Los supermercadistas de todo el país caminan los pasillos del subsuelo del Hilton Madero hablando del mono tema. Cómo impactarán el dólar, el acuerdo con el FMI y la crisis financiera en los precios y en la actividad fue el asunto que dominó la trastienda del Retail Day, la jornada que año a año reúne a productores, hipermercados y distribuidores que se dedican al consumo. En el inicio, el vicejefe de Gabinete, Gustavo Lopetegui, fue el piloto de tormentas que el Gobierno envió a la poner la cabeza en la boca del león. “El acuerdo con el Fondo es para garantizar el gradualismo”, dijo el funcionario ante un auditorio raleado de grandes CEOs.
Minutos antes, había almorzado en privado con mayoristas y proveedores, donde intentó llevar calma ante un sector que ya viene sacudiéndose fuerte incluso antes de las horas económicas más duras en lo que va de la presidencia de Mauricio Macri. Les prometió combatir la informalidad en los sectores mayorista y chinos y hasta se congració accidentalmente con los presentes. “Porque ustedes saben, nosotros los empresarios… perdón, ustedes los empresarios”, intentó recuperar iniciativa luego de un fallido que causó algunas risas nerviosas.
Macri,fotografiado con Coto, en el inicio de su gestión. La expectativa del sector no era tan negativa.
Pero los números hablan por sí solos y dan un diagnóstico diferente. La consultora Scentia, una de las que trabajan con información de las cadenas con mayor seriedad, se vio obligada a recalcular la meta de nivel de actividad del consumo masivo. A principios de año, luego de un fin de 2017 que mostraba recuperación, consideró que el gasto de los hogares en alimentos, bebidas, limpieza y cosmética terminaría 2018 en un empate, creciendo 0%, reflejando cierto proceso de normalización, la salida de la explosión del consumo subsidiado a un perfil más racional. Pero el sacudón económico, financiero y cambiario de los últimos diez días terminó por poner a Scentia a corregir perspectivas. El director de la consultora, Osvaldo Del Río, adelantó que, “por todos estos factores, en el año terminará cayendo el consumo masivo entre 1,7% y 2%”.
Federico Braun, de La Anónima, uno de los que adelantó que habrá traslado del dólar a precios.
El especialista aseguró que se adelantaron las malas noticias que “se supondría que vendrían en el segundo semestre de este año”. En síntesis, los malos números se precipitaron, modificando cierta tendencia.
Puesto en cifras, en enero de este año el gasto básico creció 0,2%; en febrero mejoró 0,3%; en marzo despegó 4,8% impulsado por la Pascua que cayó ese mes y en abril ya reflejó señales amarillas, con un retroceso de 2,2%. Así, en el primer cuatrimestre, para Scentia, hubo una mejora marginal del 0,8%. Pero la tendencia seguirá en la senda negativa, con la amenaza de precios más altos a raíz de la disparada del tipo de cambio, que, según Del Río, “se trasladará a las góndolas en breve”. Algo en ese sentido señalaba en diálogos laterales Federico Braun, el tío del secretario de Comercio (Miguel), que conduce los designios de La Anónima, una de las pocas cadenas de supermercados que no atraviesa una situación de crisis concreta.
Si se observa el detalle de cómo vino el consumo de los últimos años, lo que ocurrirá en 2018 es complejo. Según Scentia, en 2016 el consumo masivo cayó 4,3% contra 2015; en 2017, retrocedió 3,1%; mientras que en 2018 bajó 1,5%. “Lo único que podría cambiar la tendencia es si el Gobierno está dispuesto a inyectarle fondos a la economía arrancando la campaña 2019 este mismo año”, concluyó Del Río.