La CGT dejará sus peleas internas de lado en la reunión del consejo directivo para pronunciarse en contra de la reforma laboral que impulsa el Gobierno y que contempla, entre otras cosas, la reducción del cálculo de las indemnizaciones.
El anuncio del Gobierno para confirmar que envió tres iniciativas al Congreso para modificar parcialmente la ley laboral, fundamentalmente en lo referente al cálculo de las indemnizaciones, y retornar con las pasantías, volvió a unificar a todo el arco gremial en contra de los cambios.
Además de las declaraciones del camionero Pablo Moyano y el cegetista Héctor Daer, la iniciativa gubernamental generó un masivo rechazo al que se sumó el triunviro cegetista Carlos Acuña, al confirmar que el Consejo Directivo sesionará en Azopardo 802.
Acuña, tras rechazar el nuevo intento gubernamental de avanzar con la reforma laboral, precisó que "si vamos a trabajar para que en la futura reorganización de la CGT estemos todos los sectores para defender los intereses de los trabajadores, estoy totalmente de acuerdo".
El sindicalista de estaciones de servicio aclaró: “No voy a estar de acuerdo si armamos una nueva conducción para favorecer al Gobierno y sus amigos empresarios, que ya ratificaron su apoyo a las políticas económicas".
"El panorama económico cambió en el últimos meses con más despidos, ajustes, alza de precios y una inflación que el Gobierno no puede domar", explicó Acuña.
Asimismo, el dirigente gremial sostuvo que "frente a esta nueva agresión me da lo mismo que haya un secretario general, un triunvirato o un quinteto; lo que hay que hacer es trabajar por la unidad para defender a los trabajadores".
La semana pasada, en un marco caracterizado por las disidencias internas, todo hacía suponer que en la reunión de mañana iba a continuar el debate para ver qué sector se impondría en el seno de la CGT.
Ahora eso cambió y este jueves el clima interno será otro, donde todas las voces sindicales se van a expresar a favor de cerrar filas y emitir un documento con críticas al Gobierno.