón de cerca de 15.000 empresas de transporte no se puede tomar un caso testigo por seis asambleas para multar a una organización por ese monto ridículo. Seguro la segunda va a ser por el paro del 14 de junio y va a llevar la misma metodología.

 

-Menciona a Tomada, ministro de Trabajo de Cristina. ¿Ve diferencias entre ese ministerio y este?

 

-En el accionar es prácticamente lo mismo, si bien en el gobierno anterior se avanzó muchísimo en el tema laboral y de transporte, lamentablemente luego de la ruptura de la CGT en el último período de Cristina, bueno… se fueron dificultando las cosas. El Ministerio sacó algunas resoluciones en contra de nuestra organización, pero no se puede comparar con este grado de extorsión que hace este Ministerio con nosotros y con otros que no comparten el rumbo económico. Cada gremio que sale a pelear por sus trabajadores es multado o tratado de extorsionador. Por eso, algunos compañeros con dos tapas de Clarín salieron a firmar el 15% en tres cuotas. En Camioneros, con todo el aparato mediático y de los funcionarios en contra, no nos doblegamos, firmamos el 25% más un bono, más la cláusula de revisión y por eso este ataque del Gobierno. No vamos a firmar la reforma laboral, no vamos a firmar el Convenio Colectivo de Trabajo a la baja. Por eso esta multa. Si quiebra Camioneros, ¿qué otra organización va a salir a pelear? Justo el día que viene (Christine) Lagarde, del FMI, multan a Camioneros. ¿Qué quisieron demostrarle al Fondo?

 

-¿Lo de Triaca lo sorprende? Por el lugar del que viene pregunto.

 

-No me sorprende para nada. El padre fue dirigente gremial en la dictadura militar y uno de los socios del Jockey Club, la institución más antiperonista que hubo. Y fue interventor de Somisa, se cargaron a miles de trabajadores. ¿Qué podés esperar? Agarró los peores genes del padre. Casi que festejó haber multado a un gremio por hacer una medida de fuerza, ahí te das cuenta que nunca representó a los trabajadores.

 

 

Los que firmaron la reforma laboral del menemismo fueron los Gordos y los Independientes. En el 2000, cuando se firma la bochornosa Ley Banelco, ¿quién la firma? Los Gordos, los Independientes y otros compañeros. Y enfrente estábamos la CGT disidente, Camioneros y los compañeros de la CTA. Y en noviembre último, cuando tenían prácticamente acordada con Triaca la reforma laboral, fue que movilizamos al Congreso con las dos CTA, el compañero (Sergio, líder de Bancarios) Palazzo y los movimientos sociales, y la frenamos.

 

 

-Cuando su padre y otros dirigentes hicieron el MTA en los años 90, existía un escenario sindical parecido, con gremios oficialistas y un puñado fuerte más combativos. ¿Cómo caracteriza este momento?

 

-El otro día, un compañero decía en un asamblea: "¿Qué hizo de distinto nuestra organización en los últimos años?". Siempre estuvimos de un solo lado, peleando. Se repite la historia hoy, los compañeros que mencionás son los que firmaron la reforma laboral del menemismo, que son los Gordos y los Independientes. En el 2000, cuando se firma la bochornosa Ley Banelco, ¿quién la firma? Los Gordos, los Independientes y otros compañeros. Y enfrente estábamos la CGT disidente, Camioneros y los compañeros de la CTA. Y en noviembre último, cuando tenían prácticamente acordada con Triaca la reforma laboral, fue que movilizamos al Congreso con las dos CTA, el compañero (líder de Bancarios, Sergio) Palazzo y los movimientos sociales y la frenamos. La historia se repite, cada vez que vienen gobiernos liberales necesitan a estos dirigentes para llevar adelante estas políticas de flexibilización o el nombre que les pongan.

 

 

 

-¿Cuál cree que es la ambición sindical del Gobierno? ¿Cómo supone que los ven? ¿Qué modelo de dirigentes quieren?

