Un nuevo encuentro con el papa Francisco, el tercero en lo que va de su mandato, sellará una intensa semana política de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal.
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Un nuevo encuentro con el papa Francisco, el tercero en lo que va de su mandato, sellará una intensa semana política de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal.
La mandataria, una figura imprescindible en el actual universo oficialista y de línea directa con el presidente Mauricio Macri, es una de las encargadas de reconstruir o sostener los lazos con los opositores aliados después de la crisis por la ley anti tarifazo, impulsada por el peronismo blando, y ante el avance de una alianza entre el mismo sector del peronismo, referenciado en el senador Miguerl Pichetto, y la cúpula de la CGT, que obligó al Gobierno a convocar a la cúpula sindical para evitar la convocatoria a un paro nacional.
Este lunes, en el centro porteño, la mandataria tuvo un encuentro clave con el intendente de Lomas de Zamora, el peronista Martín Insaurralde. Fue a solas y con una variedad de temas que abarcaron desde la negociación por la ley de Cambiemos que elimina impuestos en las tarifas de luz (que quita ingresos a los municipios) hasta la consolidación de la relación política entre ambos sectores.
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Insaurralde es el vocero del grupo de intendentes “dialoguistas” del peronismo, entre los que se encuentran, el vice del PJ bonaerense, Fernando Gray (Echeverría); Mariano Cascallares (Brown); Hugo Corvatta (Saavedra); Juan Pablo De Jesús (La Costa); entre otros. Es también uno de los pre candidatos eternos del peronismo para jugar la gobernación bonaerense. Su alto nivel de conocimiento, su perfil mediático y el hecho de comandar una de las comunas más pobladas del conurbano le dan crédito para la pulseada electoral, aunque hasta la fecha esquive esa definición.
La reunión que mantuvo con Vidal se dio en una instancia donde los jefes comunales del peronismo piden pista para reposicionarse como interlocutores.
En este esquema, no se excluye al líder del Frente Renovador, Sergio Massa, quien fuera un ex contrincante del peronismo oficial pero hoy está sumado al carro de la reconstrucción opositora en alianza nacional con el senador Pichetto -en esta ronda de contactos con el peronismo amable, Vidal y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, almorzaron, justamente, con Massa y con Pichetto, por separado.
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De hecho, Massa e Insaurralde se reunieron un día después, el martes, para afinar temas vinculados al rol que quieren imprimir en la Legislatura bonaerense, pero, fundamentalmente, en la relación con el Ejecutivo de cara a la futura elección.
Vidal precisa sostener este vínculo porque sabe que la recesión que ya llegó en este segundo semestre impacta inevitablemente en la provincia. En las comunas bonaerenses, la retracción del consumo, la reducción de personal en empresas y pymes y el aumento de la pobreza y las franjas marginales de población no pueden contenerse sin acuerdos con figuras territoriales.
OFRENDAS POSIBLES. Al igual que Macri, Vidal precisa una oposición amigable. Y tiene aún algunas joyas para ofrecer. Existen cargos vacantes en el Tribunal de Cuentas, que por estas horas, al quedar con dos de sus cinco integrantes, no puede funcionar en su tarea de control.
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Las sillas vacías en ese organismo de la Constitución, muy preciadas por su carácter vitalicio, se fueron generando durante la gestión de Cambiemos y la demora en las designaciones está atada a las futuras negociaciones con la oposición.
También existen espacios expectantes en el directorio del Banco Provincia, ya que cuatro de los actuales directores -Mario Meoni, Eduardo Di Rocco, Andrea García y Diego Rodrigo- tienen sus mandatos prorrogados. Y hay, además, una silla disponible que dejó desocupada el actual diputado nacional del Frente Renovador Daniel Arroyo cuando se mudó al Congreso.
Además, casi como premio mayor, queda aún pendiente el reemplazo de Juan Carlos Hitters, el juez de la Suprema Corte bonaerense que se jubiló en 2016 y cuyo sillón aún no fue ocupado. Cuentan en el ámbito del Ejecutivo que la mandataria pretende ubicar allí a una mujer, que bien podría ser mocionada por la oposición.
Vidal tiene para negociar cinco vacantes en el Banco Provincia, cuatro que están en situación de prórroga y una, la del diputado nacional Daniel Arroyo, que esta desocupada
La vuelta de Vidal a la Provincia, que se concretará el próximo viernes, se dará en paralelo con el acuerdo legislativo que cerró la gobernadora, vía el presidente de la Cámara de Diputados, Manuel Mosca, con los intendentes del peronismo moderado.
Los jefes comunales visitaron La Plata, para terminar de acordar el proyecto de ley de tarifas para que la eliminación del impuesto que cobran las comunas, pero paga el usuario, no les generé un ahogo financiero.
Es el primer acuerdo legislativo y territorial gestado por la gobernadora y los jefes comunales del PJ tras la crisis económica y política que le estalló al Presidente a partir de la disparada del dólar y el posterior pedido de auxilio al Fondo Monetario Internacional (FMI).