TURBULENCIA PERMANENTE

En su debut, Caputo dejó volar el dólar al filo de los $29 y no disipó las dudas

La nueva conducción del Banco Central evitó intervenir. El mercado comenzó con una expectativa positiva, pero luego se movió ante la falta de referencias. Pros y contras de la designación.

El dólar subió este viernes un 2,12% según la cotización del Banco Nación y cerró a $28,80 en el primer día de Luis Caputo como presidente del Banco Central.

 

La divisa había caído $1,10 en la apertura ante la expectativa de una intervención decidida de la nueva autoridad, pero la prescindencia de la mesa de dinero del BCRA alentó a los operadores a buscar un nuevo techo

 

“El costo de esta devaluación ya se pagó y hacer bajar al dólar no tenía mucho sentido. Aunque no creo que lo dejen correr mucho más en lo inmediato, probaron a ver qué pasaba sin intervenir y se ve que en estos valores están cómodos”, le dijo un analista de la City a Letra P.

 

Un operador cambiario de un banco internacional fue un poco más allá: “Fue una rueda de poco volumen, pero incluso así no cerró más arriba porque el Central sí actuó en el mercado secundario de Lebac, aumentando la tasa para tentar a los inversores a pasarse a pesos”. “El mercado sigue complicado”, completó.

 

Si ambas lecturas son correctas, el dólar podría tener todavía algún recorrido alcista.

 

En el mercado mayorista, la divisa finalizó a $28,10, 40 centavos por encima del cierre del jueves, último y traumático día de la gestión de Federico Sturzenegger. En tanto, en casas de cambio, quedó ubicada en un nuevo récord de $28,85.

 

 

El partido seguirá, con intensidad, después del fin de semana y tendrá un capítulo fuerte el martes, con el nuevo vencimiento de las Letras del Banco Central. Antes de eso, el lunes, el Gobierno colocará dos nuevos bonos: uno en pesos, destinado a quitarle liquidez al mercado, y otro que pagará la mejor alternativa entre el rendimiento en pesos y dólares, un modo de desalentar la demanda del billete estadounidense. 

 

El cambio de nombres en la conducción de la autoridad monetaria fue calificado como “oportuna” por economistas y jugadores del mercado consultados por Letra P, tanto por la salida de Sturzenegger, quien admitió en su carta de renuncia un “deterioro” de su “credibilidad”, como por el perfil del reemplazante, un hombre avezado como pocos en el país para el manejo financiero necesario en medio de la actual corrida. Sin embargo, también expresaron dudas sobre aspectos clave, como sus viejos conflictos de interés, la autonomía de la entidad y hasta su capacidad para manejar la política monetaria del país.

 

 

 

Christian Buteler, analista financiero, le dijo a este portal que “la situación de Sturzenegger era insostenible y había que pegar un volantazo fuerte. Pero, si bien tiene un buen respaldo en lo que se refiere a su conocimiento de los mercados, Caputo está agarrando un hierro muy caliente”.

 

En diálogo con este medio, Pablo Castagna, director de Portfolio Personal, estimó que “la decisión de pedirle renuncia a Sturzenegger fue acertada. Los operadores, las mesas y los especialistas de mercado no entendíamos qué estaba pasando. Había mucha inconsistencia y falta de estrategia. Pero la confianza no se recupera solamente con un cambio de nombres”.

 

Se trata, entonces, de una designación a medida del mercado: Caputo es un banquero pero, por sobre todas las cosas, un trader, algo que le valió, como encargado de conseguir copioso financiamiento para el ya fenecido gradualismo, la categoría de “imprescindible” para el presidente Mauricio Macri. Con el país dependiendo del financiamiento del Fondo Monetario Internacional, Caputo ya tenía poco qué ofrecer en Finanzas. Su paso al Central resultó entonces una opción cantada cuando la suerte de su antecesor quedó jugada.