 

-Creo que el sueño de Macri es que no haya sindicatos. Por eso tratan de doblegar al que hoy por hoy es el gremio que más combate el temor económico, que tiene los mejores sueldos y no firma la reforma laboral. Lamentablemente hay algunos compañeros que siguen creyendo, como los que están en la CGT, en seguir sentándose a una mesa de diálogo con el Gobierno. Yo estuve en el inicio del triunvirato y era ir a hablar con los funcionarios para tomarte un café y comerte una medialuna. No te resuelven nada. Hoy el Ministerio de Trabajo es una oficina de la UIA.

 

"Hay compañeros que siguen creyendo, como los que están en la CGT, en seguir sentándose a una mesa de diálogo con el Gobierno. Yo estuve en el inicio del triunvirato y era ir a hablar para tomarte un café y comerte una medialuna. No resuelven nada. Hoy el Ministerio de Trabajo es una oficina de la UIA."

-En el inicio de la gestión de Cambiemos, hubo más acompañamiento sindical.

 

-Por supuesto. Cada vez que asume un gobierno a través de los votos hay que darle un año de gracia para ver qué medidas toman con el mundo del trabajo. Pero este Gobierno, a los diez minutos de asumir, prácticamente le sacó las retenciones al campo, a los pocos meses le sacó las retenciones a las mineras, y a los trabajadores no le eliminó Ganancias, le puso tope a las paritarias y empezó con la importación, que fulmina al calzado, textiles y plástico. Se le dio siete, ocho meses, pero cuando empezó a anticipar políticas contra los trabajadores, fuimos los primeros en salir.

 

-Usted señala diferencias con el Gobierno. ¿Ve esos mismos ruidos puertas adentro de la organización sindical?

 

-Hay un problema ideológico con el Gobierno: son gorilas, desprecian a los trabajadores. Y en lo sindical, algunos les tendrán miedo a los carpetazos, otros tendrán otras intenciones, alguno peleará por el dinero que les dieron a las obras sociales y otros peleamos por los trabajadores. Se repite la historia, son oficialistas, por más que cambien los gobiernos.

 

-¿El triunvirato de la CGT se encuadra en esa descripción? ¿Qué futuro le ve a esa conducción?

 

-El compromiso era que el 22 de agosto iba a haber un congreso normalizador para elegir un solo secretario general, con una conducción nueva. Se terminaron los plazos y en una reunión de consejo directivo se aprobó terminarla en 2020. Pero creo que con esta vorágine que hay de políticas anti obreras se tiene que adelantar la nueva renovación de la CGT. En el próximo confederal de secretarios generales se va a exigir un verdadero plan de lucha y la convocatoria a la normalización de la CGT.

 

"La CGT tendría que estar en la calle repudiando las políticas del Fondo, no yendo a hablar con ellos."

-¿Están pensando en candidatos, en personas?

 

-No, en la política que tiene que llevar adelante la CGT. Le dieron al Gobierno dos años de gracia con despidos, suspensiones, aprietes, carpetazos... no podés vivir arrodillado, mirando para otro lado. Si a tus compañeros de otros gremios los aumentos le llegan, las tarifas le llegan, ¡reaccioná! Sino, ¿para qué querés un secretario general de la CGT o una conducción? no te podés callar la boca. Después nos quejamos cuando vemos por televisión que la izquierda marcha o se te meten en tu gremio, o la CTA marcha con los movimientos sociales. ¿Para qué querés tener una oficina con la CGT cuando hay miles de trabajadores despedidos?

 

-Antes manifestó críticas al FMI. ¿Qué le pareció el intento de la CGT de tener una reunión con Lagarde?

 

-Una payasada. Las banderas históricas del peronismo eran de pelea, de lucha contra las políticas del FMI. ¿Qué le van a decir al Fondo? ¿Vamos a pelear las paritarias y la flexibilización con el Fondo? Hay que repudiarlos. Son organismos que te vienen a endeudar. Si yo fuera parte de la conducción de la CGT, no iría. La CGT tendría que estar en la calle repudiando las políticas del Fondo, no yendo a hablar con ellos.

