El Gobierno de Mauricio Macri apura el diálogo con las provincias para avanzar en la negociación del Presupuesto 2019, que contiene una fuerte reducción del gasto público alineada con la meta de déficit fiscal del 1,3% del PBI que reclama el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Los ministros Nicolás Dujovne (Hacienda) y Rogelio Frigerio (Interior) abrieron la tanda de debate con los gobernadores de Cambiemos y sus equipos económicos, pero la semana pasada también recibieron en la Casa Rosada a funcionarios de los distritos gobernados por el peronismo.
Al mismo tiempo, Macri lanzó formalmente la negociación por el Presupuesto el martes 17 de julio, cuando se encontró con el santiagueño Gerardo Zamora en Balcarce 50. Ese mismo día, el tándem Dujovne-Frigerio se reunió con el equipo económico de la provincia de Chubut.
Esta tarde será el turno de las provincias que el Gobierno califica como más “duras” de cara a la negociación que tiene como fecha límite el 15 de septiembre: ese día Dujovne debería presentar el Presupuesto 2019 en el Congreso. Este martes se espera que el secretario de Hacienda, Rodrigo Pena, y el secretario de Provincias y Municipios, Alejandro Caldarelli, reciban a funcionarios de San Luis, La Pampa, Santa Fe, Formosa, La Rioja y Catamarca.
Por ahora, tanto Miguel Lifschitz (Santa Fe) como Adolfo Rodríguez Saá cuestionaron duramente al Gobierno por el plan de ajuste en las provincias. “Nos hubiera gustado que nos llamaran para discutir un proyecto de país, el futuro, las políticas económicas, y no solamente el ajuste”, rugió el santafecino.
La última semana, cuando abrió la discusión con los gobernadores opositores, el gobierno de Macri puso sobre la mesa una nueva estrategia para avanzar con el cumplimiento de la meta del déficit del 1,3% del PBI que le reclama el Fondo Monetario Internacional para el año que viene: el Presidente les ofreció a los gobernadores oficialistas y opositores que sea el Estado nacional el que asuma dos tercios del ajuste y que el resto quede por cuenta de las provincias, que discuten minuto a minuto por dónde pasará la poda del gasto. Con este esquema, la Casa Rosada aspira a destrabar la negociación.
De esta manera, el Presidente invierte la dinámica de negociación con los gobernadores, a quienes reclamó públicamente colaboración para cumplir con las metas acordadas con el FMI y dejar atrás la “tormenta” cambiaria, como él mismo la bautizó. En primer lugar, el Gobierno propuso que las 24 provincias y el Estado nacional se repartan el ajuste del gasto público en partes iguales. Ahora, autorizó al jefe de Gabinete, Marcos Peña, y los ministros Dujovne y Frigerio a dar vuelta la táctica y ofrecer a los mandatarios la menor parte del ajuste.