Operación despegar

Vidal no quiere que la crisis de Macri se la lleve puesta

La gobernadora adelantó medidas para poner dinero en el bolsillo de los bonaerenses. Busca blindarse y proteger su marca de sensibilidad, en un contexto de fuertes críticas de la Iglesia.

“Al hacer y al estar, hay que agregar el sentir, la sensibilidad cooperativa”, se despachó el viernes pasado, en la cara de María Eugenia Vidal, el arzobispo de Lomas de Zamora, Jorge Lugones. Las luces de alarma se encendieron en la Gobernación bonaerense y, cinco días después -este miércoles-, la gobernadora anunciaba el adelanto del pago del medio aguinaldo y un aumento de las asignaciones familiares y las jubilaciones mínimas, medidas que solía tomar cada septiembre y que, claramente, apuntan a poner dinero en el bolsillo de sectores de las clases medias y bajas ante la aceleración de la crisis que la economía nacional le derrama encima. ¿”Operación despegar” para blindar la provincia y blindarse ella misma?, preguntó Letra P en el corazón del gobierno bonaerense. “Puede haber algo de eso”, admitió una fuente cercana a la mandataria.

 

 

Desde abril a esta fecha, surcada por la disparada del dólar, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (anunciado el 8 de mayo pasado) y las reacciones políticas y gremiales, Vidal dediicó su agenda a sostener el nivel de credibilidad y sensibilidad de su figura y, por ende, del gobierno de Cambiemos.

 

Para apaciguar el miedo por el tarifazo, anunció el 23 de abril la eliminación de los impuestos provinciales en las boletas de servicios públicos, una medida que luego debió negociar con bloques políticos y jefes comunales ya que afectaba también los ingresos de los municipios.

 

 

 

Siguió luego una sucesión de anuncios que abarcaron las “mejoras en educación”, un plan presentado en San Miguel junto al presidente Macri; la implementación de la jubilación digital para empleados estatales, en Lanús; la construcción de cuatro nuevos metrobuses en el conurbano proyectados para finalizar en 2019, junto a Macri; conferencia en la Casa de Gobierno en La Plata para dar a conocer el descenso de la mortalidad infantil y materna en la provincia; la puesta en marcha de la Red de Salúd Pública AMBA, en Tres de Febrero; los avances en los programas Casas de Encuentro Comunitario, en Morón; las mejoras en la educación para adultos (en el SUM de la Casa de Gobierno); la implementación de líneas de créditos blandos para Pymes; el programa unidad modelo para jóvenes en situación de encierro en Campana y la entrega de ambulancias a distritos del conurbano peronista, como sucedió en Moreno y Escobar junto a sus jefe comunales, Walter Festa y Ariel Sujarchuk.

 

 

 

Este miércoles, Vidal anunció el adelanto del pago del medio aguinaldo, que se liquidará entre este jueves y este viernes próximos para que esté acreditado el fin de semana en las cuentas sueldo de los empleados bonaerenses. En tanto, las asignaciones familiares aumentarán un 21,8%, lo que significaría un incremento para la familia promedio que la percibe de 500 pesos. Y, así, pasará de los 2.318 a 2.824 pesos. Por su parte, la jubilación mínima se elevará en un 23%, que significará un monto adicional de 1.163 pesos.

 

“Entiendo el momento de dificultad que probablemente atravesaremos en los próximos meses y que ya algunos bonaerenses están atravesando”, dijo la gobernadora en el anuncio de esas medidas, que incluyeron la revisión de paritarias de estatales y docentes. Y abundó en la puesta en escena de la sinceridad  la sensibilidad: “La inflación va a ser mayor a la prevista”, admitió y prometió: “Les digo a los bonaerenses que los vamos a seguir acompañando”.

 

 

A principios de mayo, Analogías ya mostraba que la gobernadora dejaba de ser impermeable.

 

 

Alineada pero consciente de los desaciertos en materia económica del gobierno nacional y alertada de que ya no es ajena al impacto de las "turbulencias" en su imagen, Vidal transita la recesión de este segundo semestre con las previsiones del caso. Es decir, atender el bolsillo de la gente, aunque a cuentagotas y sin anticipar aumentos paritarios; sostener el humor y la confianza que le dio la clase media, que es la más castigada en este proceso, y finalmente ofrecer anuncios vinculados con la “sensibilidad social”.

 

Vidal se blinda de las malas decisiones de la Rosada, pero sin tomar distancia. Y despeja cualquier plan B que la tenga como futura candidata a la Presidencia. Para eso hay tiempo y dependerá de cómo llegue el Presidente al próximo año electoral.

 

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