 

-En el escenario pre eleccionario del 2015, ¿hubo sectores de Camioneros que apoyaron a Macri?

 

-Ni loco, ni en pedo. ¿Yo apoyando a Macri? Se instaló eso porque Hugo en la inauguración del monumento a Perón… era el General Perón… fue el primer Gobierno de la Ciudad que inauguraba eso. Hugo fue institucionalmente y fue invitado. Pero ni en pedo los compañeros nuestros estuvieron laburando para Macri, no sé de dónde salió eso. Hoy no creo que vuelvan a hacer una estatua de Perón, ni que nos inviten.

 

-De todos modos, con la Ciudad siempre tuvieron mejor vínculo.

 

-No, no. Desde que hay un enfrentamiento con el Gobierno está todo cortado. No hablamos ni con el último concejal de un pueblito del PRO.

 

 

 

-CFK rompió con la CGT en un acto con Moyano, en medio del pedido sindical de un presidente obrero. ¿Eso fue un crack que derivó en esta dispersión del peronismo?

 

-Se rompe cuando el último gobierno, subido un poco a la soberbia o rodeado un poco por los pibes de La Cámpora, creyeron que eran ellos. Empezaron a dejar de lado al movimiento obrero no dándole respuestas. Y ahí se produjo la división. Pero yo hoy soy vicepresidente segundo del PJ de la provincia y creo que se está haciendo un trabajo importante con los intendentes y sectores del peronismo para unificar, dejar de lado las diferencias y buscar el candidato que en 2019 sea el nuevo gobierno. Se está tratando de contener a todos los sectores. Nos tendremos que comer algunos sapos, pero lo importante es la unidad del peronismo.

 

-¿La Cámpora y el kirchnerismo están entre esos sectores?

 

-Hay posibilidades de que haya una reunión de Cristina y Hugo para tratar de limar asperezas y trabajar en conjunto. Sea candidata ella o para buscar el candidato a través de una gran PASO, para que el peronismo vuelva al gobierno.

 

"Están armando su espacio de un peronismo renovado que le ha votado casi todas las leyes al macrismo. Los únicos dos sapos que no nos comeríamos son los de esos dos sectores, los de Urtubey y Pichetto. Y Bossio."

-¿Le parece que Cristina debería ser candidata, o prefiere un candidato de unidad?

 

-Creo que el peronismo de Urtubey sería una continuidad de este modelo económico, y sea (Felipe) Solá o Cristina, lo vamos a definir en una gran interna. Por supuesto que ella tiene un caudal de votos muy importante. Pero habría que preguntarle si está en condiciones, si quiere o no.

 

-Esa unificación que menciona, ¿suma a los Randazzo, algún sector del massismo…?

 

-Se está hablando. (El intendente de Merlo, Gustavo) Menéndez es presidente del PJ de la provincia, se está hablando. Hay sectores con los que hay posibilidad de acordar, pero otros que están en las antípodas del peronismo.

 

-¿Cuáles?

 

-Caso Urtubey, que son los que les han votado todas las leyes al Gobierno. Pichetto también. Están armando su espacio de un peronismo renovado que le ha votado casi todas las leyes al macrismo. Los únicos dos sapos que no nos comeríamos son los de esos dos sectores, los de Urtubey y Pichetto. Y Bossio.

 

-A la ex presidenta le planteaban un gobierno de los trabajadores. ¿No se ven hoy en esa dinámica?

 

-Cristina llevó tres dirigentes a sus listas, (Hugo) Yasky, (Walter) Correa y la compañera de Judiciales, (Vanesa) Silley. Pero primero creo que hay que buscar el candidato. Los que estamos haciendo oposición fuertemente vamos a tener poder decisión cuando se armen las listas, ¿no? En el movimiento obrero necesitamos más trabajadores para defender las leyes cada vez que nos quieran atacar.