 

Cuando hay crisis cambiarias, los que conocen desde adentro los manejos del mercado pueden resolver la coyuntura, algo imperioso hoy porque sin estabilidad no hay plan económico posible. Pero ese mismo know how tiene su lado oscuro, sobre todo, con un funcionario que ha sido ampliamente cuestionado por sus conflictos de interés.

 

Para quedar plenamente confirmado, Caputo deberá pasar por el tamiz de un Senado cada vez menos amistoso para el Gobierno, un trámite que probablemente dé bastante de qué hablar

 

El problema es que, como presidente del Banco Central, va a tener el poder de decisión sobre la tasa de interés y, de la mano de eso, sobre la evolución del dólar. ¿Cuánto tiempo va a pasar antes de que se lo acuse de ser una zorra a cargo del gallinero o, más precisamente, de filtrar inside information a fondos amigos o que, algunos sospechan, son propiedad de él mismo?

 

Otra cuestión espinosa es la de la siempre declamada pero casi nunca cumplida autonomía del Banco Central, algo que el Fondo Monetario Internacional reclamó reforzar en el reciente acuerdo con la Argentina. La conversación telefónica que Nicolás Dujovne contó haber mantenido el jueves con Christine Lagarde resulta reveladora del grado de esa preocupación.

 

 

Dujovne, en otro viernes caliente: cambio de nombres, no de plan.

 

 

La salida de Sturzenegger, no enteramente voluntaria, por decir lo menos, es otra mácula sobre ese principio, estampada esta vez por un Gobierno insospechado de populismo. Y el desembarco de Toto entraña nuevos interrogantes.

 

Amílcar Collante, economista del CeSur, le dijo a Letra P que “Caputo tendrá ‘superpoderes’, porque controlará el Banco Central mientras que Finanzas y la AFIP le son afines. Creo que es un quiebre importante en el mandato de Macri. Si se busca independencia de BCRA y llega una persona que tiene gran parte de la botonera, es probable que sea más permeable a consideraciones políticas que a las técnicas, menos independiente”.

 

Como en la Argentina lo importante siempre va a la zaga de lo urgente, hay que considerar qué puede aportar el Caputo banquero central en esta emergencia.

 

 

 

Miguel Kiguel, director ejecutivo de EconViews, señaló, consultado por este portal, que "con Caputo va a haber más énfasis en el manejo de la mesa (de dinero del Central) en lo que respecta a Lebac y tipo de cambio, pero le puede faltar política monetaria. Por eso, hay que ver quién lo va a acompañar”.

 

Germán Fermo coincidió: “Es una persona muy respetada en el mercado; eso es bueno. Pero hacer política monetaria es más complejo que ser un buen trader”.

 

Federico Furiase, director de EcoGo, en tanto, le dijo a Letra P que “Caputo demostró tener tacto y buen timing con el mercado, pero el Banco Central es otra cosa, por lo que la clave para él es dar las señales correctas, sobre todo, ratificando el programa monetario acordado con el Fondo y la independencia del Banco Central”.

 

“En concreto, se trata de ratificar el fin del financiamiento al Tesoro y de la compra de los dólares de deuda emitida por el Tesoro, así como el desarme de las Lebac a través de la precancelación de las letras intransferibles con el Central”, acotó, tal como surge de la carta de intención firmada con el FMI. 

 

De acuerdo con Furiase, “los problemas estructurales de la economía van a seguir estando: un déficit de cuenta corriente elevado [el balance de todas las transacciones de bienes y servicios con el exterior] y altos vencimientos de Lebac que generan presión sobre un tipo de cambio flotante. Por último, hay un problema de credibilidad en torno a la viabilidad política para hacer el ajuste fiscal comprometido con el Fondo”.

 

Hace ya demasiado tiempo que el debate económico argentino gira alrededor de la “timba”, del dólar, de las Lebac y del carry trade. De inversión genuina y crecimiento se habla cada vez menos, algo que resulta elocuente sobre lo lejos que está el país de ponerse a cubierto del temporal y de tener un verdadero plan económico.

 

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