La gobernadora
María Eugenia Vidal encaró desde hace semanas una cruzada para evitar que avance en el Congreso el plan de algunos gobernadores peronistas para transferir las empresas de servicios
Empresa Distribuidora y Comercializadora Norte S.A (Edenor),
Empresa Distribuidora Sur S.A (Edenar) y
Agua y Saneamientos Argentinos (AYSA) a la administración de la provincia de Buenos Aires y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y, en esa estrategia, instó al presidente de la Cámara de Diputados bonaerense,
Manuel Mosca, a recolectar adhesiones al rechazo. El diputado consiguió algunos respaldos de intendentes del PJ y hasta del massista
Carlos Bevilaqua, pero, sin embargo, desde el Frente Renovador de
Sergio Massa estimó que “es un error plantear que esto es una pelea que se resuelve repartiéndose culpas de cuanto se gasta por una acción o por otra”.
“Esto no es una pelea que se resuelve viendo quién le tira gastos a quién, sino haciendo crecer a la Argentina, ni repudiándose entre gobernadores ni entre provincias”, sostuvo el presidente del bloque del FR en la Cámara baja,
Rubén Eslaiman, para despegarse de la jugada de Vidal que se basa en recolectar adhesiones de distintos dirigentes bonaerenses del oficialismo y la oposición para evitar el traspaso.
Son varios los factores que atraviesan la discusión. El gobierno nacional apura a las provincias para reducir el déficit y el gasto, en el marco de austeridad en el que está sumergido y que pactó con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Y las provincias le piden al gobierno nacional que traspase las empresas de servicios que operan en el ámbito del conurbano bonaerense y la Capital Federal.
En la Cámara de Diputados de la Nación, el interbloque Argentina Federal presentó el proyecto denominado Equidad Federal. Sostuvieron desde esa bancada que “a fin de año el Estado Nacional habrá transferido a AySA más de $34 mil millones provenientes de la recaudación realizada en todo el territorio nacional a una empresa que sólo presta servicios en la CABA y Área Metropolitana”.
Pero Massa también sale a despegarse del planteo de Vidal de sumar adhesiones para evitar el traspaso porque
mira al 2019. El principal promotor del traspaso es el gobernador cordobés,
Juan Carlos Schiaretti, con quien el líder del Frente Renovador no está dispuesto a romper relaciones en la antesala de un año electoral. Tampoco quiere distanciarse del mandatario salteño,
Juan Manuel Urtubey, otro dirigente con apetencias de candidato peronista y que también fogonea el traspaso de las empresas.
Vía Eslaiman, Massa mandó a aclarar que “el Frente Renovador va a defender a la provincia de Buenos Aires, pero no en una pelea de pobres contra pobres, sino en una pelea para ver cómo hacemos para hacer crecer a la provincia”.
Mosca fue al sur bonaerense en el marco de una
gira legislativa que viene haciendo por la provincia de Buenos Aires desde que arrancó el mundial de fútbol Rusia 2018 y levantó algunas adhesiones como la del intendente de Saavedra, el peronista
Hugo Corvatta, quien sostuvo que “el reclamo de María Eugenia Vidal es totalmente válido” y que “colaboramos con la gobernabilidad, porque, como salimos a hacer críticas constructivas, también salimos a defender lo que tenemos que defender. Por eso, en este tema estamos apoyando a nuestra gobernadora”. Se trata del ala peronista que, desde diciembre de 2015, al igual que Massa, termina aportando los votos necesarios para que Vidal consiga las leyes que gira a la Legislatura bonaerense.