 

-El Gobierno difunde encuestas en las que muestra que una parte de la sociedad tiene mal catalogados a los sindicalistas y, a la par, asegura que no hay clima para otro paro nacional. ¿Cómo observa esos dos datos?

 

-Yo vivo acá a seis cuadras, en Parque Patricios. Salgo con mis chicos, voy a comprar al chino, a veces cuando me invitan voy a comer a Puerto Madero, voy a la cancha, al cine y al supermercado. Te hablo de la clase media hasta Barrio Norte, nunca tuve un problema en la calle, todo lo contrario. Hay que ver si ellos pueden hacer el timbreo en algunos barrios humildes, a ver cómo los tratan. Es una campaña del marmota de Durán Barba, de alentar una pelea contra Moyano porque le da más rédito al Gobierno. Tienen menos calle que Venecia, porque las marchas son cada vez más multitudinarias. El último paro fue impresionante. Por supuesto que todos queremos que Macri termine el mandato en 2019, lo he dicho, hay que humillarlo al Presidente y derrotarlo con los votos de los trabajadores. Pero eso no quita que las marchas serán más multitudinarias. Es lamentable y vergonzoso que el Presidente no pueda hacer un acto en la 9 de Julio porque le paran el Ejército, o cuando fue al Congreso el 1 de marzo, que saludaba y no había nadie. Por más que la quieran dibujar, hay una bronca de la gente contra la figura del Presidente. No miden la sensación que hay en la calle.

 

 

Todos queremos que Macri termine el mandato en 2019, lo he dicho, hay que humillarlo al Presidente y derrotarlo con los votos de los trabajadores. Es lamentable y vergonzoso que el Presidente no pueda hacer un acto en la 9 de Julio porque le paran el Ejército, o cuando fue al Congreso el 1 de marzo, que saludaba y no había nadie. Por más que la quieran dibujar, hay una bronca de la gente contra la figura del Presidente. No miden la sensación que hay en la calle.

 

 

-Si las elecciones fueran hoy, ¿qué cree que pasaría?

 

-Creo que si hay un peronismo que abarque la mayor cantidad de peronistas, Macri no tiene posibilidad de ser reelegido. Sino, lamentablemente, no sé dónde nos va a llevar este señor.

 

-Hay dirigentes sindicales con perspectivas políticas. ¿Cómo se ubica usted de aquí a unos años?

 

-En la política, no. Sí me gustaría seguir creciendo en el mundo gremial, que es lo mío. Me gustaría conducir o acompañar una CGT que esté a la altura de las circunstancias, en la calle. Hoy no la veo combativa como en los años de las políticas neoliberales.

 

-¿Y en la política del fútbol, más arriba?

 

-Yo soy vicepresidente de Independiente. A Hugo, por estatuto, le quedan tres años más, y el sueño del pibe sería que después de ese plazo sea presidente del club, para darle continuidad a lo que estamos haciendo.

 

-¡En la AFA no? Hay muchos cuadros que saltaron del fútbol a la política. Macri, incluso, se menciona también una posibilidad de Marcelo Tinelli. ¿No lo ve?

 

-¿Para qué, para presidente del país? ¿Es una jodita para Showmatch? No, así nos fue con personas que vinieron de esos lados. Hemos tenido malas experiencias: (Carlos) Reutemann, (Ramón) "Palito" Ortega, (Daniel) Scioli. No llevaron adelante políticas a favor de la gente. No por mala leche, eh.. sino quizás por falta de experiencia. Estos se creen que es fácil, no es tan fácil, eh. Macri creyó que el país era una empresa, si no te gustaba te echaba, te daba la indemnización y chau. No es así, papá, tenés que gobernar para los 44 millones. Así estamos. Todos los que no vienen de la parte política, muchas veces, se dan cuenta estando arriba que no es tan fácil.

 

 

 

-De usted se habla seguido en los medios. Le propongo un juego inverso: que usted hable de algunos personajes de la política y las empresas. Por ejemplo, hubo una dirigente que los comparó con Jimmy Hoffa (interrumpe)…

 

-Hace dos meses estuve con Hoffa. Yo soy presidente de la ITF (la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte) de Latinoamérica y el Caribe y tenemos muy buena relación con Jimmy. Después nos quiso hacer Carrió una comparación con la mafia, con el padre, pero eso quedará en quien lo dijo.

 

-Lo vuelvo al juego. ¿Qué diría de Paolo Rocca, jefe de Techint?

 

-Es uno de los impulsores de este ataque mediático, es uno de los señores que más insiste para que quien te habla esté preso. Hemos tenido varios conflictos con la empresa de Rocca, con Techint, Siderar, Siderca. Ahí entran muchos camiones por día y el 80% están en Comercio, en negro o no cumplen el convenio. Y son los que atacan o alientan todas estas políticas en contra de nuestra organización gremial. Él fue uno de los impulsores de la reforma laboral.

 

-¿Alfredo Coto?

 

-La verdad, nos sorprendió. Porque cuando empezó todo este acuerdo de la logística que empezaron a pasar a Camioneros Carrefour, Disco, Walmart, fue la última Coto, la que se resistía. Pero una vez que acordamos con Coto no puedo decir nada, hoy por hoy debe tener mil trabajadores de logística y cumple todo lo del convenio, desde la ropa y las normas de seguridad al bono de fin de año y el sueldo. Es uno de los empresarios que más cumple el convenio con Camioneros.

 

-Muchos dicen que usted es la fuerza de choque del gremio, de Hugo. ¿Es cierto?

 

-Que les pregunten a los camioneros cuánto cobran, cuántos despidos tuvimos y cuántas suspensiones tuvimos. Es la personalidad de cada uno, yo no me voy a sentar con una empresa como Coto o Carrefour y… Eso es lo que muchos no entienden. Yo me he sentado con Walmart, que en el único lugar del mundo donde están sindicalizados es en Argentina. ¿Me voy a sentar a pedirle por favor el 10%? Vos tenés que ser fuerte, no loco como me quieren hacer pasar. Firme en el reclamo, pero de ahí a quererme hacer parecer un loquito… uno sabe hasta dónde puede estirar la negociación. Si con todo lo que logré soy una fuerza de choque, es un orgullo para mí.

 

"Si Cristina decide ser candidata va a tener mucho acompañamiento de la gente, ¿no? Porque no creo que hoy haya un líder que tenga la capacidad y experiencia para conducir un país. Si es ella, un montón de trabajadores la van a acompañar."

-Volvamos al juego. ¿Vidal?

 

-Es la continuidad del modelo. Ellos tienen una forma de conducir el país contra los trabajadores. ¿Cuál es la actividad principal para un chico? El colegio, y hace seis meses está negociando paritarias y el otro día les subió un 1,6%. Es más de lo mismo, es la continuidad del macrismo.

 

-¿Massa?

 

-(Piensa) Tenemos buena relación de cuando era intendente de Tigre. Tendría que decidir él si quiere ser el referente del peronismo del lado de Urtubey o ponerse al frente del peronismo para recuperar las banderas verdaderas. Y no ser la continuidad de lo que hoy representa Urtubey.

 

-¿Solá?

 

-Por Felipe tengo un gran respeto, creo que tiene intenciones de ser candidato. Veremos, puede ser uno de los candidatos si no va Cristina.

 

-¿Cristina?

 

-Hay que ver qué quiere ella. Nadie puede negar que, más allá de las diferencias, en los últimos años les dio un montón de beneficios a los trabajadores, a los jubilados. Si ella decide ser candidata va a tener mucho acompañamiento de la gente, ¿no? Porque no creo que hoy haya un líder que tenga la capacidad y experiencia para conducir un país. Si es ella, un montón de trabajadores la van a acompañar.

 

Javier Milei en su recorrida en Expoagro
ypf vuelve a sumarse a la cade

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